El vertido que viene por el cauce del río Azuer y ya había pasado el término municipal de Daimiel (Ciudad Real) bordea ya el cauce que lleva al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. El agua empieza a encontrarse con la del Guadiana que es la que baja para el reducto de naturaleza.
Por ello se ha puesto en marcha rápidamente un plan que consiste en crear un talud entre las aguas embalsadas del Azuer y el propio cauce del río que lleva ya al Parque para evitar que el vertido llegue a la reserva. Un plan que no obstante los vecinos de la zona señalan que ha sido de manera improvisada (de hecho la construcción de ese talud ha comenzado el miércoles 12, cuando el vertido lleva días bajando por el Azuer). La idea es separar en esas balsas separadas las aguas contaminadas de las del resto del río.
Esas balsas se crearon cuando del cauce cercano se sacó tierra hace unos años para la construcción de una autovía, por lo que son de origen artificial. La misma tierra del cauce es la que se está usando para crear ese talud artificial que al menos de forma provisional concentre el vertido fuera del cauce natural, si bien otro problema es que con el aumento de lluvias y la poca altura del dique el agua está sobrepasando los límites. Además hay fugas entre las paredes del talud que también está intentando tapar la excavadora que desde el miércoles trabaja en la zona.
Los lugareños señalan que ha sido cuando la noticia se ha conocido en los medios de comunicación cuando se ha empezado a actuar sobre el tema, aunque sin embargo no hay noticias desde la Confederación Hidrográfica del Guadiana. El vertido que baja por el Azuer se ha quedado embarrancado en esas balsas artificiales y eso lo que se quiere aprovechar para aislarlo; no obstante por el talud se filtra agua de los vertidos al río.
El medio que está siguiendo de cerca todo lo ocurrido con este asunto, www.tablasdedaimiel.com, señala que no creen que la contención del vertido dure mucho por el mal estado del dique creado. Además cuenta con agujeros diversos debajo del agua fruto de precipitaciones anteriores así como de las crecientes lluvias: si el agua no entra al Azuer por abajo lo está haciendo por arriba con la crecida de caudal. De hecho el mismo medio señala que sería “un golpe de fortuna” que se consiguiera frenar así el vertido porque se está intentando reparar los daños del talud con más tierra del cauce.
En el momento en que ese cauce sobrepase el talud artificial que se está creando sería prácticamente imposible frenar su llegada a las Tablas de Daimiel.