Este contenido está patrocinado por UGT Castilla-La Mancha
Los sectores logístico y agroalimentario son los que han registrado un aumento en los accidentes laborales, explica Javier Flores, secretario de Organización y Salud Laboral de UGT Castilla-La Mancha. “Se está implantando el sector de la logística y de ahí que la mayoría de los accidentes procedan de este sector. Es importante diferenciar entre ellos, porque cada uno es un mundo”, recalca el sindicalista. “Los datos que manejamos muestran que la región tiene el mayor índice de España, sólo con Baleares ligeramente por encima”, señala.
El índice de incidencia hace referencia al número de accidentes de trabajo que se sufren con baja por cada cien mil habitantes. En el caso de Castilla-La Mancha está en 301,1, mientras que en España es de 221,7. “Lo que esto refleja desde un punto de vista sindical es que hace falta más cultura preventiva; parece que queremos actuar cuando ocurren pero necesitamos prevención para ayudar a evitar que ocurran tantos como tenemos”, señala.
Desde el sindicato recalcan que de los 12.193 nuevos casos de cáncer detectados en Castilla-La Mancha en 2020, aproximadamente 650 tuvieron su origen en el puesto de trabajo, una cifra que “contrasta con los pocos casos” que vienen reflejando los datos oficiales en los últimos años; a la vez, la actividad profesional en la que más ha subido la siniestralidad fue la sanitaria, especialmente entre las mujeres, con casi de un 80%.
Desde el Servicio de Asesoramiento desde UGT, explica Flores, se intenta ir a las “causas verdaderas”. “Muchas empresas contratan servicios ajenos que no ahondan en los verdaderos motivos de los accidentes o en la propia materia de prevención de riesgos laborales. Entonces, nos dificultan el trabajo porque dan el visto bueno a algo que no lo tiene realmente”, señala Flores. Por eso, desde el Servicio de Asesoramiento, en UGT cuentan con nueve técnicos de prevención repartidos por toda la región en nueve oficinas técnicas y que realizan esta labor de prevención.
Las personas trabajadoras pueden contactar con ellos en las visitas a las empresas que realizan o también a través de las propias oficinas del sindicato.
Riesgos psicosociales
Flores también llama la atención a los riesgos psicosociales, una rama de la prevención de riesgos que, explica, se encuentra “en el olvido”. “Son los riesgos ocultos”, explica que van desde los trastornos depresivos, hasta las consecuencias físicas que ha tenido la COVID a nivel cerebral, recalca el sindicato. En el caso de los trastornos depresivos, explica que afectan ya a más del 20% de la población. “En el entorno pre COVID era del 7%, una gran diferencia por la pandemia”, señala.
También recalca cómo se han visto afectados los jóvenes de entre 16 y 29 años, que se considera la población “en mayor riesgo de suicidio”. Flores señala, de hecho, que es el grupo etario en el que la “primera causa de muerte” es el suicidio. “Existen distintos métodos de detección que deben trabajarse con profesionales de la psicología y que deberán implantarse dentro de la empresa”, señala. Además, explica que sólo el 11,65% de los contratos indefinidos son para trabajadores menores de 25 años.
El sindicalista explica que entre los trabajadores, y en la era post-COVID, se ha extendido el llamado “síndrome del superviviente”, que se ha extendido entre las personas que han “sobrevivido” a un ERTE y han conservado su puesto de trabajo tras un recorte masivo. “Está relacionado con la integridad en el trabajo para conservar el mismo. Sienten que los compañeros han sido despedidos y que tienen inseguridad de si serán los próximos también. Esto deriva de las políticas que realizan las empresas en cuanto a los recortes para aumentar pérdidas y beneficios. Por eso queremos ponerlo en relieve”, recalca.
“Los riesgos laborales se deben a las decisiones que toman las mismas empresas, y cuando se guían sólo por los beneficios económicos, sin tener en cuenta a la clase trabajadora”, concluye.
Teletrabajo
Flores también señala que el teletrabajo debía ser una herramienta “de paso”, a la que todavía le queda mucho para ser regulada de manera correcta. “Es que no siempre podemos ver si el entorno en el que se está realizando la actividad es apropiado”, explica. Por eso, explica, UGT es un sindicato de clase que atenderá “todo tipo de trabajadores”, independiente de donde se realice la labor.
“Nuestras reivindicaciones son fomentar esta cultura preventiva. Reclamamos que se implemente un delegado territorial encargado de la prevención de riesgos laborales en las empresas pequeñas, de menos de 6 trabajadores, que es donde ocurren la mayoría de los accidentes y que no cuentan con presencia sindical”, explica Flores. Esta figura, asegura, ayudaría a asesorar tanto a empresas como a los propios trabajadores. “Tenemos ejemplos de otras comunidades autónomas, como en Asturias, que lo tiene implantado y los datos demuestran que a partir de su implantación el número de accidentes laborales ha disminuido”.
También “exige” a la Inspección de Trabajo que se “persone y ahonde” en los problemas de la cultura laboral. “Aunque sabemos que la plantilla no es suficiente en la región para el alto índice de siniestralidad que tenemos”, concluye.