Gloria Patricia Rodríguez es investigadora, divulgadora científica y profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real y cuenta que estudió Químicas, para especializarse después en Ingeniería Metalúrgica. “En las primeras entrevistas de trabajo me dijeron que 'No' porque era mujer. Y no lo hicieron de forma sutil”.
Es parte de su vida laboral. Hoy es profesora de la Escuela Escuela de Ingeniería Industrial donde solo hay un 18% de mujeres estudiando la carrera y lo lamenta. Lo ha contado ante las Cortes de Castilla-La Mancha en un Pleno especial por el 8 de marzo. Su testimonio se ha sumado al de otras cuatro mujeres que se han dirigido a los diputados y diputadas.
“Hay muchas carreras universitarias donde las mujeres somos minoría. Esto ha ocurrido siempre, pero iban pasando los años y no fue consciente de la importancia que tenía” hasta que hace ahora siete años puso en marcha, junto a otras colegas el proyecto 'Mujeres ingeniosas'.
“Ahora somos ya 50 las que trabajamos para aumentar la presencia femenina en carreras de Ingeniería. No es capricho. Vivimos en un mundo tecnológico con grandes problemas a solucionar desde la Ciencia y la Tecnología”, ha dicho, para poner como ejemplos los retos relacionados con el cambio climático, la salud, la tecnología de los alimentos o cómo se gestionan los materiales estratégicos, la energía, cómo se eliminan los residuos, cómo seguir con la exploración espacial y, “desde luego”, la inteligencia artificial.
“Son retos y las mujeres no estamos ahí”, advertía. “Y es que no vamos a estar si no estamos en las aulas, formándonos. Es un gran problema. Tenemos que abordarlo para solucionarlo. Tenemos que liderar las propuestas, los grupos de trabajo, los comités y las soluciones”.
Y ofrecía un argumento más. “Además es que es ahí donde más trabajo va a haber. Si no estamos las mujeres seguirá aumentando la brecha laboral. En ello trabajamos 'Mujeres ingeniosas”, ha recordado, con varios objetivos que van desde romper estereotipos de genero implantados desde la infancia, humanizar la tecnología mostrando su fin social y también mostrar a las niñas los referentes femeninos.
Cree que “hay mucho que hacer” y que “la nueva generación lo tiene muy duro porque va a tener que trabajar en nuevos avances para las que vendrán detrás”.
Ante el Parlamento regional ha querido dejar un mensaje: “Cojamos lo positivo para tener ánimo y continuar. Nos queda mucho camino por recorrer”, insistía.