El 'fin del mundo' entre cañones, minas y agua que se proyecta como parque temático en un pueblo de Albacete
Las aguas del parque natural de los Calares del Mundo y de la Sima en la localidad albaceteña de Riópar marcan su curso entre simas y cascadas. Tras 150 kilómetros de recorrido, este río vierte sus aguas en el Segura en el municipio de Hellín. En este entorno de gran riqueza natural, el Ayuntamiento de Hellín, de la mano de su principal impulsora, María Jesús López, concejala de Turismo, proyecta un gran parque temático llamado el 'Fin del Mundo', con el que pretende transformar el modelo económico del municipio y sus alrededores.
Se trata de un proyecto turístico sobre una superficie total de 3.300 hectáreas cuya construcción completa costaría en torno a 80 millones de euros. Consistirá en 12 paradas tematizadas distribuidas a lo largo de 11 kilómetros de una línea férrea donde el visitante podrá disfrutar de tirolinas, bicicletas colgantes, pasarelas y puentes imposibles en un entorno de agua, cañones y minas.
Su financiación correrá a cargo de los fondos europeos 'Next Generation'. El objetivo es poner en valor el patrimonio ligado al Tolmo de Minateda, una de las joyas del arte rupestre levantino junto con las antiguas minas de azufre. “Con esta cantidad de dinero, el objetivo es buscar inversores, hacer diseños y estudios del entorno para crear de cero una industria turística. Todo para inducir a la inversión privada. Por ello, ponemos un recurso en circulación y buscamos inversores turísticos que estén dispuestos a desarrollar esta industria en Hellín”, explica la concejala.
Un parque temático con diferentes atracciones que será la representación de la cultura y del patrimonio de Hellín. “Esto es la gran magia de este espacio. La mezcla de la historia, la cultura, el arte, la naturaleza, la gastronomía o el patrimonio. Por ello será el parque más grande del mundo de estas características, donde generará muchos puestos de trabajo y beneficios económicos para el municipio”. Un espacio “único en todo el mundo” porque cuenta con una vía férrea dentro.
¿Cómo nace este futuro parque temático?
Hellín transformará la antigua vía de Camarillas, un trazado de 11 kilómetros en desuso entre el entorno del pantano de Camarillas y las minas, con doce paradas temáticas. Su uso está en manos del Ayuntamiento de Hellín con una única condición: que fuera utilizada con fines turísticos.
En un principio se planteó crear como un “caminito del rey” manchego en los cañones con unas pasarelas, pero el proyecto cambió tras hablar con el arquitecto José Manuel Pizarro, que está al frente de la empresa Línea Vertical, diseñadora entre otros parques temáticos de Xcaret, en la Riviera Maya. “Me comunicaba que teníamos una mina de oro porque en su visita veía aspectos parecidos a Petra, las Pirámides de Egipto y el Gran Cañón”. Diseña parques en todo el mundo aprovechando los entornos. Por ello elementos como el cañón, la naturaleza, la vía férrea o el agua son “requisitos para generar una industria turística en Hellín”, explica la concejala. Ahora será un gran parque temático llamado ‘Fin del Mundo’, un nombre que guarda relación con las aguas del nacimiento del Río Mundo porque terminan su curso en el Segura donde se encuentra este entorno.
Un parque de aventuras que estará tematizado y moverá entre dos y cinco millones de visitantes en un periodo de diez años. Se podrá adquirir la entrada en las estaciones de parada y disfrutar de la actividad que se propone en cada una de ellas. “Se contratarán actividades sueltas porque para hacerlo todo se necesitan cuatro días. Por ello se da la oportunidad de elegir las que se quieres hacer, aunque se pueden parar en todas las estaciones para verlas”, detalla la responsable municipal de Turismo.
Doce paradas temáticas con tirolinas, pasarelas o puentes colgantes
Este gran proyecto se podrá presentar públicamente con maquetas a escala en pocas semanas. El par temático consta de 12 apeaderos con atracciones tematizadas que unen, a través de la vía férrea, el paisaje, la cultura y la aventura. Además, estarán inspiradas en el patrimonio histórico de Hellín como son las pinturas rupestres del Tolmo de Minateda, el tambor y su Semana Santa, declara de Interés Turístico Internacional.
El recorrido comenzará en la estación 'cero', la de Agramón, donde se cogería un vehículo eléctrico para llegar por un camino rural hasta el primer punto de la vía para subir al tren. “Esta es la primera parada donde se encuentra el famoso tren que servirá para transportar al visitante, llevar suministros, desplazar a trabajadores y sacar residuos. Todas las estaciones tendrán un aspecto parecido con arcos visigodos, luego el entorno depende del espacio para disfrutar de las diferentes atracciones”.
La primera parada temática será la estación número dos, dedicada a un parque de niños con columpios y grandes laberintos. Estos laberintos, al estar en una zona de secano, reflejarán cuatro figuras rupestres enormes de 200 metros, como un ciervo. Se construirán con tapiales altos que además proporcionan sombra. También se podrán visualizar desde la altura de una edificación inspirada en un báculo de Semana Santa que mide unos 40 centímetros. Tendría una base simulando a un tambor para acceder a las cuatro torres inclinadas inspiradas en las iglesias de Hellín que contarán con restauración y tiendas con unas vistas “espectaculares” a los laberintos.
La parada número tres corresponde a pistas de bicicletas. Tendrá cuatro kilómetros de recorrido con cinco puentes con entradas o no de agua. “Esta estación estará preparada para carreras de BTT”.
