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CIUDAD REAL

Comida “caducada” para los bomberos en el incendio de Argamasilla de Calatrava

Envases de café con las tapas “rayadas” para ocultar la fecha de caducidad de los productos. Batidos con fechas de caducidad de enero de este año. Pan “todavía congelado” y unos “pobres” blísteres de embutido. Ese fue el menú para algunos de los 460 bomberos forestales que combatieron el incendio en Argamasilla de Calatrava, extinguido el pasado 26 de julio, en este municipio de Ciudad Real. “Un avituallamiento lamentable”, aseguran los representantes sindicales de los bomberos que advierten, además, de que esta situación no es algo nuevo, sino que “se repite” en las sucesivas campañas de extinción de incendios.

En el caso de Argamasilla de Calatrava, la Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla (GEACAM) envió un comunicado interno a sus trabajadores el día 28 de julio en el que admitían que el avituallamiento “no fue de la calidad requerida”. “Reconocemos que esta situación no cumplió con las expectativas y estándares que exigimos para garantizar las mejores condiciones a todas y todos los integrantes del Plan INFOCAM”, afirman en el documento al que ha tenido acceso elDiarioclm.es.

Desde la empresa pública aseguran que se han dado “instrucciones precisas” para que no vuelva a suceder“ y mejorar también los ”procedimientos de control“ sobre el distribuidor del avituallamiento. ”Entendemos que la alimentación y el suministro de agua y líquidos son factores fundamentales para el buen desempeño de las labores de extinción y por ello nos comprometemos a trabajar en su mejora continua“, resaltan.

A preguntas de este medio, desde GEACAM insisten en que se trató de un hecho “aislado y puntual” del cual ya se han dado “instrucciones precisas” para que no vuelva a repetirse. “Entre otras cosas, no volver a trabajar con ese proveedor”, aseguran fuentes de la empresa pública, desde donde destacan que en los incendios de la última semana no ha existido “ningún problema” con el avituallamiento.

“GEACAM se vuelven a coronar”, lamentaba en un comunicado el Sindicato Independiente de Bomberos Forestales (SIBF), en el que tacha el avituallamiento de “pésimo”. “Si tienes la mala suerte de asistir a un incendio grande en el que te juegas la vida y en el que para recuperar energías te dan pan congelado, refrescos con fecha de caducidad vencida, embutido echado a perder y agua que se acerca más a un caldo que a algo para aliviar tu sed, pues estás comprando muchas papeletas para que te toque”, advierten desde el sindicato.

“Como el incendio era grande y entre los compañeros estamos en contacto, empezamos a ver las quejas entre los mismos bomberos. Nosotros hacemos un escrito y enseguida la empresa envía un comunicado de disculpas, reconociendo el error”, relatan a este medio fuentes de SIBF que prefieren no desvelar sus nombres. “No es la primera vez que pasa”, aclaran desde la organización, que recuerdan lo ocurrido en Yeste, en Albacete, hace ya siete años, cuando varios trabajadores sufrieron una intoxicación alimentaria.

“No vamos a decir que es habitual que traigan comida caducada, pero el avituallamiento es que da pena verlo con cierta frecuencia”, insisten.

Desde CSIF se hizo público un duro comunicado en el que acusaban a la empresa de tratar a sus trabajadores “de manera vergonzosa” durante el incendio. Apuntaban a los “packs individuales de comida en mal estado y bebida caducada y caliente” que se envió hasta los “grandes incendios de Ciudad Real”.

“Es indigno y vergonzoso que desde la Gerencia presuman de camiones frigoríficos, medios para mantener los alimentos y de que tienen un gran avituallamiento para todos los bomberos forestales, cuando la realidad es bastante distinta. Pan congelado, agua caliente, fiambre en mal estado, bebidas caducadas”, señalaban en un escrito.

“Los compañeros se percataron porque las tapaderas de los cafés estaban rayadas. Era a propósito que alguien había rayado la fecha de caducidad; sin embargo, se veía que era del 2023”, asegura uno de los bomberos afiliado a CSIF que prefiere mantener su nombre en el anonimato. Su versión coincide con la de otros compañeros: “Había ”bollos de pan congelados“. ”En fin, es que es un poco desastre“, resalta. Sobre todo, apunta a que esto ”desanima“ al personal de extinción de incendios.

“Hay muchos fallos, fallos que se pueden corregir” e insiste en que si esto ocurre se debe a “los recortes” de la encomienda del servicio que vienen denunciado, entre otras cosas porque “solo hay un proveedor de avituallamiento, cuando antes había más”, afirma.

“No solo es la temperatura del incendio, sino todo lo que acompaña detrás: si hago 20 horas de guardia, y si te toca otro incendio, pues 12 horas más, y qué menos que te lleven agua fresca”.

No solo es la temperatura del incendio, sino todo lo que acompaña detrás: si hago 20 horas de guardia, y si te toca otro incendio, pues 12 horas más, y qué menos que te lleven agua fresca

Desde CSIF aseguran que los mandos medios quieren acabar con esta situación, porque “también sufren” las condiciones del personal. “Pero si no les dan otra cosa, nos llevan eso”. También valoran que la empresa haya enviado un escrito pidiendo disculpas, y lo consideran un avance positivo para que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores del sector.