Ya ha recibido luz verde del Gobierno de Castilla-La Mancha el proyecto de Ley de Atención Temprana de esta comunidad autónoma, con el que el Ejecutivo quiere abanderar la cobertura de los niños y niñas de 0 a 6 años con necesidades de aprendizaje y dificultades en su desarrollo. Según esta norma, esa atención será universal, pública, gratuita y sin listas de espera; y se realizará de manera prioritaria en el entorno más cercano de las familias afectadas, con el desplazamiento de los profesionales.
Así lo ha detallado la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, tras recibir este anteproyecto el visto bueno del Consejo de Gobierno. Ahora se remitirá a las Cortes de Castilla-La Mancha para su tramitación parlamentaria. Confía el Ejecutivo de Emiliano García-Page en que la norma sea aprobada por unanimidad debido a su “gran repercusión social” y a que ha sido elaborada con las aportaciones de dos de las principales entidades que trabajan con la discapacidad, el CERMI y Plena Inclusión.
Los beneficiarios de la ley serán las familias con niños o niñas con dificultades de aprendizaje, desde el nacimiento hasta que cumplan los objetivos propuestos o hasta que cumplan 6 años. La previsión del Gobierno castellanomanchego es llegar a atender a 10.000 familias en los próximos años.
Para ello, además del empoderamiento de las familias, la Junta quiere facilitar la incorporación al sistema educativo en las mejores condiciones, promover la participación e inclusión y mejorar la calidad de vida familiar.
Es el motivo por el que recoge que, siempre que sea posible, se priorizará la intervención en los contextos naturales del niño o niña y la familia frente a la intervención en el centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana, pudiéndose complementar con otras modalidades de intervención como la teleintervención (mediante el uso de tecnologías de la comunicación) cuando la situación familiar o de contexto así lo requiera.
La Atención Temprana, un recorrido de cinco décadas
Desde los años 70 del siglo pasado la Atención Temprana está reconocida en casi todos los sistemas sanitarios del mundo como el conjunto de intervenciones sobre la población infantil de 0 a 6 años, así como a su familia y entorno, para dar respuesta urgente a las necesidades que presenten por trastornos en su desarrollo o por el riesgo de padecerlos.
Por lo general, este tipo de atención la prestan profesionales expertos en Psicología, Logopedia o Fisioterapia, pero también comprende otras disciplinas, siempre vinculadas al desarrollo infantil. En Castilla-La Mancha, en el ámbito de los servicios sociales, existen los Centros de Atención Temprana (CAT) tantos públicos como privados. Ahora, el Gobierno regional quiere dar rango de ley a este tipo de intervenciones con carácter público y universal.
Problemas de desarrollo surgidos en la infancia
El objetivo principal de Castilla-La Mancha es “universalizar” estos mecanismos para los niños y niñas de 0 a 6 años, y hacerlos gratuitos y de calidad mediante esta ley, que protegerá, bajo mecanismos reguladores, los posibles problemas de desarrollo surgidos en la infancia.
Actualmente, las principales actuaciones de atención temprana desarrolladas en los centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana de la red pública se centran en actuaciones preventivas dirigidas a la población infantil con determinados factores de riesgo o intervenciones con el niño o la niña para el aprendizaje de objetivos funcionales así como en el contexto familiar con el fin de incrementar la capacidad de la familia como facilitadora del desarrollo del niño.
Con ello se busca reducir los efectos de una deficiencia o déficit sobre el conjunto global del desarrollo de los más pequeños, evitar o reducir la aparición de efectos o déficits secundarios, facilitar la incorporación del niño al sistema educativo en las mejores condiciones, atender las necesidades de apoyo de la familia y asesorar sobre los mecanismos necesarios de compensación, de eliminación de barreras y de adaptación del entorno a las necesidades específicas de cada niño o niña, creando un entorno óptimo que facilite su desarrollo.