La tercera ola que amenaza a Castilla y León: Ávila, Segovia y Salamanca duplican su incidencia del coronavirus en una semana

Alba Camazón

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La tercera ola de coronavirus ya ha empezado a mostrar sus primeros signos en Castilla y León. La señal inequívoca es que este fin de semana, Segovia ha pasado del nivel de alerta alto (3) a muy alto (4), pero esta no es la única provincia que está notando un repunte de los casos. Ávila, Segovia y Salamanca duplican su incidencia de los últimos siete días en solo una semana. Si en la semana de Nochebuena y Navidad registraban 62 casos en Ávila, 144 casos en Segovia y 129 en Salamanca, en la última de diciembre esta cifra se multiplica. Salamanca también subirá a riesgo extremo (nivel 4) según anunció en La Ser el vicepresidente autonómico, Francisco Igea.

Ávila triplica los nuevos casos y pasa de 62 nuevos casos a 255 y Segovia pasa de 144 a 398 casos nuevos en dos semanas prácticamente idénticas, puesto que el festivo caía en viernes y el jueves no se atendía en los centros de salud por la tarde al ser Nochebuena y Nochevieja, respectivamente. Los nuevos casos en Salamanca no suben tan bruscamente, pero el crecimiento es evidente al analizar la incidencia de los últimos 7 días a fecha de 28 de diciembre (34,23) y a fecha de 4 de enero (72,40).

Segovia y Ávila fueron las primeras provincias en relajar las medidas de aforo: el 27 de noviembre abrieron bares y restaurantes, centros deportivos y centros comerciales de menos de 2.500 metros. Un mes después, y tras las navidades, la incidencia sube día tras día en estas dos provincias, que estuvieron entre las más golpeadas en la primera ola. Además, en Segovia ya han empezado a trasladar pacientes a hospitales de otras provincias.

En Segovia, la incidencia llevaba justo un mes por debajo de los 200 casos por cada 100.000 habitantes. El domingo superaba ese umbral y alcanzaba los 254 contagios por cada 100.000 personas, con una tendencia a la alza. “No hay un motivo único y exclusivo, pero lo que pase en Segovia se puede extrapolar a otros sitios. La historia se repite. Donde se ha relajado las medidas, suben los casos”, reflexiona el presidente del Colegio de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert, quien encuentra “una relación directa” entre los puentes de la Constitución y las fiestas de Navidad con la incidencia del coronavirus.

De nuevo, los factores se repiten, como el turismo procedente de Madrid que ha reaparecido en Segovia y Ávila a pesar de que la comunidad está perimetrada -salvo el  23, 24, 25, 26, 30 y 31 de diciembre y el 1 y 2 de enero-. La entrada a Castilla y León solo estaba permitida en esas fechas para familiares de castellanos y leoneses residentes, lo que es un número muy elevado, teniendo en cuenta que la mayoría de la migración interior de Castilla y León va a Madrid.

Al turismo y la apertura de la hostelería hay que sumar las fiestas de Navidad, las reuniones familiares y de amigos, lo que ha derivado en brotes al haber un positivo entre los integrantes. Muchos médicos están viendo ya brotes que comenzaron en una de estas fiestas. “Sopesemos lo que ponemos en un lado de la balanza y en el otro”, pide Guilabert.

Otra cifra que no cesa de crecer es el número reproductivo (RT), que calcula a cuántas personas contagia de media un infectado por COVID-19. Esta tasa lleva ya unos días por encima de 1, lo que significa que el contagio es cada vez mayor, y desde ayer ya está por encima de 1 en todas las provincias de Castilla y León. En Ávila, de media, cada contagiado expande el virus a otras dos personas. Esto hace prever que los contagios continuarán multiplicándose en las próximas semanas. Por detrás de Ávila se encuentran Segovia (1,83) y Salamanca (1,63).

Además, en Segovia y Ávila la positividad -el porcentaje de casos positivos de todas las pruebas realizadas- ha aumentado también, lo que sustenta este cambio de tendencia. La positividad se ha duplicado prácticamente en las dos provincias solo en una semana. A pesar del crecimiento que vive Ávila, no es la provincia más afectada de Castilla y León, un puesto que ocupa Palencia (311 casos por cada 100.000 en los últimos 14 días), acompañada de Segovia (254 casos por cada 100.000).

“Sabíamos que [la tercera ola] iba a aparecer, nos preocupa la magnitud, porque ya tenemos una agendas tremendas”, advierte Guilabert, que se muestra “preocupado” no solo por el tratamiento de los pacientes de COVID-19, si no también de los pacientes con patologías crónicas que no están recibiendo seguimiento.

Salamanca también comienza a registrar una subida de los casos. Esta provincia, junto a León, fueron las siguientes en desescalar y abrir los bares, restaurantes, centros comerciales y gimnasios. Aunque todavía es pronto para ver un crecimiento tan brusco como el de Segovia o Ávila, en Salamanca y en León ya se intuye un repunte que se confirmará, previsiblemente, en los próximos días. En Salamanca la incidencia acumulada de los últimos siete días duplica la de la semana anterior

Sin embargo, en León la incidencia continúa bajando, aunque en este caso hay que tener en cuenta otro dato como es la trazabilidad, que cada vez es menor. Esto significa que más de la mitad de los que se han contagiado en los últimos días no saben dónde cogieron el virus, lo que dificulta mucho el trabajo de los rastreadores.

También están subiendo los casos en otras provincias como Soria. La incidencia acumulada en los últimos 7 días es de 71 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 41 que marcaba la Junta el 28 de diciembre. También ha empezado a subir la incidencia en Valladolid, y mantienen una tendencia descendente en Palencia (151 casos por cada 100.000 habitantes) y en Burgos (78). En Zamora, por el momento, la incidencia se mantiene estable.

“La vacuna está muy bien, pero la inmunidad colectiva va a tardar más de lo que se piensa la gente”, asegura Guilabert, médico de familia en Sepúlveda (Segovia), quien advierte de que las dosis llegan “a cuentagotas” y no “con la celeridad que nos gustaría”. La Junta de Castilla y León ha administrado el 44% de las vacunas que ha recibido en la primera semana. Según el vicepresidente autonómico, no se ha vacunado a más población “para asegurar la segunda dosis”, que es la que garantiza la inmunidad personal.