Las estaciiones cuatro y cinco estarán conectadas por una ruta para contemplar el paisaje a vista de pájaro con miradores de altura. Además, se unen también por tres tirolinas de hasta mil metros de longitud y pasarelas de agua que llegan a la estación seis. “Lo más espectacular es que una de las tirolinas te hace situarte a cinco metros por debajo del nivel de la meseta para poder contemplar las espectaculares vistas al embalse de Camarillas donde luego se tendrá que volver para continuar con el recorrido”, dice López. También este punto del parque contará con un restaurante tematizado en la Semana Santa de Hellín aprovechando unas antiguas ruinas ferroviarias.
En la estación número seis habrá zorbs (bolas transparentes inflables para caminar) para realizar rutas que contarán con tres circuitos diferentes.
A partir de la séptima parada, el parque continúa por el impactante cañón de los Almadenes donde se montará una pasarela a 22 metros de altura con un sistema de muelle flotante por si el nivel del agua sube o baja. En esta estación se podrán realizar actividades acuáticas guiadas como piragüismo o bicicletas sobre el agua. Además, se podrá pescar con licencias que el parque gestionaría en el pantano con embarcaciones eléctricas. Otra excusión en este entorno será adquirir la entrada para subir en un barco totalmente transparente.
En este punto del parque se podrá realizar un tour por el cañón a través de unas pasarelas que atraviesan este espacio y que serán totalmente accesibles para todas las personas. Además, el cañón, en la parte más angosta se estrecha hasta los cinco metros de anchura. Aquí, el proyecto recogerá un anfiteatro donde podrán celebrarse conciertos. Las gradas estarían por encima de las pasarelas, a unos 80 metros de profundidad y a unos 25 metros del suelo. El diseño está basado en una gran estructura inspirada en tambores. Además, en esta estación se podrán realizar ferratas.
Continuando con el recorrido, aparece una falla. Habrá que atravesarla por un puente de 65 metros para evitar los desprendimientos. En medio de se podría parar a contemplar las vistas de la entrada y salida del cañón en un mirador en forma de tambor. “Las pasarelas y puentes estarán bien ancladas para que no se muevan y evitar la sensación de vértigo. Tendrán una gran seguridad para que sean accesibles a todas las personas”, añade la concejala.
Así, atravesando el cañón por pasarelas, se llegaría a la estación número ocho, que se considera el fin del tour para acceder de nuevo a la vía férrea.
En la estación número nueve se encuentra otro cañón abierto sobre los arrozales. “Lo bonito de verlo es desde arriba y no desde el tren. ¿Cómo lo hacemos? Se hará un tour de bicicletas colgantes entre la naturaleza pedaleando a una velocidad controlada y totalmente segura. También habrá una zona de miradores”. Además, esta parada cuenta con atracciones como estructuras de arroz entre los árboles, un espacio que abarca alrededor de dos kilómetros.
La décima parada está ubicada en la antigua estación de tren de Las Minas, cerrada cuando la vía entró en desuso. Aquí la idea sería remarcar por una parte el patrimonio ferroviario de Hellín incluso con la instalación de vagones-restaurantes de lujo. Además, esta estación cuenta con las minas de azufre y las casas-cueva excavadas en la roca por sus trabajadores en el siglo XIX. A través de un sendero se podrá observar la historia de este lugar.
En la parte final del recorrido, en plena desembocadura, el proyecto encierra un rocódromo y unas pasarelas para acceder al 'Mirador del fin del Mundo', lugar desde donde puede observarse un entorno único de arrozales. Además, contará con unos columpios en la parte alta donde poder observar ese fin del mundo. Esta sería la estación once que permitiría llegar a pie hasta la última parada donde habría suvenir, hostelería, entradas para otras atracciones entre otras. “Todo porque se pueden contratar solo las actividades que se quieran realizar en la visita, además todas las atracciones cuentan con material que facilitarán al visitante en el momento de realizar la aventura”, indica María Jesús.
En todo el recorrido habrá cámaras para velar por la seguridad del visitante, al igual que para hacer fotografías y videos que se podrán adquirir al término de la aventura.
Hoja de ruta del parque: 80 millones de inversión en diez años
La hoja de ruta para que el 'Parque del fin del Mundo' sea una realidad pasa por la presentación de este proyecto. A partir de ahí comenzará el análisis económico y así poder lanzarse a la búsqueda de inversores. En los planes está poner en marcha una primera fase que requeriría una inversión de 40 millones de euros en cinco años y completar la construcción con una segunda fase con las mismas condiciones en tiempo y coste. La empresa que se haga con la licitación de parque poseería una licencia administrativa por 40 años para la explotación.
¿Cómo atraer futuros inversores? La concejala pone de ejemplo el parque de Xcalet en Riviera Maya, que cada año visitan en torno un millón de personas. “Si nosotros pudiésemos atraer a un millón de personas y que, de media, se gasten unos 100 euros en la visita, el parque obtendría una facturación de 100 millones de euros”. Además, resalta que cuenta con el potencial turístico de las provincias de Alicante y Murcia que reciben a muchos turistas y que podrían llegar hasta el parque en tren o en autobús.
En la primera fase de construcción, desde el Ayuntamiento de Hellín calculan que pueda albergar entre 1,5 y 2 millones de turistas al año, por lo que en un plazo de diez años podrían llegar a los 5 millones. Para conseguirlo, la concejala destaca que sería necesario “conectar el final de la línea férrea con la estación de Calasparra a través de otros 11 kilómetros de vía que también quedaron en desuso y cuya gestión ha pasado al Consistorio hellinero”. Así, quedaría abierta una segunda conexión con el 'Fin del Mundo'.
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