Quinta dimisión en el Hospital de Medina del Campo: el jefe de Anestesia renuncia a su cargo tras conocerse el caso de presuntos abusos sexuales

Laura Cornejo

10 de junio de 2021 12:05 h

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Quinta dimisión en el Hospital de Medina del Campo (Valladolid), tras conocerse el caso de presuntos abusos sexuales de un médico traumatólogo sobre pacientes inconscientes y tocamientos inapropiados a menores durante las exploraciones. El jefe de Anestesia del hospital, Juan Carlos Álvarez renunció a su cargo el pasado miércoles, tal y como confirman fuentes sanitarias a elDiario.es.

La cascada de dimisiones comenzó el pasado viernes, con el gerente del Clínico y del Hospital de Medina, José Manuel Vicente, una vez que la junta de Castilla y León hizo público un comunicado sobre la apertura de una información reservada tras recibir un escrito de denuncia de los trabajadores del hospital. Además, dio traslado a la Fiscalía.

Tras la dimisión del gerente, abandonaron también su puesto la directora médica, Laura Gil Zarzuelo, la directora de enfermería, Teresa Sánchez Muñoz y el jefe de Traumatología, José Ángel Sanz, todos ellos “por motivos personales”.

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, pidió el pasado miércoles “calma” mientras se desarrollan las investigaciones para determinar qué ocurrió en el hospital, desde cuándo, y quiénes son los responsables. El médico señalado por sus propios compañeros, falleció el jueves, en un accidente de tráfico, poco después de que el entonces gerente del hospital le comunicase la apertura de una información reservada a raíz del escrito que firmaban 26 trabajadores de quirófano, y le recomendaba acudir al servicio psicológico que Sanidad tiene para los médicos.

En la denuncia, los trabajadores denunciaban “incidentes reiterados” con el facultativo y de los que la jefe de la unidad de enfermería informó al coordinador del bloque quirúrgico y al jefe de traumatología sin tener resultado.

En el texto, los sanitarios explican que las exploraciones que realizaba el médico “antes y después” de las intervenciones quirúrgicas “en pacientes femeninas y sobre todo jóvenes, incluso niñas” eran “completamente libidinosas y abusivas” y que atentaban contra su intimidad “creando un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo”. Así, precisaban que se extralimitaba “practicando habitualmente tocamientos sin ningún motivo clínico, en sus órganos mamarios” y sospechaban también que “ginecológicos” y “sin guantes” en “pacientes anestesiadas” o con raquianestesia (de cintura para abajo), algo que hacía “debajo de una sábana”.

Tal y como adelantó elDiario.es, la Inspección de Servicios que elabora la información reservada ya tiene en su poder una denuncia anónima que se registró en la aplicación informática Sisnot, en la que una enfermera relataba el abuso sobre una niña anestesiada en 2019.