La rehabilitación de viviendas y edificios está en alza. Los confinamientos derivados de la pandemia de COVID-19 y las ayudas públicas para la renovación de un parque inmobiliario muy envejecido en España han hecho que valoremos en mayor medida el espacio en el que vivimos y donde pasamos buena parte de nuestro tiempo. En nuestra casa residimos, dormimos y, en ocasiones, trabajamos. Por eso la calidad de ese espacio cerrado se ha convertido en algo esencial para la propia calidad de vida. Hasta el punto de que el precio de la vivienda pueda revalorizarse de manera exponencial si cuenta con esos indicadores de bienestar. El valor de mercado puede oscilar entre un 20% y un 45% más.
Estos y otros datos los desgrana el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España en su Guía Ciudadana de Impulso a la Rehabilitación, que tiene como objetivo estimular la mejora de nuestra “experiencia doméstica” y promover las prácticas destinadas a mejorar el estado de inmuebles, viviendas y edificios, para los que también existen numerosos paquetes de ayudas en diferentes niveles administrativos.
Este documento incorpora un apartado en el que analiza el efecto de la rehabilitación en el valor del inmueble. Explica que según el modelo desarrollado por Sociedad de Tasación, una vivienda de más de 50 años incrementaría su valor un 25 % de media tras ser rehabilitada. Así, a la par que se mejoran los parámetros de habitabilidad y confort, se lograría un incremento del valor patrimonial.
Aunque precisa que este incremento no es uniforme (depende tanto de la localización como de múltiples factores relacionados con las características de cada inmueble), el ejercicio permite concluir que existe “una correlación positiva entre rehabilitación y valor, relación que tiende a afianzarse en la medida en que aumenta la sensibilización de los compradores sobre las ventajas, personales y económicas, de la sostenibilidad de las viviendas, siendo este un parámetro con una influencia cada vez mayor en las decisiones de compra”.
Concretamente, establece que el valor unitario medio de mercado puede incrementarse desde un 18% en ciudades como Málaga o Tarragona, hasta un máximo del 43% en Ourense o un 48% en Logroño. Detrás de estas dos últimas, las ciudades donde más puede incrementarse esa revalorización son Guadalajara, Girona y Castelló (con un 39%) y en otras como Zaragoza o Salamanca un 38%.
Retorno de la inversión pública
El Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos explica no obstante que retorno, la revalorización de la vivienda, no atañe únicamente al propietario. Explica que invertir en rehabilitación tiene, además, sentido desde el punto de vista del retorno en inversión pública: por cada 3 euros invertidos en mejoras en la vivienda, 2 euros se recuperarán en ahorro de servicios sanitarios y otros servicios públicos en un año.
Con carácter general, la guía muestra a la ciudadanía los beneficios de rehabilitar su vivienda. Además, se expone la metodología que hay que seguir una vez tomada la decisión de llevarlo a cabo y orienta en los pasos requeridos para que el proceso de rehabilitación se convierta en una “experiencia positiva”. Alegan el CSCAE que la diversidad de ayudas creadas permite tener acceso fondos directos, líneas de financiación y deducción en el IRPF, por lo que la rehabilitación se convierte en una “iniciativa doblemente pertinente”.
El documento se dirige principalmente a los ciudadanos propietarios de inmuebles susceptibles de ser rehabilitados, y ahí engloba tanto los propietarios individuales como las comunidades de vecinos. También va dirigida a promover la rehabilitación de espacios de trabajo o a empresas privadas con patrimonio inmueble, que actuarán en estos casos a modo de propietario individual a efectos de proceso.