El alumnado de la Facultad de Medicina de Albacete protagoniza estos días protestas contra la decisión de la Universidad de Castilla-La Mancha. El motivo: se acerca un “trasvase” de estudiantes de este centro hacia el Hospital Universitario de Toledo y preocupan las condiciones de este desplazamiento. Es una situación que también afecta al alumnado de la Facultad de Medicina de Ciudad Real.
No es algo nuevo. Ya se planteó en 2016. Había otro equipo al frente del Rectorado y la idea era que parte del alumnado, concretamente 35 estudiantes de Albacete y 15 de Ciudad Real terminasen su formación en Toledo. En la capital de Castilla-La Mancha no hay Facultad de Medicina pero sí un gran complejo hospitalario, el más grande de la región con varios centros y el recién inaugurado hospital universitario que sustituye al deteriorado Hospital Virgen de la Salud.
El trasvase de alumnos se materializará en el próximo curso 2023-2024 para alumnos que estén en tercero. No todos. Hay quienes podrán realizar todo el ciclo formativo en Ciudad Real o Albacete y otros lo terminarán en Toledo.
Alino Martínez, vicerrector de Ciencias de la Salud de la Universidad de Castilla-La Mancha indica que el proyecto nació en el curso académico 2016/2017 por iniciativa del anterior equipo rectoral. Fue una estrategia para utilizar las instalaciones docentes del antiguo (ya cerrado) Hospital Virgen de la Salud de Toledo para la docencia de Medicina.
Desde ese año hasta la llegada de la pandemia, parte del alumnado del sexto curso hizo un rotatorio “como una estancia de un par de meses en el centro sanitario” toledano.
Ahora y con un hospital universitario recién estrenado en Toledo, el vicerrector señala que el objetivo es optimizar los recursos públicos asistenciales ya que de esta forma “están repartidos a la hora de hacer las prácticas” y que la idea es “mejorar la formación y asistencia en los tres hospitales universitarios. La verdad que en el trasfondo de todo esto es mejorar la docencia”. Además, destaca que, según la normativa, los pacientes no puede estar con más de cinco personas en formación. Y esto en el Hospital de Albacete es difícil de cumplir, señala, porque hay muchos estudiantes, por lo que “una manera de hacerlo bien y que el paciente esté en condiciones es distribuir a los estudiantes y que la docencia se haga en base a la ley”.
El proyecto se paralizó con la llegada de la pandemia en el curso 2019-2020. La delegada del alumnado Lucía Lara critica que en el proceso administrativo para formalizar la matrícula en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para la Facultad de Medicina aparezca “una casilla emergente y sin información” donde se indica que “puedes ser uno de los seleccionados para continuar los estudios en Toledo”.
El vicerrector lo niega para señalar que con la llegada del nuevo equipo de dirección de la UCLM, como Julián Garde como rector se “reguló y normalizó” esta situación, en concreto a partir de 2020 y fue a partir del curso 2021-2022 cuando los estudiantes pudieron marcar una casilla u otra, “con información inequívoca” que les permite elegir entre cursar todo en Albacete o elegir una primera parte en la capital albaceteña y a partir del tercer curso, en Toledo.
Concreta que se trataba de las plazas “que había en ese momento” y que, si se aceptan, es la condición de ese itinerario. Lo mismo ocurre con el alumnado de Ciudad Real. “La selección se llevaba a cabo por preferencia de selección y cuando no quedaban plazas se avisaba al estudiante y se hacía por nota. Eso fue hace dos años por lo que los alumnos y alumnas del curso que viene se tienen que incorporar a la capital regional”.
¿Qué sucede en el presente curso?
En septiembre la delegada de Alumnos mantuvo reuniones con el Vicerrectorado de Ciencias de la Salud de cara a lo que se avecinaba. “Organizaron todo muy rápido, como el Plan de Estudios o infraestructuras necesarias” y asegura que “el objetivo era llevarse a Toledo a las personas con menor nota en la EBAU” y que eso se produciría independientemente del itinerario seleccionado.
Al respecto, el vicerrector indica que las reuniones fueron “meramente informativas” tanto con alumnado de Albacete como con el de Ciudad Real. Insiste en que primero se tiene en cuenta la preferencia del alumno y, después, cuando las plazas están cubiertas, se adjudica según la nota de la EBAU.
La delegada de alumnos replica que algunos de los estudiantes afectados por el trasvase a Toledo rellenaron la casilla por equivocación (itinerario Albacete-Toledo) o pensando que “simplemente serían unas prácticas de dos meses como se hacen en el rotatorio de sexto curso”. Además, reseña que los afectados llamaron a la Unidad de Información y les comunicaron que “era una cuestión práctica y que no se preocupasen”.
También preocupa que los planes de estudios en Toledo puedan ser distintos a los de Albacete y Ciudad Real o el hecho de que en la capital castellanomanchega no haya facultad (el hospital toledano tiene calificación de ‘universitario’) ni decanato: “No hay un organismo que les ampare”, asegura la representante de alumnos.
