Castilla y León niega la ayuda a tres de cada cuatro trabajadores que pidieron el complemento de los ERTE que acordó el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, con los sindicatos y la patronal, el 25 de marzo. La Junta de Castilla y León ha publicado este lunes en el Boletín (Bocyl) las ayudas a los ERTE que pretendían “paliar el impacto económico” y “compensar la pérdida de poder adquisitivo” de los trabajadores afectados por un ERTE por causa mayor debido a la pandemia. Ni dos días tardó el crédito en agotarse, pero las colas de personas en las oficinas territoriales se mantuvieron durante más tiempo del que duró este crédito de seis millones de euros que no se ha ampliado, pese a las constantes exigencias de los sindicatos.
La Consejería de Empleo, dirigida por Ana Carlota Amigo, aprobó en julio un crédito de seis millones de euros que, como preveían los sindicatos, dejaría fuera a unas 40.000 personas. Este complemento a los ERTE estuvo a punto de romper las negociaciones del Diálogo Social en Castilla y León –Junta, sindicatos y patronal–, puesto que, según los sindicatos y la patronal, la Junta se comprometió a aumentar la partida económica en función de las necesidades para que ninguna persona quedara atrás. Un compromiso que luego no se ejecutó, puesto que se mantuvo la ayuda en estos 6 millones de euros que se publican en el Bocyl. Ahora se confirman los presagios de los agentes sociales: quedan fuera decenas de miles de empleados.
El plazo para solicitar este complemento de los ERTE comenzó el 3 de agosto a las nueve de la mañana y terminaba, en teoría, el 17 de agosto a las dos de la tarde. Sin embargo, el crédito de seis millones de euros se agotó un día después de que se abriera el plazo: el 4 de agosto a las 13 horas, 47 minutos y 50 segundos, informa el boletín. Por lo tanto, todas las solicitudes que se realizaron después y las posibles subsanaciones necesarias (o aportación de documentación extra) posterior al 4 de agosto a las 13 horas, 47 minutos y 50 segundos no han sido admitidas.
En total, han sido desestimadas 37.910 peticiones: 336 porque fueron enviadas pasado el 17 de agosto, 1.539 por incumplimiento de requisitos, 1.631 porque se les pidió subsanación de errores o documentación extra que no fue entregada o se envió después del 4 de agosto y 34.404 peticiones que se quedaron sin crédito, aunque las solicitudes fueron entregadas en plazo. El criterio de la Junta de Castilla y León no fue otro que el orden de llegada –y el cumplimiento de los requisitos–.
En julio, la Junta de Castilla y León aseguró que se habían recibido 51.346 peticiones –una cifra que no coincide exactamente con las cifras publicadas en el Bocyl–, y que 217 empleados públicos se encargarían de las tramitaciones de los complementos: depurar los expedientes y comprobar que el solicitante cumple los requisitos definidos en la convocatoria y que los datos aportados son correctos. Ya entonces advertía la Junta de que se habían detectado duplicidades en esta convocatoria, porque algunos trabajadores habían solicitado esta ayuda en más de una ocasión.
Estas ayudas están dirigidas a trabajadores con una base de cotización de hasta 1.600 euros, que pertenezcan a empresas con una plantilla de hasta 250 empleados y se hayan visto inmersos en un ERTE por causa de fuerza mayor durante un periodo mínimo de 45 días y un máximo de 90. El importe de este complemento económico de carácter autonómico asciende a 7 euros por jornada completa en regulación. Como máximo, este trabajador ha recibido 630 euros. Solo se han concedido 11.610 ayudas, que oscilan entre los 11,2 euros y 630 euros, aunque esta última es la cantidad que más gente ha recibido. De estas casi 12.000 ayudas, 4.427 personas recibirán estos 630 euros.
En cada provincia, la cantidad mínima diferente, aunque los 630 euros se mantienen como la cantidad más concedida. De esta manera, en Zamora la cantidad mínima es de 11,20 euros, pero en Ávila es de 81,84 euros. Según los cálculos realizados en base a la información publicada en el Bocyl, se Valladolid y Salamanca son las provincias que más partida económica se llevan, lo cual es lógico, puesto que tienen muchos más beneficiarios que otras provincias como Zamora.
“Me hubieran ayudado un poquito esos 600 euros”
Iker es monitor de natación. Estuvo en ERTE 105 días (desde el 14 de marzo hasta el 30 de junio). Él solicitó este complemento de la Junta el 14 de agosto, y no ha vuelto a saber nada de la administración autonómica. “Cuando pedí la ayuda me preguntaron cómo prefería que me informaran de la resolución y dije que mi dirección postal. No he tenido noticias ni en el buzón ni en mi correo”, lamenta en declaraciones a este periódico. La resolución fue el 23 de noviembre y la publicación en el boletín, el 30 de noviembre. Iker se entera a través de elDiario.es de que ha salido publicada la lista de beneficiarios y que ya no había crédito cuando él solicitó este complemento.
“Siempre me espero lo peor, pero me quedaba esa esperanza... Me hubieran ayudado un poquito esos 600 euros, para alguna cosa nos hubiera servido”, lamenta Iker, que reprocha que la Junta de Castilla y León haya utilizado la política de 'se lo lleva el primero que lo pide' y no se hayan analizado otros factores como la necesidad. Como él, se han quedado fuera miles.