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La M.O.D.A., de grandes escenarios a plazas de pueblo para “dar visibilidad al mundo rural” con su música

La MODA durante su concierto en Hontoria del Pinar, Burgos, en 2019

Javier Ayuso Santamaría

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En apenas un par de semanas en 2019 pasaron de llenar el Wizink Center de Madrid –aunque ellos dicen que les faltaron 40 entradas por vender– a estar tocando por los pueblos de Burgos con sus vecinos, familiares, amigos como público. Este fin de semana, La Maravillosa Orquesta del Alcohol vuelve a la plaza del pueblo; lo hacen entre nervios y la premisa de “reclamar que la cultura es un derecho de todo el mundo, viva en una gran ciudad o un pueblo pequeño y dar visibilidad al mundo rural”.

Así lo expresaron en sus redes sociales y como tal lo defiende su guitarrista, Nacho Mur: “Tocamos en sitios enormes, que oye, es una maravilla, pero también hay que ser conscientes de que eso solo no es la realidad, que hay muchas más maneras de tocar y hacer cultura”. Para La Moda esta otra vía pasa por un formato peculiar para una banda a la que el público ya se ha acostumbrado a ver en las plazas más grandes; ahora les toca mirar a esos sitios más pequeños, pero de igual grandeza y “devolver a Burgos lo que nos da”, como explica el músico.

Es por eso que se reencuentran con su provincia este viernes 26 de agosto en la Plaza Mayor de Pampliega, el sábado 27 de agosto en la Plaza Nueva de Poza de la Sal y el domingo día 28 de agosto en la Plaza del Torreón de Covarrubias. Pero no solo son conciertos, La Moda demuestra que su forma de luchar contra la despoblación pasa por llevar la cultura y su música a cualquier rincón. “Es un granito de arena pequeño, somos conscientes de que no vamos a cambiar ni el mundo, ni España, ni Burgos”, explica el músico. “Los grupos tenemos que hacer muchas cosas, no solo las instituciones, que también tiene mucho que hacer, pero que nosotros también podemos y no solo quedarnos en las palabras”.

Este paréntesis en una gira que empezó en febrero y que acaba el 26 de noviembre, como ya hicieron en 2019 en el Wizink Center, es el método que tienen de acordarse tener los pies en la tierra y como explica Mur es la “forma de reencontrarnos con las raíces, disfrutar de otra manera más cercana y poner de valor que la cultura es para todo el mundo, no solo para los que viven en las grandes ciudades”.

Conciertos gratis

En esa forma de llegar a la gente entra su convicción en lo que predican. Prefieren dedicar un tres días completos a su provincia, a su gente, que continuar girando, al menos durante este fin de semana. Los conciertos que darán lo hacen en abierto, sin entradas, sin cobrar, y teniendo que poner ellos todos los medios. Según reconoce Mur: “Sentimos que es parte de nuestro camino y también es verdad que ahora podemos hacerlo. Si la gira no hubiera ido tan bien no tendríamos la posibilidad de hacerlo. No todo tiene que tener un fin lucrativo, tocar es un regalo y más después de estar un año y medio sin hacerlo por la pandemia. Ir a estos sitios y que, por ejemplo, te vean tus tíos te comenten y otras personas que no irían a un gran concierto es muy bonito”.

Se podría decir que también es la forma de agradecer a una provincia que siempre ha estado volcados con ellos y devolverles el gesto, como apunta Mur: “Nosotros somos muy conscientes de que el grupo ha llegado donde ha llegado por el boca oreja de la gente de Burgos que se iba a otras ciudades. Tenemos muy presentes que la gente que vive en los pueblos y que tiene que irse a las ciudades para estudiar o trabajar y que estamos yendo a los pueblos de esa misma gente a tocar y son los mismos que nos apoyaban cuando empezamos con el grupo”.

Para estos tres conciertos, se han preparado de forma específica al ser una un formato más pequeño y en acústico. Mur afirma que se sienten más nerviosos de lo habitual ya que tras venir de la dinámica de conciertos, festivales, salas que “está todo muy rodado, muy organizado y tenemos un equipo que trabaja increíble y esto es de otra manera”. El equipo que llevan es más pequeño y, como confiesa el guitarrista, tienen ese recelo de si la gente responderá a la convocatoria. “Tenemos miedo de que no vaya nadie, o al revés, que haya demasiada gente. Entonces estamos nerviosos, pero con una ilusión de las primeras veces”, señala.

Pero para un grupo que lleva muchos meses en carretera esta experiencia es un salvavidas. “De los recuerdos más bonitos de la historia de la banda siempre decimos que es la primera gira de pueblos que hicimos en 2018 y eso que fue justo después del 'Wizink' que hicimos. Esta es la forma de reencontrarnos con las raíces, de disfrutar de otra manera más cercana y sentir que tenemos el control de donde queremos tocar”, sostiene Mur.

“Volver a la raíz de todo”

Ir a los pueblos en verano es hacerlo a sus fiestas, a reencontrarse con amigos y familia que solo se ve esos días, pero también es recuperar recuerdos y entre ellos está la música. “Para nosotros es volver a la raíz de todo. Volver a la plaza del pueblo es rememorar la relación que tienes desde pequeño con la música. Si tienes un pueblo desde pequeño vas a recordar las orquestas o los pasacalles”.

Para este tipo de gira a La Moda no les faltan anfitriones y tienen muchos candidatos, aunque defienden que quieren que sea “una cosa nuestra, que sea autónoma y que nadie se pongan medallas por ello”. Pero el grupo burgalés se siente cómodo llenando los pueblos y se atreven a idear más conciertos de este tipo. “Estamos pensando en darle mil vueltas, cambiar formato, ir con más bandas… Tenemos muchas ganas e ideas de ir haciendo estas cosas”, afirma Mur.

“Viene a vernos mucha familia, amigos, gente que a lo mejor a conciertos más grandes no viene es como volver a casa. Al acabar el concierto estamos con todos. Es una conexión diferente. Hablas con la gente, te cuentan que su abuela era de allí e iban todos los veranos. Es una maravilla”, comenta el instrumentista.

La Moda ha demostrado en su carrera que este tipo de saltos de fe les sienta bien. Esta gira versa sobre su último disco, 'Nuevo cancionero burgalés', un trabajo que adapta a su estilo los cancioneros de los folcloristas Antonio José y Federico Olmeda. Un álbum con folklore burgalés, tocado en Burgos y con escenarios que mencionan sus propias letras, más allá de jugar como locales, la gira y su última publicación está marchando muy bien.

Como explica el músico, la conexión que ha tenido el público con las letras es especial ya que, aunque habla de lugares de la provincia, el sentimiento y las historias hacen que recuerden que son universales. Y eso la gente lo entiende y lo disfruta.

“Esta gira está siendo una pasada, todos los conciertos que nos quedan están siendo muy grandes, había muchas ganas” asegura Mur. El público les ha respondido “increíble” más si cabe con la cantidad de conciertos o festivales que hace que esté “costando vender entradas” aunque, en su caso como apunta el músico, “hemos tenido la suerte de llenar seis Riviera, fue una locura”. Aunque para su última fecha quedan varios meses, al menos este fin de semana toca 'volver a Burgos', como dice una de sus canciones de su último disco.

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