Artistas y dibujantes critican que la Universidad de Salamanca edite un cómic generado por Inteligencia Artificial

Artistas y dibujantes critican que la Universidad de Salamanca editará un cómic generado por Inteligencia Artificial, que esta institución académica ha presentado a través de la exposición 'Sobre fondo azul. Una historia original sobre el Cielo de Salamanca', una pintura mural de grandes dimensiones que representa la bóveda celeste con sus constelaciones del siglo XV y que ha sido atribuida a Fernando Gallego. En la rueda de prensa de presentación se aseguró que el cómic -de más de 140 páginas y 212 viñetas- había sido generado “íntegramente” con Inteligencia Artificial.

El comisario de la muestra, Eduardo Azofra, aseguró que con los plazos marcados resultaba “inasumible” que lo hiciera un ilustrador, pero destacó que el cómic estaba basado en “unos documentados y rigurosos textos, en los que se han tenido en cuenta los principales estudios publicados hasta el momento sobre la bóveda astrológica de la biblioteca y después de la capilla del Estudio salmantino”. Ahora, la universidad matiza esa participación de la Inteligencia Artificial.

Este cómic ha generado revuelo dentro del mundo del arte, que reprochan que una institución académica utilice IA generativa. Preguntado por este diario, el director del Servicio de Actividades Culturales (SAC) de la USAL, Javier Panera, matiza que el cómic “no lo ha hecho una IA”, sino “investigadores y docentes de la USAL”, especializados en Historia del Arte, quienes han estado “implicados en el proyecto” tras “meses de trabajo e incontables horas de investigación y creación” para conseguir acercar a todo tipo de públicos el Cielo de Salamanca, cuyo original se puede visitar en el espacio situado en frente de la sala de exposiciones.

“Los programas de Inteligencia artificial han sido herramientas de intermediación a la hora de elaborar las imágenes (bajo las instrucciones de un equipo de investigadores) que luego han sido objeto de largos y laboriosos trabajos de postproducción, reelaboración y retoque por parte de los miembros de dicho equipo”, afirma Panera, que asegura que no tienen constancia de haber infringido la actual Ley de Derechos de Autor.

Acuarelas para “equilibrar la plástica” de la IA

Para el encabezamiento de los capítulos se han utilizado acuarelas realizadas por el artista, escultor e ilustrador Miguel Sobrino González, que explica a este diario que su idea era pintar una acuerda con una base de tinta china y de trazos sueltos “para que contrastara y equilibrara la plástica de la Inteligencia Artificial”. Sobrino González asegura que él pintó una recreación del cielo de Salamanca que está en el museo diocesano, lo que sirvió de inspiración para el cómic.

Este proyecto es consecuencia de varios años atrás. La investigación relativa al Cielo de Salamanca de la mano de Azucena Hernández, doctora en Historia del Arte, lo inició todo. Le pidió alguna ilustración a Sobrino González, quien hizo una maqueta en papel, que luego fue adaptada al vestíbulo del nuevo Museo Diocesano. Este cómic pretendía dar más difusión a este Cielo y por eso le pidieron a Sobrino González que aportara nuevas acuarelas para describir “momentos clave” en la historia del Cielo: la construcción, la pintura, la conversión en capilla, la destrucción, su descubrimiento y cómo estas pinturas fueron arrancadas. Estas ilustraciones convivirán con las imágenes generadas por IA.

El artista destaca que estos dibujos tienen “muchos retoques y muchas capas”. “La confusión sería comparar esto con esta utilización espuria de estas tecnologías para que te haga el trabajo”, valora Sobrino González, que lo ve como un ejemplo de una tecnología “que no está madura” y que no debería “desbancar” el trabajo humano.

Una tecnología que “vulnera los derechos de autor impunemente”

Este uso de la IA generativa ha sido criticada desde el sector, que lo ve “innecesario” y “un despropósito”, especialmente porque el uso procede la Universidad de Salamanca, una institución que tiene una carrera universitaria de Bellas Artes que no ha participado en el proceso. La Federación de Sindicatos de Espectáculos, Artes Gráficas , Audiovisuales y Papel (SEGAP) reprocha que la Universidad de Salamanca debería dedicarse “a promover la enseñanza y no automatización”. “Esto es una falta de respeto hacia los profesionales del cómic”, rechaza SEGAP, que considera que esta iniciativa lanza el mensaje de que las instituciones públicas pueden “vulnerar los derechos de autor impunemente”.

Arte es Ética, un colectivo sin ánimo de lucro que integra a representantes del arte de España y Latinoamérica, alerta de la irrupción de las IA generativas. “Solo demuestra la falta de ética de la institución y el cinismo de sus representantes”, reprocha Naida Jazmín Ochoa, quien recuerda que ya hay “evidencias de sobra” sobre cómo se ha desarrollado la IA generativa, un campo que además conoce personalmente el rector de la USAL, que es catedrático en el Área de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial.

