El lince ibérico, cada vez más cerca de asentarse en el Parque Nacional de Cabañeros
El lince ibérico puede estar cada vez más cerca de asentarse en el Parque Nacional de Cabañeros, si se confirma la presencia estable de un ejemplar de esta especie observado en varias ocasiones en el término municipal de Navas de Estena (Ciudad Real), la localidad más cercana al parque.
Varias personas han grabado a este ejemplar en el entorno del parque nacional, lo que puede ser indicativo de que el lince ibérico está expandiendo su territorio más allá de sus áreas de reintroducción en Castilla-La Mancha, han asegurado en declaraciones a EFE.
Por su parte, el director del Parque Nacional de Cabañeros, Ángel Gómez Manzaneque, ha comentado que de confirmarse la presencia de este ejemplar de lince, se trataría de una muy buena noticia.
En cualquier caso, ha querido ser prudente sobre si se trata de un ejemplar que definitivamente haya decidido quedarse en esta zona o si está de paso, ya que, ha dicho, “de momento no lo han podido confirmar ni técnicos del Consejería de Desarrollo Sostenible, ni agentes medioambientales”.
En cualquier caso, Manzaneque ha recordado que desde hace años se ha corroborado la presencia más frecuente de linces ibéricos en zonas limítrofes al área de reintroducción de Montes de Toledo, donde el proyecto Life+Iberlince comenzó a realizar sus primeras sueltas hace años.
De hecho, desde que hace diez años fueron liberados los primeros linces ibéricos, la población de esta especie se ha consolidado notablemente tanto en Montes de Toledo como en Sierra Morena Oriental y Occidental.
Durante el año 2022, el seguimiento de la especie ha permitido detectar 84 camadas silvestres con al menos 223 cachorros; de los que 107 han sido localizados en Montes de Toledo, 65 en Sierra Morena Oriental y 47 en Sierra Morena occidental, un total de 112; y 4 en la provincia de Albacete.
Actualmente en la región se encuentran asentadas 112 hembras territoriales, 53 en Montes de Toledo, 37 en Sierra Morena Oriental, 21 controladas en Sierra Morena Occidental y una en la provincia de Albacete.
Todo ello, eleva la población en Castilla-La Mancha a 359 individuos mayores de un año (adultos y juveniles), cifras que estarían por encima de los 582 ejemplares si se suman los cachorros nacidos en 2022.
El Parque Nacional de Cabañeros juega un papel importante
Manzaneque ha señalado que el actual programa 'Life Lynx Connect' busca conectar las distintas poblaciones entre sí y disminuir las amenazas de la especie, y ahí, ha dicho, “el Parque Nacional de Cabañeros ha de jugar un papel importante”.
Ha apuntado que algunos linces liberados en Montes de Toledo se han movido con cada vez mayor frecuencia en las inmediaciones del parque nacional, lo que hace pensar que “en un futuro no muy lejano este será un destino frecuente para los que buscan nuevos territorios”.
“Confiamos en que acaben estableciéndose y esta especie pueda convertirse en un atractivo turístico más para los miles de visitantes que acuden a visitarnos”, ha dicho.
Que este espacio protegido sea destino definitivo de alguno de ellos, ha indicado, será “cuestión de tiempo”, pues ya ha habido constancia en otras ocasiones de ejemplares que han pasado por Cabañeros, aunque finalmente no se quedaron.
Ese fue el caso de Khan, un ejemplar macho liberado en el término municipal de Mazarambroz (Toledo) en noviembre de 2014, que atravesó por el norte de Cabañeros y luego continuó su viaje hasta el sur de Portugal.
Otro ejemplar de lince ibérico del que se tuvo constancia de su paso por Cabañeros fue Luna, una hembra liberada en el Valle de Matachel (Badajoz), que estuvo varios días en el parque, pero, finalmente, no se quedó.
Además de Khan y Luna, también se constató la presencia de otros dos ejemplares al norte del parque nacional, como fue la de Mirabel, una hembra liberada en Mazarambroz, y de Moruno, un macho liberado en Ventas con Peña Aguilera (Toledo), que, tampoco se decantaron por el parque como lugar de estancia definitiva para ellos.
Manzaneque ha deseado que este lince en dispersión decida finalmente quedarse en el entorno de Cabañeros o en el propio parque, porque, de ser así, “sería un motivo de alegría”.
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