El portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Toledo, Aurelio San Emeterio y el coordinador de la formación en Toledo, Javier Mateo, han ofrecido una rueda de prensa en la que han valorado el nuevo proceso de adjudicación de las obras del nuevo hospital del Toledo.
Para San Emeterio, “la nueva adjudicación de las obras del Hospital es sólo un trámite para devolver favores y seguir adelante con la privatización de la atención sanitaria. Tiene toda la pinta de que el concurso se ha hecho a la medida de la única oferta que se ha presentado”.
A esta nueva licitación se ha presentado una sola oferta, la de una UTE de empresas compuesta por Acciona, OHL y Desarrollo de Construcciones Viarias Dos. Es decir, tal como apunta San Emeterio, “por un lado Acciona, la misma empresa a la que le adjudicó la obra por primera vez y a la que se rescindió el contrato, por otro, OHL, cuyo presidente, Juan Miguel Villar Mir, está imputado por la Fiscalía Anticorrupción por amaño de un concurso público precisamente por la construcción de un hospital en Baleares y finalmente, Desarrollo de Construcciones Viarias Dos, una empresa de escasos 13.000 euros de capital social que pertenece al grupo de Florentino Pérez y que ha sido la fórmula para que ACS entrara en el proyecto. Por el camino que vamos, el PP va a tener que dar muchas explicaciones”.
El concejal de Izquierda Unida ha señalado que “con estos actores, a los que hay que sumar a De Cospedal y Echániz, está claro que la película acabará mal para los ciudadanos y muy bien para los mismos de siempre”.
Por su parte, el coordinador local de Izquierda Unida, Javier Mateo, ha señalado su preocupación porque “estas empresas no sólo se encargarán de la construcción, sino que el gobierno regional del PP, les adjudica además la gestión de los servicios de este centro y de los centros que componen el Complejo Hospitalario Universitario de Toledo (el propio Hospital de Toledo, Virgen del Valle, Provincial y Parapléjicos) así como la de los 4 centros de especialidades de Toledo, Illescas, Torrijos y Ocaña durante 30 años, es decir, han vendido nuestra sanidad hasta el año 2046”.
Mateo ha vuelto a reiterar la posición de Izquierda Unida; “hospital sí, pero no así. A fecha de hoy nadie ha sido capaz de explicar la razón de que la adjudicación de la obra incluya también la privatización de la gestión del centro. Para acabar el hospital no es ni necesario ni más barato entregar la gestión de este y otros 7 centros a empresas constructoras. Si no nos lo explican sólo podemos llegar a la conclusión de que lo que hacen es convertir la sanidad pública en un negocio a repartirse entre especuladores a costa de los impuestos de los castellano manchegos”.