“Que una institución académica promueva, fomente e impulse el uso de IA generativa porque le facilita, economiza y acelera obtener un producto, a costa de lo que sea, es un mensaje horrible y peligroso pensando en la clase de personas que van a formarse en esos espacios. Están dando el mensaje de que vale todo; de que no importa el medio sino que lo importante es el resultado”, protestan desde Arte es Ética, que aboga por prohibir los servicios comerciales de IA generativa.

El Ministerio de Cultura se reunió con colectivos, asociaciones y federaciones de artistas para abordar el uso de la IA generativa. El Ministerio de Cultura “no está cumpliendo o no tiene autoridad”, según denuncia SEGAP. “Si el Ministerio de Cultura tiene intención de actuar ante esta vulneración de derechos, debe dejar de escuchar a la patronal, a quien beneficia que los derechos de los trabajadores no sean respetados, y empezar a abrir vías de comunicación con las asociaciones y sindicatos que representan a las personas afectadas”, sostiene esta federación. Desde Arte es Ética se preguntan qué se ha hecho después de dichas reuniones: “Las promesas de los representantes del Ministerio fueron acentuar y mejorar dicha comunicación para que no se usen estos modelos generativos. ¿Y qué pasó con todo eso?”.

La calidad del producto y la moda de la IA

Otros artistas consultados por este diario protestan porque consideran que este uso de la IA devalúa el trabajo profesional y supone una vulneración de los derechos de autor. Mike Ruiz Xuliban cree que hace unos años nunca se hubiera considerado seriamente pagarle a un artista por proyecto un cómic de esta envergadura, pero esta tecnología permite hacer un libro ilustrado por un presupuesto “irrisorio” para tener un resultado “que obviamente no se ve mejor que el resultado que hubiera hecho un humano con un presupuesto competente”.

Otros, como Adrián García (Gartzia Art) creen que la universidad ha pretendido “apuntarse a la moda” de la IA a pesar de que esta “roba de manera sistemática todo tipo de obras de artistas e imágenes que encuentra de internet”.

Iván Gil, ilustrador y dibujante de cómics, entiende que este cómic podría tener justificación “si fuera una actividad muy experimental”, algo que no parece ser así. “Se ha utilizado la IA en sustitución de uno o varios artistas humanos y se ha hecho con fondos públicos”, protesta Gil, que se dedica al cómic histórico y entiende que la IA es una herramienta imparable. “Puede entenderse que estamos completamente en contra de la IA, pero no es así. Estamos en contra de usar la tecnología que parte del robo masivo del trabajo de otros compañeros”, remacha García.

La IA como herramienta para el sector

Cada vez son más los artistas que abogan por el uso de la IA como herramienta, pero no como producto final. El director del medio especializado Tomos y Grapas, Alfredo Matarranz, apuesta por el uso de IA que sirven para agilizar el trabajo o para borradores iniciales, pero no para resultados finales como en carteles de ayuntamientos, libros o este cómic que ha editado la USAL.

Sergio Izquierdo, que compagina su trabajo como guionista de cómics con el de profesor de Historia, asegura que la IA, aunque “peligrosa”, ha venido “para quedarse” y apuesta por “definir bien cómo utilizarla”. “Es paradójico que una universidad, que siempre hace hincapié en citar las fuentes y la autoría de las obras, utilice así esta tecnología”, protesta Izquierdo.

En la misma línea se pronuncia Silvia Ballesteros, artista y tatuadora: “Yo antes pensaba que debían prohibirse porque 'beben' del arte de otros artistas para crear nuevas imágenes, pero creo que son una herramienta que está para quedarse y que deben usarse como tal, no como un fin”.

Como crítico de cómics, Matarranz cree que este uso de la IA generativa es un delito que aún no está regulado, aunque se están dando los primeros pasos en la Unión Europea con la aprobación de la Ley de Inteligencia Artificial. “Los artistas se promocionan a través de redes sociales. Colgar sus dibujos en internet les sirve para darse a conocer a las editoriales; pero las empresas de IA las utilizan para hacer su negocio, y hay que regularlo mejor”, destaca.

El colectivo Arte es Ética recuerda que hay una treintena de demandas activas en el mundo solo en materia de copyright contra las desarrolladoras de IA generativa. “Con la excusa de usar lo que está ”disponible públicamente“, empresas como META han dicho en diferentes entrevistas que usaron todo el contenido de sus plataformas, Instagram, Facebook, para entrenar su IA generativa. Hablamos ya de fotos y datos personales de cualquier usuario de dichas redes, sea artista o no. Hablamos de que estas empresas vulneran los derechos de todos”, protesta este colectivo, que aboga por prohibir los servicios comerciales de la IA generativa.

En cualquier caso, desde la Universidad de Salamanca recuerdan que “el uso de herramientas y programas de IA ha sido asumido por el sistema del arte hace tiempo” y destacan que está prevista una exposición que constará de más de 300 portadas de discos diseñadas por autores de cómic de los cinco continentes y de decenas de cómics de temática musical.