La Coordinadora de ONGD reclama modificar la Ley de Cooperación al Desarrollo de Castilla-La Mancha

El presidente de la Coordinadora de ONGD de Castilla-La Mancha, Fernando Gutiérrez, ha lamentado que la comunidad autónoma de ostente el último puesto en presupuesto relativo destinado a Ayuda al Desarrollo de todo el territorio, aunque reconoce “no podemos hablar de recortes, porque en realidad crece cada año, lo que pasa es que lo hace de una manera que no nos permite cumplir ni los compromisos alcanzados como sociedad, ni si quiera acercarnos a la media de las comunidades autónomas”.
Una realidad que rubrica Helena Sánchez, corresponsable de Asamblea de Cooperación por la Paz en Castilla-La Mancha (ACPP) “porque estamos en un momento complicado y de recesión den derechos” y lamenta que entidades como Asamblea de Cooperación por la Paz hayan “perdido capacidad de acción por la falta de recursos lo que vemos como algo bastante preocupante”.
Más de 900 cooperantes en la región
Actualmente las entidades de cooperación de la región trabajan en más de treinta países y están actuando con 640.000 personas, explica Gutiérrez quien subraya que eso “está permitiendo que estas personas tengan derecho a la salud, a una mejor alimentación, a la educación”. Ha explicado que “la base social de las entidades es amplia, estimamos que unas 62 mil personas de la región colaboran con alguna de las organizaciones y más de 900 personas participan en algún voluntariado de cooperación en Castilla-La Mancha”.
Los datos indican que la media del porcentaje destinado por las comunidades autónomas a Ayuda Oficial al Desarrollo es de 0,12 por ciento, seis de ellas destinan menos del 0,06 por ciento. En 2024, la Junta de Comunidades destinó un 0,03 por ciento de su presupuesto a cooperación para el desarrollo, una cifra muy por debajo de la media autonómica. Además, las principales administraciones públicas en la región destinan un 0,17 por ciento de sus presupuestos para ayuda al desarrollo. Lo que sitúa a Castilla-La Mancha en la antepenúltima en todo entre todas las comunidades autónomas.
Gutiérrez explica la importancia de mejorar estos datos: “Según Naciones Unidas, más de 700 millones de personas pasaron hambre en 2023 y hay 780 millones de personas que no saben leer ni escribir” y explica que en realidad “sí se puede sacar a muchas personas de esta situación” y pone como ejemplo “con 160 dólares de una manera sostenida en algunos años se podría sacar a una persona de esta situación de hambre”.
Por poner en cifras, explica, “por cada millón de euros que el Gobierno de Castilla-La Mancha pusiera en este tipo de ayudas podríamos sacar a 6.000 personas de esta situación de hambre”. Una cuenta que si se realiza en lo relativo al ámbito de la Educación arroja unos datos muy altos también. “Pasa igual, por cada millón, podríamos sacar a unas 4.000 personas del analfabetismo”, ha explicado el presidente de la Coordinadora.
Para Helena Sánchez es una pérdida de oportunidades porque “si se incrementan los presupuestos en Castilla-La Mancha, el tejido social, y por tanto la ciudadanía de la región se verían reforzadas”. Y ha recordado iniciativas que ya fueron exitosas en el pasado y que aún siguen siéndolo en otras comunidades autónomas “como por ejemplo la Red de Escuelas para la Paz y el Desarrollo, que en su día llegó a tener sesenta centros de la región en esta red de alcance europeo”, recuerda.
Ocho puntos en su resolución dirigida a las administraciones públicas
Por este motivo la Asamblea ha emitido una resolución con ocho puntos en los que solicitan: El compromiso económico y administrativo a través del aumento del presupuesto regional para alcanzar el 0,7 por ciento en 20230; una reforma de la Ley de Cooperación regional y el fortalecimiento de los presupuestos de cooperación en entidades locales. “Porque cada euro que se dedica a cooperación tiene un impacto directo sobre los derechos de las personas, por eso vamos a seguir reivindicando que se sigan aumentando los fondos”, ha resumido Fernando Gutiérrez.
Por otro lado, ha solicitado el fortalecimiento de los programas humanitarios y de construcción de la paz “con campañas de sensibilización sobre procesos migratorios”, añade Helena. De hecho, la Coordinadora ha pedido un impulso a la participación ciudadana “con una visión transformadora desde la infancia”, apuntan desde la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP) . También, la adopción de principios de coherencia de políticas de cooperación, incorporando principios feministas.
Finalmente, las 36 entidades han apostado por una cooperación transformadora que mejore los lugares en los que trabajan pero que repercuta positivamente en la sociedad autonómica. En esa línea, la responsable de ACPP ha apuntado el gran potencial que la región está perdiendo por falta de presupuesto, “por ejemplo, con programas de intercambio de saberes entre comunidades agroecológicas desde el sur global para crear laboratorios rurales para innovación, porque el desarrollo sostenible tiene mucho potencial”.
En su opinión, podría desarrollarse con una perspectiva transformadora y vinculada a las economías locales “lo que nos permitiría vincular cooperación, transición ecológica y feminismo”. Un argumento que enlaza con el último punto que demandan este grupo de entidades: la construcción de narrativas solidarias frente a los discursos de odio y la desinformación.
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