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Toledo registró 35 casos de mesotelioma, el cáncer asociado al amianto, desde el año 2000

Restos de amianto en Santa María de Benquerencia (Toledo) en una imagen de archivo

Carmen Bachiller

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“El amianto mata de forma silenciosa” y eso en Toledo se ha traducido en 35 casos de mesotelioma, el cáncer asociado al amianto, desde el año 2000, dos años antes del cierre de la empresa Ibertubo, dedicada a la fabricación de materiales de construcción que en su actividad diaria manejaba grandes cantidades de amianto.

Estas afirmaciones forman parte de las principales conclusiones del Congreso Estatal sobre el Amianto que se ha celebrado este fin de semana en Toledo y a las que ha tenido acceso elDiarioclm.es. Un encuentro nacional para visibilizar que las fibras del asbesto siguen siendo un problema de salud pública en España, y en particular en la ciudad de Toledo, donde se calcula que hay unas 90.000 toneladas de este material enterrado en el barrio del Polígono desde hace décadas.

“Las instituciones nos han vendido que los retiraban, pero en realidad, lo único que han hecho ha sido taparlo, con los consiguientes problemas que esto ha generado”, apunta otra de las conclusiones del congreso en el que se abordaron los problemas derivados del minera. “El mesotelioma es el cáncer específico producido por el amianto”, apuntan los organizadores, la Asociación de Vecinos 'El Tajo', que durante una rueda de prensa este lunes han recordado que existen otros tipos de cáncer como los de pulmón, esófago, esófago, pleural, incluso colorrectal y de ovarios “que también pueden ser causados por la exposición al amianto”. Lo ponían de manifiesto diversos profesionales sanitarios durante el congreso.

Una historia clínica en la que conste la exposición al amianto

Tras la celebración el encuentro se ha reclamado la necesidad de que la historia clínica haga constar la exposición al amianto y que esté “conectada” en toda España. Y es que, en opinión de los organizadores, “el amianto ha pasado de ser una enfermedad laboral a un problema de salud nacional”. En este aspecto auguran, y es otra de las conclusiones, que debido a la prevalencia del amianto “en los próximos años se incrementará notablemente el número de enfermos provocados por la exposición al amianto”.

Pese a las victorias en los juzgados con casos de personas afectadas por el asbesto, “todavía queda mucha lucha”. Sostienen que este es “un problema de clases sociales” y abogan por “una ley que de verdad se cumpla y no como la de 2022”. El objetivo final es que el amianto haya desaparecido en 2032, más allá de que la prohibición para usarlo lleve ya vigente 20 años. “La mejor forma de prevenir las enfermedades relacionadas con la exposición a la amianto es amianto cero”, han dejado claro.

“Hay que estudiar cómo afecta a la población”

Durante el congreso se ha puesto sobre la mesa que el amianto no solo es un problema para quienes trabajaron expuestos al material. Otra de las conclusiones pasa por una reivindicación. Creen que hay que estudiar cómo afectan a la población en general las partículas de amianto que persisten en aquellos lugares donde todavía existe el material.

“El amianto tiene un periodo de latencia largo de 10, 20 e incluso 50 años, por lo que en los próximos años veremos incrementarse las enfermedades derivadas de este en un 50%”, concluyen.

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