Trata de mujeres: un negocio en el que sólo pierden las víctimas
A primera vista, el dinamismo del documental 'Chicas Nuevas 24 Horas' no revela la profundidad del problema que retrata. También lo hace la brillante 'business coach' que enseña a un grupo de espectadores qué es lo que necesita un negocio para ser exitoso. Esta representación choca con la realidad que el trabajo muestra: un negocio multimillonario, que mueve 32 mil millones de dólares al año, a costa de la la juventud y la vida de mujeres a lo largo del mundo. El documental viaja desde España a países latinoamericanos como Paraguay o Colombia, para explicar desde sus orígenes las tramas que engañan y abusan de la ignorancia de mujeres pobres. Las menores de edad no sólo no están protegidas, sino que son de las más afectadas por estos delitos.
El tono del trabajo es cercano, a la par que riguroso, y sobre todo, informativo. Los datos que se ofrecen son abismales: España es el tercer país del mundo que más prostitución consume. Suelen ser las mujeres las que engañan a otras mujeres para engañarlas y llevarlas al negocio del sexo por dinero. La prostitución genera unos cinco millones de euros en España, al día. Los medios de comunicación de mayor prestigio tienen un doble estándar: critican la prostitución y la trata, pero sin embargo no tienen ningún problema en dedicar páginas y páginas a anuncios personales, lo que es también parte del negocio.
¿Cómo se logra este tono? Mabel Lozano es, tal y como se autodefine ella misma, una veterana en el cine documental de la trata. 'Chicas Nuevas 24 Horas' es, de hecho, la última parte de una triología, que ha pasado de poner el foco en las propias víctimas, pasando por los clientes, “porque la demanda genera el delito”, terminando el negocio tan tremendamente lucrativo de la trata. La toledana ha trabajado también en campañas en contra de la trata y la prostitución en conjunto con la Policía Nacional española, y ha sido esta cercanía con instituciones oficiales, la que le ha ayudado a dar un carácter tan riguroso a su documental. En los cuatro años que tardó en terminarlo, Lozano estuvo en contacto con las policías de Colombia y Argentina, así como organizaciones que trabajan constantemente en la lucha contra la trata, para comprender desde el mismo origen qué pasa con las chicas que son un “producto desechable”.
La cineasta lleva ya una década trabajando el tema de la trata, y se enrogullece del rigor y la justicia que ha logrado dar en sus trabajos a un tema tan delicado. “No hago pornografía del sufrimiento de las mujeres. El foco siempre está en la desnudez, pero aquí el foco está en los derechos humanos”, afirma la toledana. La investigación no fue fácil ni corta, pero ella que es “una tía muy cansina” en ningún momento tiró la toalla, porque “el desaliento es una palabra que no entre en mi diccionario personal”. Los resultados están a la vista y ella misma los define como “espectaculares”.
Se refiere al éxito que ha tenido el estreno del documental en Madrid, en el complejo cultural de Matadero donde se proyectó cuatro días seguidos, con un lleno absoluto y más de cien personas se quedaron sin entrada en la cola para verlo. “Nadie se lo cree”, afirma. Para Lozano, el resultado que esperaba ya está ahí. “Los ciudadanos han querido salir de la zona de confort y que se les vapulee con esta información, porque tienen claro que cuando vean el documental, les contamos algo que les puede afectar seriamente. Como que todos convivimos con la esclavitud, por ejemplo, o que en algunos casos se contribuye a este negocio”, señala la toledana.
El éxito no se queda en Madrid. Lozano viajará también a inaugurar el Festival de Cine de Río de Janeiro, y también estrenará su trabajo en Bolivia y Paraguay, donde se proyectó el documental en el Congreso. Los diputados paraguayos calificaron su trabajo como de “interés nacional, cultural y social”, por lo que ahora el trabajo se está doblando a guaraní para poder llevarlo a los colegios y “empoderar a las niñas para que digan no al engaño del sueño migratorio”. Sin embargo, la cineasta recalca que no ha habido apoyo institucional público, sino más bien de fundaciones potentes alrededor del mundo. Fundación Abogacía ha sido la única española.
En cuanto a Castilla-La Mancha, Mabel Lozano ya se ha reunido con el Instituto de la Mujer. Tras una reunión con la directora del Instituto, Araceli Martínez, el documental llegará a las cinco provincias de la región, junto a la exposición que se inaugurará el día 23 en la Casa de América.
¿Cómo se crea un producto con tan buena acogida? “La trata la tengo en el ADN. A mi esto me sale solo”, asegura la cineasta, quien destaca que uno de los principales problemas es que las víctimas terminan quedando, finalmente, a la deriva. “Hay muy poco acceso a las víctimas, son mujeres invisibles por el miedo a la estigmatización”, señala, a pesar de que las vidas después de la trata se quedan “totalmente destruidas” y hay que construir un ser humano “desde abajo del todo”. El miedo es el factor clave: miedo a las represalias, miedo a la familia, miedo a la sociedad. “Hasta el Gobierno se queda con lo suyo después de un juicio en el que son las víctimas. Todo el mundo se aprovecha de las víctimas de trata”, concluye.