El cine, símbolo del glamour hace 90 años con la llegada del Capitol a Albacete en plena Segunda República

El cine se convirtió en símbolo de glamour en Albacete durante los años 30, y todo gracias a una sala mítica: el Capitol. Este cine, ubicado en la actual plaza del Altozano, y cuyo ‘heredero’ es hoy sede de la Filmoteca de Albacete, abrió sus puertas en un momento crucial para el país. En plena II República, y en los días previos a la huelga revolucionaria de octubre de 1934, el Capitol, conocido inicialmente como el Palacio del Cine, se erigió como un emblema de modernidad y sofisticación.

Francisco Mahiques Mahiques, influyente terrateniente y médico, vicepresidente del Partido Republicano Radical en Albacete, impulsó la creación del Capitol para dotar a la ciudad de un teatro y cine acorde a los avances tecnológicos y estéticos de la época, con un diseño Art Decó y cubista. 

Inicialmente recibido con escepticismo, el Capitol se inauguró un año después que su homólogo en la Gran Vía madrileña, marcando un hito cultural en la ciudad. Mahiques, destacado miembro del partido de Alejandro Lerroux, también fue vocal del Tribunal de Garantías Constitucionales durante un periodo de gran turbulencia política.

Una legión de obreros dedicó meses a materializar el proyecto del prestigioso arquitecto Julio Carrilero Prat. El edificio incluía un equipamiento de última tecnología, hasta un proyector Philisonor de la Casa Philips, considerado “la última palabra de la técnica cinematográfica” por la prensa local. Este sofisticado equipo fue exhibido en los escaparates de un popular comercio de la época, Bazar Casa Paco, lo que generó gran expectación en la ciudad.

Proyecto muy local

Mahiques insistió en que los obreros y las empresas suministradoras fueran locales, una decisión que ayudó a la economía de Albacete en tiempos difíciles. Desde la iluminación a cargo de Casa Lida, hasta la decoración por Victoriano Sánchez y el mobiliario de Casa Sergio Sánchez, cada detalle del Capitol fue diseñado para impresionar y deleitar.

La inauguración del Capitol el 8 de septiembre de 1934 fue un evento monumental. La zarzuela 'Luisa Fernanda', interpretada por la compañía lírica de Moreno Torroba, fue la encargada de abrir el telón. La prensa local elogió el audaz proyecto de Mahiques, reconociendo su contribución en tiempos de crisis. No obstante, también criticó la falta de reconocimiento del público hacia el promotor y el arquitecto Julio Carrilero Prat.

El Capitol, con cerca de 1.400 butacas, no solo representó un avance cultural, sino también una respuesta a la incertidumbre política y económica de la época. En medio de la agitación de la Revolución de Octubre y la crisis política, el Capitol se erigió como un símbolo de modernidad.

Las sesiones de cine comenzaron el 19 de septiembre con la opereta 'Vuelan mis canciones', una producción austro-alemana de 1933, dirigida por Willi Forst, y que ofrece una biografía musical del compositor Franz Schubert. Protagonizada por Mártha Eggerth y Hans Jaray, la película es conocida por su emotiva banda sonora, que incluye algunas de las composiciones más famosas de Schubert.

Las proyecciones continuaron con una variada programación, que incluyó cintas como El testamento del doctor Mabuse y Melodías del corazón, atrayendo a un público ansioso por distracción y entretenimiento. En esos días de septiembre de 1934, mientras Albacete y España entera se enfrentaban cambios políticos y sociales profundos, el Capitol se alzó como un faro de glamour y modernidad.

Aprovechando este 90 aniversario, y dentro del cine de verano que organiza Filmoteca de Albacete, este 18 de julio, el parque de Abelardo Sánchez celebrará, a partir de las 22 horas, una sesión especial, combinando cine y música. Un concierto de la Banda Sinfónica Municipal de Albacete será la banda sonora de las escenas cinematográficas que se proyectarán al aire libre.