La transición a un nuevo modelo inaugura las Jornadas de Economía Social en Albacete

Las Jornadas de Economía Social organizadas por la Diputación de Albacete han comenzado esta semana con un análisis de la situación actual y las distintas crisis que convergen y que, a juicio de numerosos pensadores, obligarán a cambios importantes tanto en los modelos productivos como en los modelos de consumo.

Así lo ha explicado Emilio Santiago Muiño,  que ha explicado cómo son muchas las crisis que se unen y que prevén un futuro en el que será obligatorio realizar cambios. Apunta a un omento histórico de extraordinario bienestar, que ha sido favorecido por el consumo masivo de petroleo y fuentes de energía masiva. Las sociedades occidentales han basado su desarrollo en un crecimiento constante, una posesión equivalente, y un consumo acelerado. Entre 2000 y 2015 se acentuaban estas crisis, según las previsiones de los sociólogos, y así ha sido. La separación entre la producción y la rentabilidad  ha llevado a un proceso, en torno a los años ochenta, en el que la productividad no tiene que ver con el trabajo, lo que ha permitido un crecimiento exponencial. Un panorama que acerca al modelo a un “colapso”, hipótesis esta sustentada desde fuera por alteraciones ecológicas, pérdida de biodiversidad, concentración urbanística…

“El modelo capitalista amenaza la paz social”, ha indicado este antropólogo, que además ha indicado que esta problemática no es ajena a España, ya que tanto nuestro país como Francia consumen gran parte de su gas de Argelia “y mucho me temo que el debate de los próximo años será si cambiamos el modelo de consumo, invadimos Argelia o provocamos una guerra interna que nos permita comprar el gas a un precio económico”, ha alertado.

Santiago Muiño se ha mostrado escéptico con los tradicionales modelos de contestación. Por un lado la producción de energías renovables que, a día de hoy, utiliza parte de energías fósiles. “No digo que no sea una solución, pero no con el planteamiento actual”, ha indicado el antropólogo. Además ha sido crítico con el papel en la economía de las cooperativas, que por un lado juegan en los márgenes de la competitividad cuando contratan con la administración y por otro siguen caminos paralelos a las empresas en su lógica, donde a pesar de no primar los beneficios se estructuran como empresas tanto en su modelo interno como en su forma de comercializar y vender productos y servicios. Además Muiño ha indicado que ideas como la economía colaborativa o el emprendimiento social, “tienen poco que ver con un cambio de modelo”, porque operan dentro de la lógica del modelo capitalista manteniendo a sus trabajadores en unas condiciones normalmente precarias.

En este entorno, los teóricos se muestran optimistas, porque a pesar de que el cambio de modelo será inevitable puede ser algo positivo. Muiño ha defendido un cambio de mentalidad que suele ser más lento pero igual no lo es, “esta sociedad ha cambiado su lógica en los últimos treinta años”, y en todo caso tendría que ir acompañado de un modelo de felicidad y bienestar distinto. Con un nombre que él ha denominado “Pobreza Lujosa”, plantea llevarse el modelo de bienestar a un espectro más inmaterial, como el deporte, la cultura, la música, y arrastrar así al consumo hacia lo intangible.  Además ha defendido que que la relocalización será “sí o sí” una realidad marcada por los costes cada vez más altos del transporte en los próximos años. Son apuntes para un entorno de cambio a “Ciudades en Transición” que, tras la charla, ha compartido en otro acto con Ecologistas en Acción de Albacete. Esta vez en un taller abierto donde plantear propuestas sobre los cambios de modelo previstos.

Apoyo institucional a la economía social 

El presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, ha detallado que el contenido de las Jornadas de Economía Social, iniciativa puesta sobre la mesa por el Grupo Provincial de Ganemos-IU, “gira alrededor de tres grandes ejes”, siendo el primero de ellos el marco teórico-conceptual de la economía social “como modelo económico alternativo a la teoría liberal de la economía de mercado”.

En este sentido, Cabañero aseguró que la actividad de las empresas de economía social en España genera el 10% del PIB español y asume la contratación del 12,5% del empleo, con un 80% de contratos indefinidos “y con casi la mitad de los contratos suscritos con trabajadores menores de 40 años, por lo que creo que es un modelo laboral a imitar porque esto ayuda a mantener la economía de nuestros pueblos”.

“A ello hay que añadir que el sector cooperativo es tradicionalmente importante en nuestra provincia”, añadió el presidente, quien se refirió a municipios albaceteños con gran implantación cooperativa, como es el caso de Villamalea, Villalgordo del Júcar o Balazote.