“Hay que hablar del vino vinculado a desarrollo rural, empleo o patrimonio natural y cultural”
‘Oportunidades empresariales en biodiversidad’, fue el lema de la cuarta mesa de la Jornada VinoDiversidad celebrada en Toledo y organizada por eldiarioclm.es, la Fundación Global Nature y Los Lavaderos de Rojas en colaboración con la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural.
La mesa estuvo moderada por Jonathan Gómez, geógrafo-climatólogo y presentador de ‘El Tiempo’ de Castilla-La Mancha Media con la participación de Amanda del Río, coordinadora del proyecto LIFE de la Fundación Global Nature, Margarita Madrigal, socia de Bodegas Más que Vinos, Pilar Virtudes, directora de Agroalimentariaclm.es y Juan Pedro de Ruz, socio de Magnolia Wines.
Todos dejaron un mensaje común: existen aún terrenos sin explotar para las empresas vitivinícolas de cara al consumidor y, entre ellos, aspectos relacionados con la biodiversidad a incorporar como un activo más en la promoción y comercialización del vino.
¿Por qué no visitar viñedos con avutardas como Finca Loranque, en Toledo?, apuntaba Amanda del Río. El enoturismo es mucho más que ver la bodega y hacer una cata de vino. “Hay que hablar de desarrollo rural, de empleo, de patrimonio natural y cultural asociado a la biodiversidad” y tener presente que “las variedades de uva también son biodiversidad”. Adaptar el viñedo al cambio climático o trabajar de forma conjunta con los restaurantes son algunas de las ideas aportadas por Del Río.
Margarita Madrigal, de Más que Vinos, resaltó que en su pequeña bodega en la comarca de la Mesa de Ocaña, en Toledo la “filosofía” pasa por “vender paisaje asociados al vino. Es fundamental” porque, dijo “basamos nuestras elaboraciones en las variedades autóctonas y estamos recuperando la Malvar que se estaba perdiendo en Castilla-La Mancha”.
“¿Por qué no vender hasta la puesta de sol en el viñedo o el paso de las grullas. Tenemos biodiversidad y hay que aprovecharlo”, proponía para resaltar la importancia de las contraetiquetas en las botellas. “Debe ser un valor añadido reflejar que se vendimia a mano”. En su compromiso con el medio ambiente destacó que “hasta tenemos depuradora propia por convicción porque el agua que usamos termina yendo al Tajo”.
Pilar Virtudes, directora de la publicación especializada Agroalimentariaclm.es resaltó la “importancia de la comunicación” relacionada con la biodiversidad para las marcas de vino. “Un apartado en la web sobre biodiversidad, vídeos, perfiles específicos en las rede sociales e incluirlos en comunidades o plataformas online de buenas prácticas, participar en jornadas como VinoDiversidad”. Son ideas que pueden ayudar a mejorar la reputación online y a crear “redes de confianza en torno a los productos ambientalmente responsables” de cara al consumidor.
También apuntó como oportunidad la publicación de memorias de sostenibilidad, “incluso las pequeñas empresas” de uso tanto interno como externo. “Una empresa puede construir su marca con precios o calidad pero también con responsabilidad social o ambiental” y los mensajes, concluía, “siempre deben ser en positivo”.
Juan Pedro de Ruz, copropietario de Magnolia Wines con sede en Villalgordo de Júcar, en Albacete, reivindicó las variedades autóctonas de uva “frente a otras que nos aportan una mayor producción”. En concreto, trabajan con la Garnacha y, añadía, “estamos empeñados” en recuperar otras variedades “perdidas” en la región como la Moravia o la Pámpana Blanca. Estos productores y elaboradores del vino, que no disponen de bodega propia (lo hacen en las vecinas bodegas Coronado) también apuestan por el viñedo autóctono, la vendimia nocturna a mano en una implicación que llega “hasta que el producto llega al restaurante”, con una producción inferior a las 4.000 botellas al año.
“Lo nuestro es una historia de amor por nuestra tierra y las cepas. El carácter del terruño es lo que nos mueve”. Un viñedo familiar desde 2014 ha sido su pasión y puso como como ejemplo a Galicia y su apuesta por las variedades autóctonas como en su momento hicieran también en Catalunya los productores de cava.
“Hay que valorizar los espacios naturales vinculados al vino y de paso proteger su biodiversidad”, concluyó Jonathan Goméz Cantero para cerrar la Jornada VinoDiversidad en la que participaron más de 80 personas entre técnicos de la Administración, bodegas, empresas agroalimentarias, organizaciones empresariales, entidades financieras, enólogos o chefs, entre otros.
En el mensaje final, la coordinadora del proyecto LIFE de la Fundación Global Nature, Amanda del Río apuntó que “la biodiversidad debe ser un mensaje positivo, una herramienta para el viñedo. Durante la jornada hemos hablado de problemas, pero también hemos dado soluciones a los mismos. El etiquetado de los productos sostenibles ha sido uno de los problemas más mencionados, para clarificarlo es necesario buscar el apoyo de la Administración”.