Castilla y León es la tercera comunidad que más población ha perdido durante la pandemia. Según datos provisionales del padrón continuo, publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la comunidad ha experimentado una disminución de 13.637 personas, una caída solo comparable a la de Madrid y Cataluña, donde la población empadronada ha bajado en 34.297 personas y 23.551, respectivamente. En términos relativos sobre la población del territorio, Castilla y León se sitúa como la cuarta donde mayor pronunciado es el descenso, un 0,6% de sus empadronados, por detrás de Ceuta y Melilla y Asturias.
Así, Castilla y León se aleja de la cacareada cifra de los 2,5 millones de habitantes, alcanzada en 2010. En total, el número de ciudadanos inscritos en el padrón municipal en 2021 asciende a 2.381.281 habitantes, frente a los 2.394.918 empadronados el 1 de enero de 2020. La comunidad marca un descenso continuo en la última década, desde los 2.558.463 de 2011, hasta los 2.381.281 de este 2021, según datos del INE. Es decir, en 2021 hay 177.182 personas empadronadas menos que hace 10 años, el equivalente a la población de la ciudad de Burgos. Esta disminución supone que, de media, la comunidad haya perdido cada año más de 17.000 habitantes. Entre 2019 y 2020, la comunidad perdió 4.630 inscritos.
Por provincias, Valladolid sigue siendo la más poblada con 519.184 habitantes; seguida de León, con 451.436; Burgos, 355.943; Salamanca, 326.934; Zamora 168.720, Palencia, 159.066; Ávila, 157.918, Segovia,153.422; y Soria, 88.658. Sin embargo, hay contraste entre la población de cada provincia respecto a 2020. Tan solo Ávila gana población inscrita: 254 personas. El resto de las provincias pierden empadronados, aunque de manera desigual: lideran la caída León (5.003) personas menos que en el padrón de 2020. Salamanca se deja 2.311; Zamora, 1.868 menos; Burgos pierde 1707; Palencia, 1255 menos; Valladolid, 362 menos; Soria, 226 menos; y Segovia, 56 menos