El Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura, Francisco Javier García Garay, ha afirmado que en la población albaceteña de Letur no fue posible alertar a la población “con suficiente antelación” del desbordamiento vivido en la localidad el pasado martes, ya que la riada vino desde un arroyo.
En estos casos, según recoge EFE, García Garay explica que el tiempo de concentración es “muy reducido” y eso impidió alertar con “suficiente antelación” a los vecinos de la localidad. Además, añade, el suceso ocurrió tras una precipitación “muy importante” y no hay tampoco un punto del pluviómetro del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) asociado.
A esto, Garay ha querido añadir que la confederación está “colaborando” con el resto de administraciones para reparar los daños “lo antes posible”, y que la situación de los embalses del Segura es de “normalidad”. Finalmente, ha añadido que “no es previsible” que haya desbordamientos en otros puntos de la cuenca. Las reservas de los pantanos de la cuenca del Segura han crecido en 23,5 hectómetros, lo que hace que estén al 17% de su capacidad.
Letur es uno de los 34 municipios de la provincia de Albacete incluidos en la Cuenca del Segura, una demarcación en la que Castilla-La Mancha tiene 1.741 kilómetros, el 25,1% del territorio total.
el que crea que tiene una fórmula mágica para anticiparse a los desastres naturales probablemente esté cometiendo una enorme injusticia y sobre todo genera una ansiedad y una impotencia en momentos difíciles".
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se mostraba hoy “satisfecho” del funcionamiento de los protocolos de coordinación en la región ante la llegada de la tormenta que ha asolado municipios de la provincia de cuenca y Albacete. Page ha asegurado que “la movilización fue la prevista” y los recursos “estaban disponibles” precisamente porque estaban alertados.
Sobre las consecuencias de la DANA en varias zonas del país sostiene que “el que crea que tiene una fórmula mágica para anticiparse a los desastres naturales probablemente esté cometiendo una enorme injusticia y sobre todo genera una ansiedad y una impotencia en momentos difíciles”. “A la gente le pido que ayude, algunos tienen que ayudar callándose”, ha incidido.
Desde Mira (Cuenca), una de las localidades afectadas por el temporal, ha instado a “intentar tener una cierta serenidad para no elevar cada caso a categoría, porque caeríamos en una enorme injusticia”, con relación a las críticas que se están recibiendo por los avisos ante la DANA.
“Hablo más por Valencia que por nosotros”, ha aclarado García-Page, quien ha incidido en que lo que él escucha de la Comunidad Valenciana “lleva una lógica”.
García-Page ha subrayado que en Castilla-La Mancha los avisos “llegaron en tiempo y forma”, no a los ciudadanos en sí, sino a la Administración, de tal forma que “los servicios estaban prácticamente movilizados antes de que cayera el agua porque estábamos avisados de hace tiempo”.
De hecho, ha recordado que, en el caso de la localidad albaceteña de Letur, dos de las cinco personas que se están buscando “eran parte de los servicios movilizados” que estaban trabajando precisamente en el combate de las riadas.
El presidente regional ha señalado que la región tenía los recursos propios del máximo riesgo movilizados, más de lo que la condición de aviso naranja que la AEMET fijaba, pero ha reconocido que no es comparable lo ocurrido en Castilla-La Mancha con el “drama de la Comunidad Valenciana, que por envergadura, por alcance, por perímetro, por personas y familias e infraestructuras afectadas es descomunal”, según recoge Europa Press
Emiliano García-Page ha admitido que estas situaciones suelen ser algo “complicado” y, refiriéndose de nuevo expresamente a la Comunidad Valenciana, ha manifestado que los avisos por ejemplo de una riada recomiendan a la gente “que se suban a las plantas altas” cuando ahora hay “casos donde lo que ha desaparecido es la vivienda entera”.
Así, ha apostado por “aprender de las desgracias”, considerando que todas las administraciones de España han ido “combatiendo mejor las inclemencias del tiempo, previniéndolas”, aunque “con todo y con eso la naturaleza va un paso por delante, es inevitable y por mucho sistema de previsión que tengamos hay que estar metido en el drama para saber que las decisiones a veces son de segundos, unas veces la mayoría se acierta, en algunas lamentablemente a lo mejor no lo hacemos igual de bien”.