- La movilización ciudadana, dice la plataforma, es similar a la que ya se produjo en 2013 cuando se planteaba construir un aeropuerto en El Álamo (Madrid) para dar servicio, entre otros, al fallido Eurovegas
Colectivos vecinales y ecologistas han puesto en marcha la Plataforma ‘No Aeropuerto’ de Casarrubios-El Álamo tras el anuncio de Air City Madrid Sur de convertir el actual aeródromo de Casarrubios del Monte (Toledo) en un aeropuerto centrado el servicios de compañías aéreas low-cost y de aviación ejecutiva.
Sole Pacho, miembro de la plataforma y de Ecologistas en Acción Madrid Suroeste comenta que el colectivo se muestra “a favor de un modelo de transporte sostenible económica y ambientalmente” y anuncian que ya trabajan conjuntamente “para paralizar el aeropuerto de Casarrubios del Monte-El Álamo, como ya hicieron en 2013” en alusión a un “intento anterior” que fue desestimado “tras la retirada del magnate americano Sheldon Adelson de las negociaciones para instalar su mega complejo de ocio y de juego Eurovegas en el municipio de Alcorcón”.
La movilización responde a que “la construcción o el sonido de los aviones va a afectar a todas las personas que viven alrededor. Es injusto. Otra vez hay que empezar con la batalla. Ni siquiera se está hablando de medidas compensatorias como las que se aplicaron en Barajas”.
A eso se añade, comenta Sole Pacho, que frente a un momento “de cierta ilusión” y de “evolución” con la puesta en marcha del Ministerio de Transición Ecológica se esté planteando un nuevo aeropuerto. “No nos parece nada lógico. Estamos ojipláticas”, insiste, cuando hasta “se ha paralizado el tren hasta Navalcarnero con la cantidad de personas que utilizan una A-5 colapsada, incluyendo a los que vienen de Toledo, y que podrían dejar el coche en esa estación para evitar el atasco perpetuo”.
Asambleas informativas en el área de influencia del futuro aeropuerto
De momento, la plataforma se encuentra recabando información y tras una primera asamblea informativa en El Álamo (Madrid) tienen previsto realizar otras tantas charlas en los municipios del suroeste madrileño y también en los que se encuentran en la provincia de Toledo, tanto en La Sagra como en la comarca de Torrijos.
“Es muy ilusionante que las personas se hayan organizado tan rápido” ante las dudas que suscita el proyecto. Una de ellas se refiere al empleo. Los promotores han desvelado que el aeropuerto creará cerca de 5.600 empleos directos y 13.300 empleos indirectos en los primeros diez años de implantación. A eso se sumaría el futuro desarrollo industrial cuya estimación en empleos llega a los 32.500 directos.
“Nos parece que es vender humo. ¿Van a ser trabajos precarios? ¿De dónde salen las cifras? No nos salen si lo comparamos con otros aeropuertos en funcionamiento”, asegura la portavoz.
También genera reticencias el espacio aéreo que deberá compartir del futuro aeropuerto con Barajas, Cuatro Vientos, Getafe o Torrejón de Ardoz. “¡Como si Madrid no tuviese tráfico aéreo!” o las posibles consecuencias ambientales por el hecho de que la instalación vaya a localizarse en la zona de influencia del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama que, siguiendo la vertical norte-sur, se extiende desde el término municipal de Galapagar (a la altura del embalse de Las Nieves) hasta el de Batres, en el límite con la provincia de Toledo, a unos 14 kilómetros del actual aeródromo de Casarrubios del Monte.
“Es la bomba. Si ya a los castellano-manchegos os dejamos el río Tajo fino, entre desechos y el agua residual per se, como casi no hay radiales sin utilizar en la zona, como apenas hay vertidos incontrolados ilegales… pues ahora se quiere instalar un aeropuerto”, ironiza.
“Nos huele muy mal”, concluye la portavoz de la plataforma para apuntar a los casos de los aeropuertos de Ciudad Real o Castellón. “No sería la primera vez que un proyecto tan ambicioso se va a pique y tenemos que pagar los sobrecostes con dinero público”, advierte.