La Asociación Pueblos Vivos Cuenca ha celebrado que el proyecto de macrogranja de Ledaña, tras recibir informes desfavorables, tenga que someterse a una Evaluación de Impacto Ambiental ordinaria “por tener efectos significativos en el medio ambiente” y por “la posible acumulación con los impactos de otros proyectos existentes en la zona”.
Así lo señala la resolución dictada por la Delegación de Desarrollo Sostenible en Cuenca, en el que se señala que el proyecto deberá someterse a una Evaluación Ambiental Ordinaria y no simplificada, “como pretendía la empresa promotora”, advierten desde Pueblos Vivos. Entre otras razones, se ha informado desfavorablemente del proyecto por parte del Servicio Provincial de Medio Natural y Biodiversidad, puesto que la instalación se emplaza en una zona sensible por los recursos naturales presentes.
Pueblos Vivos Cuenca recuerda que la instalación se sumaría a otra que ya existe en Ledaña, que comenzó con 1.661 cerdos, pero que obtuvo en 2021 una autorización para ampliarse hasta 7.200 cabezas. Según señalan desde la asociación, la instalación “comparte administradores con otras empresas del Grupo Sanchiz, un grupo valenciano propietario de numerosas macrogranjas y plantas de biogás con purines”.
Además, recuerdan que Ledaña es una zona vulnerable a nitratos, según la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y ya en 2011 el Instituto Geológico y Minero avisó en un informe de los riesgos de la ganadería industrial en la calidad del agua. “A pesar de ello, el Gobierno regional dio luz verde a la ampliación de esta macrogranja en 2021”, lamentan. De este modo, advierten de que si se llega a construir el proyecto, la localidad tendría una ratio de “seis cerdos por habitante”.
Desde la Asociación Pueblos Vivos Cuenca aseguran no entender que la Junta de Comunidades tramite proyectos de ganadería industrial en zonas vulnerables a nitratos y en contra de la voluntad de los ayuntamientos de la zona. “Ya hay precedentes de autorizaciones ambientales concedidas por el Gobierno regional que han sido anuladas por la justicia al no considerarse el impacto acumulado de las macrogranjas ya existentes en la zona”, han indicado.
Recuerdan que así ocurrió en la autorización ambiental a la macrogranja de Hermanos Mata de Huerta S.L. en Huerta de la Obispalía, que fue recurrida y ganada por el Ayuntamiento de Torrejoncillo del Rey. Posteriormente, la Junta de Comunidades y los propietarios de la macrogranja han recurrido la citada sentencia.