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‘Pactos de silencio’, el documental que denuncia el “lucro” de grandes fondos de inversión en residencias para mayores

Las carencias del modelo residencial para personas mayores en España salieron a la luz de forma muy latente durante la pandemia de COVID-19. Los problemas venían de antes, tal y como habían denunciado numerosos colectivos, sobre todo de Catalunya y de la Comunidad de Madrid, pero fue durante los periodos de confinamiento más severos cuando salieron a la luz múltiples deficiencias relacionadas con el modelo asistencial, la calidad de los servicios, la falta de personal y la gestión privatizada. Después de la nueva normalidad, “todo ha continuado prácticamente igual”.

Ese es el punto de partida del documental ‘Pactos de silencio’, una iniciativa con testimonios y entrevistas realizada por varios colectivos sociales que llevan años denunciando casos de vulneración de derechos en residencias. Consta de dos partes y la segunda de ellas ya se ha estrenado en el marco del Festival de Cine Comprometido de Guadalajara (FESCIGU).

Lo han realizado, con “escasos medios económicos y técnicos” asociaciones y particulares como Afectados BBS, #LaRealidadDe, Cecilio Cean, RTVP y Moviment de Residències i SAD.

Estrenamos también esta segunda parte en elDiarioclm.es, que pone el acento en el “excesivo lucro” que grandes fondos de inversión y capitales privados transnacionales realizan con las residencias en España:

Con motivo de la proyección en el Teatro Moderno de Guadalajara, el festival ha organizado también un coloquio con participantes y realizadores del documental. Han intervenido Fina Salazar, integrante de Moviment Residencies i SAD (Servicio de Atención a Domicilio) de Catalunya; María Victoria Zunzunegui, doctora en Epidemiología por la Universidad de California en Berkeley y Catedrática de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Montreal; y Montse de la Cal, una de las fundadoras de la Asociación Residencias Dignas de Azuqueca de Henares y codirectora del FESCIGU.

Montse de la Cal, activista en defensa de los derechos de las personas residentes, cuenta a este periódico que ‘Pactos de silencio’ cuenta “la realidad que no se sabe” sobre la situación de la dependencia y de algunas residencias de personas mayores, con testimonios “cercanos y directos”.

Tras más de diez años de militancia en la asociación de Azuqueca, que finalizó su actividad en 2017, De la Cal conoce a la perfección los mecanismos del modelo residencial español y detalla que la conciencia social sobre sus deficiencias comenzó con la pandemia, pero “los problemas venían de antes y en el documental se destapa algo que estaba escondido en algunos centros geriátricos”.

“Es un trabajo de muestra y de investigación sobre el negocio de la dependencia. Antes eran las empresas, al igual que el modelo alemán, las que construían los edificios para residencias y, aunque fuera un servicio público, los tenían concertados durante 40 años. Pero ahora lo que se denuncia es que se han mentido los grandes fondos de inversión y el capital transnacional. Eso es una parte nueva que apenas se conoce”, precisa.

El objetivo es dar un pelotazo y luego revender

Según explica, estos fondos adquieren las residencias durante cinco años “para dar un pelotazo y luego revender”, motivo por el que se habla en el documental de un “negocio lucrativo”.

Mientras, los problemas, afirma la activista y codirectora del festival, siguen siendo los mismos, sobre todo los relacionados con la falta de personal y la inspección. “Todo se produce porque estos fondos y empresas buscan un beneficio muy rápido y quitan alimentación y profesionales, que es donde se va la mayoría del gasto en una residencia”.

En el documental se detalla que de las más de 5.200 residencias que hay, en España, el 84% son privadas. Hay plazas públicas (“que es lo que se vende como público”) pero en centros de gestión privada y con los servicios externalizados.

“Ese es el modelo que impera, por lo que no hay nadie de la administración que pueda llevar un control. Si en España hay poco más de 200 inspectores para más de 5.000 residencias con unos 400.000 residentes, no llegan a nada y tampoco funciona el modelo”. Por ello, son los propios familiares y residentes -“los que pueden”- quienes hacen labores inspectoras, “lo cual es durísimo”.  

El diagnóstico personal que realiza Montse de la Cal es que, aunque la situación varía mucho entre residencias, la falta de personal se repite en cada caso. “Hay un vacío legal muy grande, el referente a la ratio de personas por cada diez residentes, que no es presencial, solo es en el papel. La ratio presencial no existe, no hay figura legal y es una de las grandes peleas”.

“Cada vez vemos más que el modelo de residencias en España se centra en apartar a las personas de la sociedad, tenerlos aislados. Eso no ha cambiado. Cada vez se demanda más ayuda en domicilio porque el modelo residencial no gusta. Se pierden derechos, libertades y autonomía y eso no puede ser cuando más vulnerable eres”, concluye.

Hablamos también con Roberto Martínez, que es, como Montse de la Cal, activista por estos derechos en Catalunya, además de coordinador y uno de los realizadores de ‘Pactos de silencio’. Su pareja, María José Alarcón, es la principal querellante de la causa judicial contra BB Serveis, la historia del mayor fraude conocido en este sector.

Afirma que el documental nació ante el “muro” con el que se encontraban los colectivos a la hora de informar sobre este problema. “En vez de quejarnos, decidimos dar el paso y actuar”. Subraya asimismo que se trata de un trabajo audiovisual “colaborativo” y con muy pocos recursos, pero que han conseguido “un mensaje con mucha fuerza”.  

Cuando no prima el bienestar, “sino el dinero”

“Consideramos que el mayor problema es que esto se ha convertido en un negocio y de ahí viene todo lo demás. Cuando lo que prima no es el bienestar, sino el dinero, se producen los recortes en personal, en recursos, en atención y en comidas. Todo es dinero, todo es lucro”.

El activista y realizador reitera que “prácticamente no hay residencias públicas” porque “donde hay grandes cantidades de dinero, habitualmente está todo externalizado”. Por eso ‘Pactos de silencio’ es un “bofetón de realidad” y refleja un problema “que ya no se puede ocultar”.

En su opinión, el documental y su acogida han sido “un premio a la insistencia, a la resistencia”. “Es como una tierra en la que no hay nada y luego la ves, con todo el trabajo, cómo da sus frutos. Pero hay un proceso anterior, a veces es un proceso difícil, solitario, ingrato. Ahora estamos consiguiendo que se hable de este tema”, concluye.

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