En el Día de la Salud Mental, sindicatos y asociaciones de Castilla-La Mancha han puesto sobre la mesa diferentes propuestas y estudios que relacionan parte de las enfermedades mentales con las condiciones laborales.
Comisiones Obreras ha celebrado en Toledo una jornada con más de 120 delegados y delegadas sindicales sobre los riesgos psicosociales y sus efectos sobre la salud laboral. “Son demasiadas las empresas que no evalúan este tipo de riesgos, lo que aumenta las posibilidades de que las personas trabajadoras sufran estrés, depresión o el síndrome de estar quemado, patologías que podrían reducirse en más de un 15% con una adecuada gestión preventiva”.
El secretario general de CCOO-CLM, Paco de la Rosa, y la secretaria regional de Diálogo Social, Institucional y Salud Laboral, Raquel Payo, han hecho hincapié en la importancia y necesidad de incorporar de manera efectiva los riesgos psicosociales, es decir aquellos relacionados con la organización del trabajo, en la gestión preventiva y que se incluya la salud mental en la vigilancia de la salud de los trabajadores y trabajadoras. “Reclamamos a los gobiernos que legislen y a las patronales que se conciencien”, ha señalado De la Rosa.
Según el sindicato, un tercio de las personas trabajadoras están sometidas a un “estrés permanente” en su puesto de trabajo. “Si a esto le añadimos jornadas laborales abusivas, sistemas productivos obsoletos, ser mujer, tener unas condiciones laborales indignas, tener que trabajar aguantando a personas no cualificadas en la dirección de la empresa, tenemos un elefante gigantesco en nuestro entorno al que tenemos que hacer frente”.
Ha advertido también de que la atención a la salud mental no está dentro de la contingencia profesional, por lo que las bajas laborales se dan por contingencia común y en los casos en los que está claro que hay un déficit preventivo en la empresa y se reconoce su origen laboral, se declaran como accidente de trabajo, pero no como enfermedad profesional. “Las mutuas-patronales se encargan de que estas bajas pasen a ser contingencias comunes, lo que supone un ahorro de un montón de millones de euros al año en este país para las mutuas y las empresas”, ha denunciado De la Rosa.
Por su parte, UGT Castilla-La Mancha ha presentado en Albacete el informe “La salud mental. Una prioridad para la seguridad en el trabajo”, un estudio en el que se arrojan datos significativos de lo que hoy ya es un “problema endémico” y que incluye propuestas concretas por parte del sindicato.
La coordinadora regional de Prevención de Riesgos Laborales del sindicato, Irene Ortega; y el responsable del área de Salud Laboral de la gestora, Francisco Javier González, han insistido en los riesgos para la salud física y mental que pueden suponer unas malas condiciones laborales, también la falta de trabajo o la pérdida del mismo.
“Desde UGT Castilla-La Mancha defendemos que la precariedad laboral y el deterioro de las condiciones están afectando gravemente a la salud mental de las personas empleadas”, han precisado. Francisco Javier González añadía que se ha dado un paso importante en materia de salud mental: “visibilizar el problema que representa”. Sin embargo, “nos queda mucho camino por recorrer”.
Para la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores es necesaria una directiva comunitaria que regule la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas y que sirva de paraguas para todos los Estados miembros que, como España, no disponen de una norma de estas características. “Los riesgos psicosociales de origen laboral son los únicos que no cuentan con una normativa propia en nuestro país”.
La coordinadora regional de Prevención de Riesgos Laborales ha destacado que el año pasado en Castilla-La Mancha fallecieron en el trabajo 33 personas, siendo el motivo de 13 de estas muertes los infartos y derrames cerebrales. “Estamos hablando de que el 40% de los fallecimientos en accidentes de trabajo fueron por esta causa, tras la cual están muy presentes los riesgos psicosociales y que la sitúan como primera causa de muerte en el trabajo”.
Sobre la depresión, la ansiedad y el suicidio
Tal y como ha puesto de manifiesto Irene Ortega, el informe también señala que la temporalidad, la inseguridad laboral y la digitalización son las grandes amenazas para la salud mental de las personas trabajadoras. Tanto es así que “el trabajo precario aumenta en un 61% las posibilidades de padecer depresión, en un 77% las posibilidades de padecer ansiedad y en un 51% las posibilidades de suicidio”.
También la Federación de Salud Mental de Castilla-La Mancha ha celebrado este jueves un acto conmemorativo. Ha sido en la toledana localidad de Nambroca bajo el lema “Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental”.
La cita ha tenido un carácter reivindicativo y de denuncia, remancando la importancia que tiene para la salud mental contar con un trabajo digno y cómo la precariedad laboral puede impactar de forma directa en el bienestar de la persona trabajadora. También se ha visibilizado la discriminación y el estigma que sufren las personas con problemas de salud mental en el ámbito laboral y se ha pedido aumentar las cifras de empleo de las personas con discapacidad por un trastorno mental.
Mª del Carmen Navarro, presidenta de la Federación ha afirmado que “el trabajo puede ser una fuente de satisfacción, pero a veces también es todo lo contrario. Y eso afecta a nuestro bienestar emocional”. “Los problemas de salud mental ya son la segunda causa de baja laboral en nuestro país”, ha denunciado Navarro. “El año pasado fueron 600.000 las bajas por este motivo, un 15,8% más que el año anterior”, ha añadido.
La presidenta ha explicado que la precariedad laboral es uno de los principales causantes de malestar emocional en el trabajo: “Bajos salarios, temporalidad, falta de conciliación, sobrecarga, acoso o brecha salarial son algunas de las formas que puede adoptar esta precariedad”.
Por ello, ha instado a los diversos actores sociales a intervenir para promover el bienestar emocional en los entornos laborales: “Con ello, además de reducir el absentismo laboral y mejorar la productividad y el rendimiento, también se mejora la vida de las personas trabajadoras”.
Finalmente, en ese mismo acto, el director gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Alberto Jara, ha destacado hoy el compromiso del Gobierno regional para favorecer la planificación y desarrollo de acciones para garantizar a las personas con problemas de salud mental posibilidades de acceso al mundo laboral, máxime cuando este contribuye a su recuperación y la inclusión social.
Además de ser un derecho recogido en la Constitución, ha dicho, el trabajo es una actividad que ocupa “un lugar fundamental en la vida de las personas”. “Nos proporciona un medio de económico de vida, nos aporta un propósito, nos ayuda a organizar nuestra vida, nos permite socializar y participar en la sociedad. El trabajo nos permite desarrollar nuestras capacidades, nos hace sentirnos valiosos, además de estar estrechamente ligado con el bienestar y la felicidad”.
A este respecto, ha mostrado el compromiso del Gobierno regional por promover las medidas efectivas existentes para prevenir los riesgos, proteger y promover la salud mental en el trabajo y apoyar a las personas trabajadoras con problemas de salud mental.