El Colegio de Enfermería de Valladolid ha denunciado la “dejación de funciones” de los Servicios de Prevención de Salud y solicitado una vez más que se realice la protección adecuada de los profesionales de enfermería.
En una carta remitida a Sacyl, el Colegio exige coordinación entre los dos Servicios de Prevención de Salud de Valladolid y que distribuyan los equipos de protección individual a cada trabajador al inicio de cada turno de trabajo, así como que asuman su responsabilidad, controlen, revisen y aseguren la fiabilidad y calidad de los EPI antes de suministrarlos, “ya que se siguen distribuyendo materiales defectuosos”, además de dejar de reusar material de un solo uso.
Y es que el Colegio de Enfermería, a través de un comunicado recogido por Europa Press, asegura haber tenido constancia de que los Servicios de Prevención no comprueban que los EPI adquiridos por la Gerencia Regional sean seguros y se distribuyen en los centros de trabajo sin verificar que el material sea apto o defectuoso, como ya ha ocurrido en varias ocasiones, “lo que denota una dejación de sus funciones después de que haya habido ya devoluciones por material defectuoso y certificaciones falsas”.
Señala que uno de los últimos casos ha sido la distribución a enfermeras de mascarillas de la marca 'Subolun', sin haber realizado comprobación alguna, y solo tras las quejas recibidas por las profesionales sobre su calidad se remitieron para su evaluación al Ministerio de Trabajo, que emitió informe desfavorable, mientras las enfermeras las habían estado utilizando.
También la entidad colegial denuncia que se habrían retirado guantes y buzos después de haberlos usado las enfermeras para prestar cuidados a pacientes COVID positivos.
Además, desde el 8 de mayo el Servicio de Prevención ha restringido el acceso a mascarillas FFP2 y se obliga a usar mascarillas quirúrgicas al personal de enfermería, obviando--denuncia--el riesgo al que se somete a las enfermeras teniendo en cuenta que todos los pacientes y profesionales pueden ser vectores de transmisión de la COVID-19.
Reorganización del personal
Por otra parte, el colegio ha remitido otro escrito a Sacyl para transmitirle que, ante la reorganización de los servicios por la disminución de la presión asistencial y la reubicación del personal de enfermería, es necesario que se asegure la ausencia de enfermedad del personal y por tanto se realicen las pruebas de detección de la COVID-19, así como de seroprevalencia mediante extracción de una vía venosa, debido a la baja sensibilidad de las pruebas capilares (40%) lo que unido al alto número de infectados sin síntomas (un 80% aproximadamente) supone que las pruebas tengan baja fiabilidad.
“No asegurar que una enfermera está libre del virus, es una temeridad pues las enfermeras, que pasan 24 horas con los pacientes, se convierten en factor de transmisión y podrían contagiar a pacientes vulnerables”, señala la presidenta del Colegio de Enfermería de Valladolid, Silvia Sáez.
También ven necesario que se tramite la correspondiente situación de Incapacidad Temporal por accidente de trabajo para las enfermeras que diesen positivo o tengan que realizar cuarentena.
“Estamos viendo cómo no se aprende de los errores cometidos y se sigue limitando la protección del personal de enfermería, en el difícil desempeño de sus funciones, al lado de los pacientes 24 horas. Las compañeras nos comparten su desesperación por trabajar con la incertidumbre sobre la calidad del material de protección para protegerse y proteger al resto de pacientes”, concluye Silvia Sáez.