Alino Martínez niega que haya un plan de estudios diferente tratándose de la misma universidad. “Las guías de las asignaturas son las mismas, el plan docente o cultural es el mismo. No van a tener ningún problema porque los temarios y la dinámica es la misma”.
No obstante, ve “normal que los estudiantes vean como un inconveniente trasladarse a Toledo cuando tienen establecida su vida en Albacete, pero es algo que estaba claro desde el principio. Muchos alumnos aceptaron la plaza con este itinerario por no quedarse sin ella. Otros que la cogieron de forma voluntaria, ahora dicen que no”, señala el vicerrector.
En definitiva, de cara al próximo curso, 2023-2024 los estudiantes pueden cursar la totalidad del grado en Albacete (90 plazas) o en Ciudad Real (60 plazas), pero no todos. Habrá quien tenga que cursar los dos primeros años en esas ciudades y a partir del tercer curso en el Complejo Hospitalario Universitario de Toledo (Albacete-Toledo: 35 plazas o Ciudad Real-Toledo: 15 plazas).
De este modo, un porcentaje de los alumnos que han entrado este año y el anterior en las facultades de Medicina de Albacete y Ciudad Real tendrá que terminar su formación, a partir del curso 2023-2024, en el nuevo Hospital Universitario de Toledo.
Los estudiantes piden posponer el proyecto
A meses de tener que trasladarse a Toledo, los estudiantes aseguran no tener información oficial ni de cómo ni de cuándo se producirá ese traslado y la representante de alumnos reclama “posponer la decisión un año para organizar las cosas como deberían para garantizar el bienestar y la salud mental del alumnado”.
Y es que, señala Lucía Lara, estudiante de tercero, hay incertidumbre no solo sobre la docencia, sino también sobre su propia situación personal y, en particular el alojamiento. Lo hicieron saber en una protesta en las instalaciones del campus albaceteño.
El 23 de enero se publicará una convocatoria con posibilidad de cambio de itinerario en el que se tendrá en cuenta la nota del expediente académico y la condición socio-económica del estudiante
El nuevo Hospital de Toledo, asevera, se ubica en el barrio del Polígono “rodeado de atascos, elevados alquileres y mala comunicación entre Albacete y la capital regional”. Los alumnos se preguntan “cómo van a sufragar el coste de vivir en Toledo, sortear la mala comunicación que hay entre ambas ciudades y llegar hasta un hospital que está en las afueras”. En realidad, está ubicado en el barrio más grande de la ciudad, aunque a unos seis kilómetros del Casco Histórico.
También se preguntan si funcionará la idea de depender de un decanato que está a más de 100 kilómetros. Añaden la preocupación por no poder terminar los estudios “por solvencia económica”. El vicerrector alega que estas situaciones suceden a diario cuando uno se va a estudiar fuera de su casa o incluso a trabajar.
La delegada cuenta que en esa reunión con el Vicerrectorado se le pidió a la UCLM facilitar algún tipo de ayudas para todas aquellas personas en situación de vulnerabilidad. “Nos dijeron que podría ser posible, pero nada de lo que les hemos pedido está en papel, acreditado o en el BOE” e insiste en que muchos estudiantes no quieren desplazarse a Toledo.
Y pone como ejemplo el caso de una alumna con su madre en situación de Dependencia y con el padre y un hermano trabajando fuera. “Me da la sensación que no se leyeron todo el papeleo entregado porque su respuesta ha sido que la alumna no puede cambiarse por insuficiencia de nota”.
El vicerrector anuncia como respuesta a las quejas una convocatoria “en breve” con posibilidad de cambio de itinerario en el que se tendrá en cuenta la nota del expediente académico y la condición socio-económica del estudiante. Será “una convocatoria abierta donde todas las personas concurran con las mismas posibilidades y condiciones”. La normativa esta publicada desde el 29 de diciembre de 2022 y la convocatoria de cambio saldrá el próximo lunes 23 de enero.
No hay intención de crear una tercera facultad de Medicina
El alumnado considera que la decana de la Facultad de Medicina de Albacete, Silvia Llorens, está “haciendo todo el trabajo para que la estancia en Toledo sea lo mejor posible” pero no tiene la misma impresión sobre el papel del Vicerrectorado. “No ha mostrado mucho interés en el asunto”, lamentan.
Por otro lado, Lucía Lara apunta que hay “preocupación” entre el profesorado porque “surge de nuevo el fantasma de una tercera facultad, a la que se opone incluso la Conferencia de Decanos”.
Sobre la posibilidad de construir una tercera Facultad de Medicina, el vicerrector explica que esta situación se produce precisamente para no abrir una nueva facultad. “Con la mínima inversión se puede tener a los estudiantes lo mejor posible para el trascurso de sus estudios”.