La Asociación de Amigos de los Conventos que se ha creado en Toledo no para. Desde su puesta en marcha hace unos seis meses ha impulsado distintas iniciativas y proyectos que tienen como objetivo ayudar a la supervivencia de estos espacios y apoyar a las comunidades de religiosas que habitan los mismos.
El colectivo ha revitalizado el convento de Santa Clara, donde este verano han programado varios conciertos o catas de vino, cerveza y productos de proximidad, y piensa llevar a cabo talleres, ferias o incluso iniciativas más atrevidas como poder habilitar aparcamientos o trasteros para residentes en el Casco Histórico. Un bien escaso en esta parte de la ciudad 'tomada' por el turismo.
Francisco Márquez, coordinador de la asociación, ha indicado en una rueda de prensa, en la que han presentado las actividades que van a realizar este verano, que están estudiando la posibilidad de modificar los huertos que tienen en algunos conventos para poder habilitar “entre 20 o 25 plazas de aparcamiento”, “respetando siempre primero la voluntad de las monjas”.
Respetando siempre primero la voluntad de las monjas
En este sentido, ha recordado que se trata de edificios catalogados como Bienes de Interés Cultural (BIC) en los que habría que actuar “con mucha pulcritud”. “Existen posibilidades”, ha señalado sobre posibles ubicaciones que podrían suponer un ligero alivio para los habituales problemas de aparcamiento que tienen los vecinos de este barrio.
El uso de estos espacios como aparcamiento de vehículos podría suponer un ingreso extra para el mantenimiento de estos monumentos, con unos elevados costes al tratarse de grandiosos y antiguos edificios, y de las propias monjas.