La consejera de Sanidad de Castilla y León apunta que “las cosas pintan bien” para pasar a nivel 1 y el jueves definirán dónde
La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, ha recalcado este miércoles que “las cosas pintan bien” para el posible paso a nivel 1 de riesgo por COVID-19 en la comunidad, si bien ha matizado que en la reunión del Consejo de Gobierno de este jueves se definirá si lo hace toda la región o solo las provincias con mejores cifras.
En cualquier caso, la consejera se ha mostrado optimista con la evolución de los datos de la pandemia, que sitúan a toda la Comunidad ya fuera de los niveles alto o muy alto de incidencia acumulada en el conjunto de la población y con “muy buenas cifras” entre los mayores de 65 años. Todo ello, gracias a que la vacunación ha permitido “atemperar el golpe de la mortalidad y la enfermedad grave” entre los grupos de edad más vulnerables.
Eso sí, ha advertido de que el COVID-19 “sigue entre nosotros” y que hay “más variantes”, que si bien no se detecta una elevada transmisión de casos relacionadas con ellas, como sucede con la 'delta', considera que se debe mantener la “prudencia” y los criterios de prevención generales, como el lavado de manos y el uso de la mascarilla.
En la reunión de mañana del Consejo de Gobierno, como ha señalado también el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, “las cosas pintan bien” para que después de dos semanas en el nivel 2 de riesgo de acuerdo con el 'semáforo COVID', se pueda abordar el paso a nivel 1. Eso sí, Casado ha matizado que se debe definir el ámbito territorial, si pasará el conjunto de la comunidad o solo algunas provincias.
En ese nivel 1, ha recordado la consejera de Sanidad, se retomaría el consumo en barra y de pie en los establecimientos de hostelería, lo que ha considerado que puede aumentar el “riesgo” de transmisión, pues ella reconoce que “peca de prudencia”. “Es una enfermedad muy dura que ha hecho enfermar a mucha gente y ha generado una presión sanitaria terrible”, ha recordado Verónica Casado.
Programa de atención integral a los “24.000” pacientes
Junto al director general de Planificación y Asistencia Sanitaria, Alfonso Montero, Casado ha presentado un nuevo Proceso Asistencial Integrado (PAI) para el seguimiento integral y atención de las personas afectadas por el denominado 'COVID persistente', que podrían “rondar” la cifra de 24.000 en la comunidad.
Este programa de la Gerencia Regional de Salud (ya tiene unos 25 en marcha para diferentes patologías), se destina al seguimiento integral de las personas afectadas por SARS-CoV-2 que han sufrido complicaciones posteriores a la fase aguda de la enfermedad, tanto relacionadas directamente con la dolencia como otras asociadas a las largas estancias hospitalarias.
Busca ofrecer a los profesionales sanitarios una herramienta de excelencia metodológica que nace como respuesta a la necesidad real de un gran número de pacientes afectados en Castilla y León, que han visto su calidad de vida mermada tras la infección, y como apoyo al trabajo coordinado de los profesionales de Sacyl.
Montero ha apuntado que no todos los pacientes se recuperan tras una fase aguda más o menos larga o grave y se calcula que al menos un 10 por ciento de ellos no se reponen completamente y desarrollan síntomas persistentes e incapacitantes tras la infección aguda.
Con los últimos datos de Castilla y León se observa que desde inicio de la pandemia son casi 238.000 los casos totales acumulados de COVID-19, de modo que la estimación de posibles pacientes con COVID persistente en la Comunidad rondaría los 24.000 (el citado 10 por ciento). Es decir, alrededor de mil personas por cada 100.000 habitantes podrían padecer COVID persistente en la región.
Seguimiento individual
Los pacientes incluidos en este proceso asistencial específico son todos los afectados por la enfermedad, de manera que, dependiendo de su situación clínica individual, se realizará la intervención clínico-asistencial correspondiente y se pondrán a su alcance, de forma coordinada y organizada, los recursos del sistema sanitario.
Se trata de un documento “riguroso, basado en la evidencia científica actual, que pretende dar respuesta a las necesidades de los pacientes con COVID-19”, tras una valoración integral inicial y un seguimiento continuo interdisciplinar, a lo largo de todo el proceso de su enfermedad.
El proceso asistencial integrado de la Consejería de Sanidad facilita, mediante el trabajo en equipo de forma homogénea y coordinada en las once áreas de salud de Castilla y León, la continuidad asistencial allá donde se encuentre el paciente (en zona rural o urbana, en domicilio o centro residencial, en el centro de salud o en el hospital), teniendo en cuenta en todo momento las necesidades del paciente.
El proceso pretende, por tanto, establecer los criterios de atención para el seguimiento de los pacientes afectados por la infección por SARS-CoV-2 a corto, medio y largo plazo, de forma que se pueda valorar la evolución y detección precoz de complicaciones, así como posibles secuelas o síntomas persistentes, para ofrecer el tratamiento más adecuado y personalizado.
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