Esta semana el Congreso de los Diputados ha aprobado la Ley de Eutanasia, aunque sin concitar unanimidad entre los parlamentarios y entrará en vigor en tres meses.
En el ámbito de Castilla-La Mancha eso se traducirá en la futura creación de una Comisión Autonómica en esta materia. No es una cuestión menor. El derecho a la muerte digna ha generado numerosos debates a lo largo de la historia de nuestro país.
También la pandemia de COVID-19 en la que seguimos inmersos ha generado y genera controversias. Las cuestiones éticas en torno, por ejemplo, al futuro Pasaporte o la propia estrategia de vacunación (quién debe vacunarse antes y por qué) suscitan controversia según los valores de cada cual.
“La pandemia ha planteado conflictos éticos que aluden a los criterios de equidad que informan la distribución de vacunas a un determinado grupo. ¿Por qué van unas u otras personas antes o después?”. Así lo asegura Rodrigo Gutiérrez, funcionario adscrito a la Dirección General de Humanización y Atención Sociosanitaria de la Consejería de Sanidad en la región.
“Son cuestiones valorativas en las que se aplica la prudencia pero que no están predeterminadas, no hay protocolos ni una experiencia empírica previa para actuar y más en situaciones inéditas”.
Para la resolución de estos y otros conflictos existe el Comité de Bioética de España (CBE) que también tienen en marcha muchas comunidades autónomas. Ahora será el turno de Castilla-La Mancha.
La Consejería de Sanidad somete a consulta pública en este mes de marzo su intención de crearlo y elaborar así el correspondiente decreto que lo regule. Rodrigo Gutiérrez es el coordinador del proyecto tras volver de un breve paso por el Ministerio del ramo como director general de Ordenación Profesional.
No es nuevo en estos menesteres. Hasta junio de 2018 ya estuvo al frente de la Dirección General de Calidad y Humanización de la Asistencia Sanitaria en la región, en la anterior legislatura.
La Bioética es la disciplina de la Ética aplicada en el ámbito socio-sanitario. En Castilla-La Mancha funciona para cuestiones tanto en aspectos sanitarios y asistenciales como otros de carácter social, por ejemplo, relacionados con la Dependencia.
Castilla-La Mancha ya cuenta con comités de Ética Asistencial y de los Servicios Sociales y de Atención a la Dependencia (este último en el ámbito social data de 2019).
“Hasta ahora tenían un ámbito limitado a lo territorial al depender de las Gerencias de Atención Integrada de Salud y se ocupan de emitir dictámenes no vinculantes sobre casos concretos en los que surgen conflictos de valores en la relación clínico-asistencial”, explica Gutiérrez.
Hay un total de ocho, incluyendo al del Hospital Nacional de Parapléjicos. Ahora se dará el paso de crear un Comité Bioético autonómico. “Se trata de coordinar, asesorar y sentar doctrina. Si tuviera que hacer una analogía, vendría a ser como el Tribunal Superior de Justicia de la región, en relación al ámbito judicial”.
Formación en Bioética a través de la UCLM y la Universidad de Alcalá
Recientemente el SESCAM ha puesto en marcha una plataforma, a través de videoconferencia, mediante la que los distintos comités se comunican periódicamente “para intercambiar puntos de vista o cuestiones formativas. De hecho, ahora se trata también de despertar el interés y formar a los profesionales en las cuestiones bioéticas”.
Para eso tienen previsto buscar la colaboración de las universidades de Castilla-la Mancha y Alcalá. “La formación es la base para crear aptitudes y actitudes para conseguir enfoques más globales y holísticos, más allá de lo puramente clínico”, sostiene Rodrigo Gutiérrez. En el fondo, explica, “es potenciar la calidad asistencial al máximo extremo, respetuosa con la persona. Eso o se enseña o después, la presión asistencial lo hace más difícil”.
Y es que, más allá de los conflictos derivados de la pandemia y las vacunas, hay otras muchas cuestiones que suscitan dilemas bioéticos: la reproducción humana asistida, los cuidados paliativos, el encarnizamiento terapéutico (mantener la vida a toda costa se encuentre como se encuentre un paciente) frente al derecho a una muerte digna e incluso la asignación de recursos asistenciales como pueda ser la prioridad a la hora de asignar una cama en una UCI en situaciones como la emergencia sanitaria por COVID-19.
La Bioética adquiere cada vez mayor protagonismo mundial. Los continuos avances científicos suscitan dudas y debates sobre cómo encajarlos manteniendo el respeto a la dignidad humana (no hacer daño, buscar lo mejor para el paciente, respetar la autonomía y la voluntad de cada persona además de los criterios de equidad en el acceso a los recursos).
Se hace necesaria una “continua revisión de los postulados éticos que orientan la actividad sanitaria”, señala la Consejería de Sanidad a la hora de proponer el Comité de Bioética regional. “La ética no puede estar cristalizada, debe avanzar con la sociedad”.
Sus decisiones no serán vinculantes y la composición del órgano reflejará la “pluralidad regional”
El Comité de Bioética “hará recomendaciones, pero sus decisiones no serán vinculantes”, recuerda Gutiérrez, bien en dictámenes a iniciativa propia o bien en los que les demanden los profesionales socio-sanitarios.
¿Cómo evitar el sesgo ideológico en estas entidades? Rodrigo Gutiérrez alude al principio filosófico de que “la ley es la ética de mínimos” y eso, es de obligado cumplimiento “independientemente de las creencias de cada uno”.
Después, la composición del Comité Bioético será un órgano colegiado que “deberá reflejar la pluralidad social de la región”. Lo conformarán entre 15 y 20 personas entre profesionales socio-sanitarios o miembros de la universidad por poner algunos ejemplos. Todavía está por definir. E incluirá subcomisiones, según la temática a abordar.
“No hay estadística regional”, explica Gutiérrez sobre los casos que cada año habrá de abordar el Comité. De hecho, una de sus funciones será desarrollarla. Los datos hasta ahora son los que ofrece la Red de Consejos, Comisiones y Comités autonómicos y del Comité de Bioética de España (REDECABE), al menos en casuística.
El 26 de marzo termina el plazo de la Consulta Pública previa de cara a la elaboración del borrador del Decreto del futuro Comité Bioético que se quiere poner en marcha entre este año 2021 y el próximo.