La Junta de Castilla y León flexibilizará dos medidas de la PAC para favorecer el control del topillo

Europa Press

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La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha anunciado este viernes una Resolución que introduce medidas de flexibilidad “de aplicación inmediata” en dos prácticas de los ecorregímenes de la PAC con el principal objetivo de favorecer el control de las poblaciones de topillo campesino en los campos de cultivo.

Según ha informado el viceconsejero de Política Agraria Comunitaria y Desarrollo Rural, Jorge Llorente, en una nueva reunión con los representantes de las organizaciones profesionales agrarias, en la práctica de siembra directa se autorizará el laboreo vertical sin invertir la tierra en las parcelas en las que se ha observado una mayor presencia del roedor.

De esta forma, ha explicado en el encuentro, el pase del cultivador, chisel o grada de discos pequeños contribuirá a la destrucción mecánica de huras y galerías a la vez que se mantiene el rastrojo sobre la superficie, de manera que el suelo esté cubierto todo el año.

La segunda flexibilización de aplicación inmediata hace referencia a la práctica de establecimiento de espacios de biodiversidad, donde se permitirá la recolección de las superficies de cereal no cosechado sin tener que esperar al 1 de septiembre. En este caso, los agricultores deberán retirar “de forma inmediata” las pacas y cordones de paja para evitar que el topillo encuentre protección y se resguarde bajo ellos.

La Resolución aprobada por la Consejería estará disponible en el Portal PAC de la Junta de Castilla y León y será de aplicación en las comarcas en las que las evaluaciones extraordinarias han confirmado el repunte de topillos detectado en primavera y tras lo que se “intensificó” la vigilancia.

La flexibilización afectará en concreto a las comarcas de Arévalo-Madrigal y Ávila (Ávila); Arlanza, Bureba-Ebro y Pisuerga (Burgos); Esla-Campos y Sahagún (León); Boedo-Ojeda, Campos, El Cerrato (Palencia); Alba de Tormes, Peñaranda de Bracamonte y Salamanca (Salamanca); Cuéllar (Segovia); Campo de Gómara, Tierras Altas y Valle del Tera (Soria); Centro, Sur, Sureste y Tierra de Campos (Valladolid); y Campos-Pan (Zamora).

“Medidas con racionalidad y de la manera más efectiva posible”

“El compromiso de la Junta es seguir explorando o colaborando con todos los agentes para aplicar medidas con racionalidad, de la manera más efectiva posible”, ha explicado Llorente que ha destacado la “importancia de la flexibilización de medidas de la PAC para la lucha y control contra el topillo”.

“Lo hemos hecho en una reunión de coordinación con todas aquellas administraciones que puedan tener esas vías de dispersión de multiplicación de esta plaga y también en prácticas agronómicas que puedan, de alguna manera, luchar y controlar la dispersión de este repunte poblacional”, ha apuntado Llorente que ha significado el carácter “fluido” del encuentro para “luchar contra un problema ya que se trata de una enfermedad en el sector agrario de la Comunidad”.

Por su parte, la gerente de Asaja en Castilla y León, Nuria Ruiz, ha “celebrado” el resultado de la reunión en la que considera “fundamental” la implicación tanto de los agricultores como de las administraciones encargadas de las áreas de dispersión donde hay más población de estos roedores.

“Creemos que es una suma de medidas que hay que ir implementando, cada una en un momento determinado, en función de cómo esté también la plaga, la explosión demográfica y en las épocas en las que estén los cultivos”, ha precisado Ruiz que ha referido cierto “alivio” por parte de los agricultores, que ven como “sus demandas no son escuchadas, lo que provoca que el topillo busque un reservorio, para volver al poco tiempo a las parcelas recién sembradas, donde vuelven a provocar destrozos”.

Desde la Alianza el secretario de UPA en Castilla y León, Aurelio González, ha considerado que las medidas acordadas por las OPAs y la Junta se deben traducir en un plan integral. “Está muy bien que se flexibilice la normativa, pero se debe trabajar en la creación de un Plan Integral ya que el agricultor no puede estar pendiente del repunte de la población de estos roedores”, ha insistido González.

El dirigente de UPA ha reclamado a la Administración “inversión en investigación que permita focalizar la población de topillos”, con el objetivo de que se puedan flexibilizar medidas incluidas en el plan de ecorregímenes, “como los barbechos perimetrales, que sirvan de zona donde las aves depredadoras puedan ayudar a combatir la plaga”.

Finalmente, ha reclamado la implicación de las administraciones locales mediante la creación de un plan de previsión y de ayuda a los ayuntamientos ya que, según ha recordado, son los responsables de mantener limpias las cunetas de sus términos municipales, “y actualmente no disponen de presupuesto suficiente para llevar a cabo limpiezas mecánicas”, ha lamentado.

Por último, Aurelio González ha referido que la alerta por riesgo de incendios declarada actualmente en la Comunidad impide la recogida de cereal, por lo que considera “necesario realizar el levantamiento de rastrojos, en cuanto las condiciones climatológicas lo permitan”.

En la reunión del 31 de julio del grupo de coordinación y cooperación para la gestión del topillo campesino se comunicó a todos los actores implicados (administraciones y organizaciones) que debían ejecutar las medidas agronómicas y sanitarias recomendadas por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

También se recordó la importancia de actuar de forma integral tanto en las vías de dispersión mediante la destrucción mecánica de huras y galerías como en los campos de cultivo, con medidas que ayuden a sus depredadores naturales como las aves rapaces, el incremento de la frecuencia del riego en las parcelas de regadío o con el uso controlado y localizado de fitosanitarios autorizados si las condiciones lo aconsejan.