La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha lamentado este lunes que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) “haya faltado a su compromiso de incorporar personal de vigilancia al centro de salud de Villacañas (Toledo)”. Esto, tras la agresión sufrida por cuatro trabajadoras por parte de la madre de una paciente el pasado domingo 12 de mayo, que llegó a “amenazar de muerte” a las trabajadoras.
Fuentes de la consejería de Sanidad señalan que, en efecto, se llevó a cabo una reunión con el Director-Gerente del Servicio de Salud, Alberto Jara, y el director general de Recursos Humanos, Íñigo Cortázar, en la que se acordó reforzar con personal de seguridad el centro de salud toledano tras la agresión. Además, se llegó al “compromiso” de dotar de “dobles equipos” a los Puntos de Atención Continuada.
Desde Sanidad señalan que se están realizando las gestiones necesarias para ampliar este personal, pero que aún no se ha incorporado el personal. A esto, añaden que se han mantenido conversaciones tanto con el Ayuntamiento como con la Delegación de Gobierno, para que agentes de la Policía Local y la Guardia Civil pudiesen apoyar la seguridad del centro, con patrullas ocasionales.
Desde la Delegación de Gobierno confirman que, en efecto, en las localidades donde se han producido agresiones, los agentes realizan patrullas para confirmar que no haya problemas.
Desde CSIF reclaman “celeridad” en la aplicación de estas medidas, porque desde la agresión denunciada “se han producido diversas acciones de hostigamiento a los profesionales del centro durante el horario del Punto de Atención Continuada (PAC), una situación que genera temor e inseguridad”.