Las escuelas de idiomas, en pie de guerra: “Castilla-La Mancha no puede ser laboratorio para su desmantelamiento”

Las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI) de Castilla-La Mancha están en pie de guerra. Hay malestar y preocupación después de que el pasado 29 de mayo una reunión online con responsables de la Consejería de Educación pusiera sobre la mesa cambios sustanciales en su funcionamiento y, quizá, en su futuro a medio plazo.
Varios de estos centros públicos, alumnos y profesores ya hablan esta semana abiertamente de “recortes” por parte del Gobierno de Emiliano García-Page. No es algo nuevo porque estos centros coinciden en señalar que están viendo “cercenado” su funcionamiento en los últimos años. Creen que se está produciendo el “desmantelamiento progresivo” de este servicio público.
No hay una comunicación 'oficial', pero se apuesta por la obligatoriedad de que los grupos tengan un mínimo de 10 alumnos para poder conformarse y que se pueda llegar a una elevada ratio de 32. También se apuesta por combinar alumnado presencial y a distancia en un mismo grupo, como medida “innovadora” y se incluye la aparición de una nueva modalidad de cursos “mixtos” en los que convivirán dos niveles distintos (A2 + B1, B2.1 + B2.2, C1.2 + C2, entre otras combinatorias) hasta llegar ese mínimo de 10 alumnos fijado por el órgano competente en materia de Educación.
Desde la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Hellín se muestran contundentes. “Un atraco a mano armada es lo que pretende hacer con la Educación este Gobierno regional mal llamado socialista, pero no estamos dispuestos a perder este bastión pese a que las condiciones de trabajo de los funcionarios interinos son de las peores en esta comunidad castellanomanchega, porque nos gusta lo que hacemos, lo disfrutamos y lo vivimos para y con los alumnos”.
Es lo que han trasladado en una carta dirigida la opinión pública. Charlamos con el director de este centro por teléfono. En la sala, durante la conversación, está también buena parte del profesorado del centro hellinero. A todos y a todas les preocupa el cariz que está tomando su situación. “Algunas de las cosas que al principio parecían como una posibilidad se han convertido en obligación”, dice Manuel Jaldo.
“No se ha hecho un estudio previo, es una manera de experimentar y no sabemos cómo va a salir”, lamenta este docente de inglés.
Su compañera en el centro, Yolanda Yanes, que ejerce las funciones de secretaria en la escuela dice que no hay una comunicación “oficial” sobre las medidas y que además “se han basado en datos del número de alumnos que no tienen porque el plazo de admisión se abre ahora. Muchos de los actuales alumnos se matricularán en septiembre, ahora están en la playa y los nuevos tienen plazo hasta el 31 de octubre”.
La docente, que imparte también inglés, explica que en el centro albaceteño se enteraron por correo electrónico, “el habitual en junio para comunicar el cupo del siguiente curso, cuando vimos que desaparecía alemán, un grupo de B2 de inglés y C2, y aparecía una fusión de grupos de francés”.
No se ha hecho un estudio previo, es una manera de experimentar y no sabemos cómo va a salir
Yolanda Yanes cree que esta decisión “atenta contra el principio de igualdad” y así se lo ha trasladado en una carta dirigida tanto a los sindicatos como a la Inspección Educativa. “Esto es un servicio público y tiene que existir con los recursos necesarios. No sabemos cuánta gente va a haber en un hospital, pero esos recursos tienen que estar. Lo que no se puede hacer es recortar”, critica.
La decisión de la Junta de Castilla-La Mancha, lamentan, les ha pillado a contrapié, en pleno cierre de curso que termina el 30 de junio y con el alumnado (y sus delegados) fuera ya de las aulas, iniciando las vacaciones. “Lo han hecho tarde, con toda la intención para que no nos dé tiempo a reaccionar”, lamenta la profesora.
La dura carta de Pedro Pablo Novillo, exviceconsejero de Educación
Pese a que las clases han acabado, el malestar no solo se ha trasladado desde el personal de estos centros. Algunos alumnos se suman a las críticas. Lo hace incluso el que fuera viceconsejero de Educación de Castilla-La Mancha, Pedro Pablo Novillo, hoy alumno de la EOI 'La Equidad' de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real.
Se muestra perplejo con la política educativa del actual Gobierno regional, de la que él mismo fue responsable hace ya algunos años. “No comprendo cómo pueden tomarse -y más de golpe y porrazo- medidas que ponen en el disparadero de la desaparición a las [EOI] que no son de capital de provincia, y en la merma de calidad a todas sin excepción”.
Lo dice en una contundente carta que ha hecho llegar a este medio. “Castilla-La Mancha no puede ser el laboratorio donde comience (o se continúe, que en la vecina Madrid algo han ensayado) el desmantelamiento de las Escuelas Oficiales de Idiomas”.
Precisamente, la EOI 'La Equidad' de Alcázar de San Juan es otro de los centros que ha expresado públicamente su malestar. “Queremos hacer pública nuestra gran preocupación por la drástica reducción del cupo de profesores concedido a nuestro centro de cara al próximo curso”.
Ya advierten de que no podrán ofertar todos los niveles de los idiomas alemán, francés e italiano, dicen que habrá “masificación” de los grupos de inglés y “falta de plazas para nuevos alumnos”. Es decir, lamentan, “se dificulta enormemente el derecho de los ciudadanos a una formación pública de calidad en idiomas”.
Expresan también una petición. “Nos gustaría poder seguir desempeñando este papel en el futuro y por ello pedimos a la Consejería que reconsidere las medidas adoptadas”.
Nos gustaría poder seguir desempeñando este papel en el futuro y por ello pedimos a la Consejería que reconsidere las medidas adoptadas
Desde Toledo, representantes del alumnado en el Consejo Escolar de la Escuela Oficial de Idiomas han difundido otra carta en la que se suman así al “rechazo” del resto de estos centros en la región porque, en su opinion, “van a ver cercenado, otro año más, el cupo de profesores para el próximo curso”.
Rechazan la idea de dos niveles distintos en una misma aula “que luego tendrán que realizar un examen totalmente distinto para certificar una competencia más alta o baja al final del curso. A esto se le llama desde la Consejería de Educación eficiencia en la gestión de recursos”, ironizan.
¿Qué dice la Consejería de Educación?
Sobre toda esta marea de críticas, la Consejería de Educación se limita a un escueto comunicado en el que ofrece sus razones, a preguntas de este medio.
Sus responsables dicen mantener “un firme compromiso con las escuelas oficiales de idiomas, que son la oferta de carácter pública y de calidad para estudiar y certificar y titular en enseñanzas de idiomas”, pero también que estos centros “están experimentando una pérdida significativa de alumnado”.

