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Las mujeres que quieren desfilar como “moras y cristianas” en un pueblo de Cuenca y no solo “coser y cocinar”

Fiesta de Moros y Cristianos en Valeras de Abajo

Alicia Avilés Pozo

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En noviembre de 2023, Castilla-La Mancha declaró como Fiesta de Interés Turístico Regional la celebración de “Moros y Cristianos de Las Valeras”. Se lleva a cabo el tercer fin de semana de enero en el municipio conquense de Valera de Abajo, en la provincia de Cuenca, de unos 1.500 habitantes.

Al igual que en otros puntos de España, en esta localidad es una de las tradiciones más entusiastas y coloridas de la zona. Los vecinos se transforman en actores de una narración que mezcla historia, cultura y religión, ya que rememoran las épocas medievales, cuando la Península Ibérica estaba dividida entre los reinos musulmanes al sur y los reinos cristianos al norte.

Y al decir “vecinos”, son eso, “vecinos”, no “vecinas”. Es una fiesta que emana de las tradiciones y en la que principalmente se lucen los hombres. Las mujeres participan en su organización. Asisten como público. Es más, prácticamente la hacen posible, pero no desfilan ni forman parte de esa parte colorida de la soldadesca y el batalleo.

Porque en estas fiestas los participantes se dividen en tropas o filas que representan tanto a los moros como a los cristianos y se visten con trajes detallados y extravagantes que recuerdan a los guerreros y nobles de la época. Se inician con el desfile inaugural, donde todas las tropas marchan por las calles de la localidad con su indumentaria al completo, desde brillantes y coloridos trajes hasta elaborados uniformes, capas y turbantes. Todos ellos hombres.

Sin embargo, en pleno siglo XXI, las mujeres de Valera de Abajo siguen siendo “excluidas de participar activamente en estas fiestas como soldados”. “Aunque nuestro papel es fundamental en la organización y desarrollo de las mismas, no se nos permite desfilar al igual que los hombres. Y esta exclusión no se justifica en los estatutos, porque no existe ninguna referencia que prohíba nuestra participación. Es, simplemente, una cuestión de costumbre”, lamenta María Motos, del colectivo “Moras y Cristianas de Valera”.

"Asumimos gran parte del esfuerzo y del gasto necesario para cumplir con las tradiciones"

María Motos Asociación Moras y Cristianas

Este grupo de mujeres comenzó a organizarse hace un año para cambiar las tornas. Entonces eran diez, y transcurrido un año ya son más de medio centenar, entre ellas también hombres. Cuentan además con el apoyo de muchos vecinos y vecinas del pueblo, que en el transcurso del último año les han dicho por la calle, en la plaza y en los bares, que los tiempos cambian y las tradiciones también. Animadas por esta situación y ante la proximidad de la fiesta, han lanzado una campaña online para recoger apoyos.

Cuenta María Motos que las vecinas se encargan de coser los trajes, de cocinar y de preparar los eventos, después acuden “con la misma fe y devoción” a los actos religiosos, y finalmente, asumen “gran parte del esfuerzo y el gasto necesario para cumplir con las tradiciones”. “Sin nosotras, las fiestas no funcionarían. Pero, a pesar de nuestro papel crucial, seguimos sin poder participar como soldados, un derecho que también nos corresponde”.

Explica este colectivo que hace un año dio un paso adelante para convertir en público lo que durante años había sido “un debate privado”. Ahora quieren diálogo, conscientes de que “este es un tema sensible en un pueblo pequeño como el nuestro”. “Pero también sabemos que, con respeto, todo puede avanzar”.

Ya han realizado solicitudes formales: una carta certificada para inscribirse en las filas, avaladas por un soldado, y comprometiéndose a cumplir con las tradiciones, tal como estipulan los estatutos. “Nunca recibimos respuesta”, indica otra de las portavoces, Irene Chumillas.

De igual forma, han pedido varias reuniones con la Junta Directiva de la Asociación Hermandad Dulce Nombre de Jesús, con generales y cofrades. Todos son hombres. Tras una negativa inicial por correo electrónico, las solicitudes fueron ignoradas. Este medio se ha puesto en contacto por escrito con la asociación encargada de organizar las fiestas sin que por el momento haya recibido ninguna respuesta.

Las vecinas se ha reunido también con el alcalde y con el párroco de la localidad, quien preside las filas de soldados. Afirman que el alcalde, Daniel Pérez Osma, (PP), les ha mostrado apoyo, pero solo en privado. Desde elDiarioclm.es también hemos pedido por escrito al Ayuntamiento de la localidad, perteneciente a Las Valeras, la valoración del alcalde sobre esta cuestión. Tampoco ha habido respuesta.

Ante esta situación, estas mujeres han decidido también pedir asesoramiento externo. Han consultado con abogados, juristas, historiadores y otras asociaciones de fiestas de Moros y Cristianos en España para conocer cómo se ha integrado a las mujeres en sus celebraciones.

“Queremos lo que nos corresponde como valerosas y como mujeres: vestirnos con el traje de moro o cristiano; desfilar, recorrer la bandera y cumplir y llevar al Santo Niño en andas con el mismo orgullo y devoción que los hombres”, reafirman.

Pero ante todo, María Motos destaca que su petición la realizan “desde el respeto”. “Solo queremos dialogar, no queremos confrontar ni enfrentar a nadie con nadie. Ni tampoco perjudicar la imagen de nuestro pueblo. Solo queremos ser parte activa de nuestras fiestas, vivirlas desde dentro y engrandecerlas con nuestra participación”.

“La pregunta que queda es: ¿por qué no podemos ser Moras y Cristianas? La respuesta no la tenemos nosotras. Se la tienen que hacer a quienes insisten en mantenernos al margen y negarnos la participación en unas fiestas que, les guste o no, también son nuestras”, concluye.

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