Lo achacan a causas variadas, desde “el auge de academias privadas, el reconocimiento de algunos de estos como oficiales, el endurecimiento de los requisitos académicos para superar las pruebas a nivel estatal, y los cambios en los hábitos formativos de la población adulta, entre otros”.
Educación dice en algunos casos “se ha constatado una notable reducción de la asistencia a partir del segundo trimestre del curso, llegando a tener grupos con un solo alumno o sin alumnado alguno” y que eso exige “un ejercicio responsable de planificación para garantizar la sostenibilidad y eficiencia del sistema, sin renunciar a la calidad de la enseñanza pública”.
Desde Hellín no lo niegan, pero el director Manuel Jaldo lamenta que no se hayan tenido en cuenta sus propuestas de mejora en el sistema de matriculación, abriendo la posibilidad a estudiantes de 14 años o recuperar antiguos alumnos. “Algunos no quieren certificar, quieren venir a clase por disfrutar”, asegura. El director ironiza: “Si la planificación es reducir costes, pues ya está. Mi opinión es que se ha dejado en manos de Recursos Humanos y no hay ninguna autocrítica”.
Por otro lado, Educación justifica la “posibilidad” de establecer agrupamientos mixtos aunque matiza que se hará “respetando siempre la separación de niveles en las evaluaciones oficiales”. En su opinión, este sistema organizativo “permite mantener la oferta educativa incluso en situaciones con baja demanda, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso, o en idiomas minoritarios”.
El director de la EOI de Hellín subraya - y critica- la “mezcolanza” de grupos. “Va en contra del marco común europeo, que separa los niveles de aprendizaje de idiomas”.
Frente a eso el departamento regional de Educación mantiene su apuesta por las “experiencias innovadoras en idiomas y escuelas con especial dificultad como abrir la modalidad on line y/o presencial simultáneamente, que permita estudiar a cualquier alumno resida donde resida” y también “al ritmo y horario que las circunstancias laborales y personales les permitan”. Sobre esta cuestión Yolanda Yanes dice que “no cabe duda que son innovadoras, pero no metodológicas y no son válidas para la enseñanza de idiomas”.
Mientras la Consejería de Educación habla de “criterios de mejora de la gestión, eficiencia de los recursos públicos y adaptación a la nueva realidad educativa”, profesionales y alumnos de estos centros critican el nuevo modelo que todavía no se ha estrenado.

Manifestaciones este jueves
En Hellín y también en Alcázar de San Juan, este jueves se han manifestado contra los “recortes” en las escuelas oficiales de idiomas. También están recogiendo firmas. Su malestar no difiere del que estos días se está trasladando desde otros puntos de la región. En Castilla-La Mancha hay 13 EOI, pero el temor al cierre, sobre todo de las más pequeñas crece estos días.
Esperan el apoyo de la población castellanomanchega y de los alumnos y alumnas. Juan Carlos, ordenanza en la EOI de Hellín se suma a la conversación con elDiario.es de Castilla-La Mancha para explicar en el pueblo comentan que “cada vez es más difícil, se piden más destrezas y no certifican si no llegan a una nota de seis y medio... Da la sensación de que quieren ir quitando las escuelas. Todo son trabas y eso cansa”.
Si esto desaparece, estamos simplemente recurriendo a la economía de mercado: que no es económicamente viable... ¡Fuera! Cuando en realidad estamos perdiendo un valor social y cultural"
Los directores y el profesorado de los centros rechazan las ratios mínima y máxima en los grupos, la desaparición de determinados idiomas, piden mantener la oferta horaria y el cupo de profesorado, flexibilizar la admisión y la matrícula, o revertir recortes que, dicen, “se vienen acumulando en los últimos años”, con plazas que se van amortizando sin nueva cobertura cuando se producen jubilaciones.
“Muchos de nosotros somos funcionarios públicos de carrera, no tememos perder el empleo, pero a mí lo que me preocupa es que no se está defendiendo la escuela pública. Y en Hellín me daría mucho pena que desapareciera un referente cultural. Aquí la programación y el espacio cultural brilla por su ausencia, sin perjuicio de toros o Semana Santa”, afea Yolanda Yanes.
“Si esto desaparece, estamos simplemente recurriendo a la economía de mercado: que no es económicamente viable... ¡Fuera! Cuando en realidad estamos perdiendo un valor social y cultural”, apostilla el director.
1