El expresidente del Gobierno Felipe González ha asegurado este martes que el líder del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, “tiene razón” en su disputa con la dirección federal del PSOE sobre el momento en el que deberían haberse celebrado las primarias en esta federación, a la vez que ha reconocido que lamenta que esta opinión suya pueda perjudicarle.
Durante su intervención en un desayuno informativo organizado en Valladolid por el diario El Norte de Castilla, González ha sido preguntado por esta controversia entre el PSOE de Castilla y León y la dirección federal del PSOE, a cuenta de las primarias y su anticipación al Congreso Federal -finalmente postergadas a enero-.
González ha respondido tajante: “Tudanca tiene razón”, ha dicho, porque las primarias “deberían ser en tiempo y forma cuando lo han decidido las agrupaciones”, en alusión a la votación del Comité Autonómico que respaldó un calendario que hubiera posibilitado que las primarias se desarrollaran antes del Congreso Federal previsto para finales de noviembre. Finalmente las primarias serán en el mes de enero y el congreso del PSOE de Castilla y León en febrero, en Palencia.
“Lo lamento por Tudanca”, ha confesado al final del acto sobre el perjuicio que puede causarle su apoyo en este conflicto, cuando el director de El Norte de Castilla, Ángel Ortiz, le ha agradecido los titulares dados en su intervención, entre otros el referido al dirigente socialista del PSOE-CyL.
La modernidad del PSOE
Sobre la actualidad del partido y del próximo Congreso Federal, González ha afirmado que “si es por las ideas”, él es “la modernidad del PSOE, evidentemente”, mientras que “los viejos en ideas son otros”, ya que ha afirmado que el funcionamiento actual del PSOE es comparable al de “los (años) 30” del siglo pasado.
Ha comparado su gestión al frente del partido, cuando los Comités Federales duraban “un día y medio” y sólo podían hablar en ellos “los que criticaban a la Ejecutiva”, con lo que ocurre en la actualidad.
“Eso nos hacía ganar tiempo”, ha asegurado González, convencido de que el debate interno y las votaciones que no se acercaban al 90 o al 100 por ciento eran mejores para el PSOE que lo que ocurre ahora, por lo que ha puesto en duda que el partido en su época estuviera más fracturado que ahora: “Era otra forma de hacer política”, ha resumido.
En este punto, González ha afirmado que “lo más viejo de lo que esta pasando ya pasó”, en referencia a los años 30 del siglo pasado, mientras que “lo nuevo fue lo que incorporó el PSOE a partir de Suresnes”, en referencia al Congreso en el que se refundó el partido antes de la transición democrática desde la dictadura franquista.
“Si es por la edad yo soy lo viejo, pero si es por las ideas, yo soy la modernidad del PSOE, evidentemente”, ha sentenciado González, convencido de que cuestiones como los Pactos de la Moncloa y otras formas de hacer política durante la transición no son propios de un “partido viejo”, sino todo lo contrario: “Los viejos en ideas son otros”, ha concluido.
“No pactaría con Bildu ni obligado por la Guardia Civil”
Preguntado por los pactos políticos en la actualidad, tanto los protagonizados por el PP y Vox como los que mantiene el PSOE con Sumar y otras formaciones políticas, González ha sentenciado que él “no pactaría con Bildu ni obligado por la Guardia Civil, por hablar de lo que queda con autoridad en España”: “Por ese camino no me meten”, ha insistido.
Ha defendido la “legitimidad de pactar con los que han recibido el voto”, pero ha añadido que lo que quita o da la “dignidad” es “lo que se pacta”: “¿Es más legítimo pactar con Bildu que con Vox? No, ¿de qué?”, se ha preguntado.
González ha apostillado que “con Vox tampoco” pactaría, entre otras cosas porque quieren acabar con la descentralización, por lo que ha pedido que respeten la Constitución incluso para cambiarla, y tampoco lo haría con Puigdemont: “A ninguno de ellos les interesa que España funcione”.
Sobre las reivindicaciones independentistas, el expresidente ha sostenido que debería haber una reforma constitucional que incluya que “no es aceptable que se ponga en cuestión la integridad territorial” de España, “como pasaría en Alemania”.
“Habría que cerrar la posibilidad en la Constitución”, ha defendido el expresidente, para añadir después que sería un mensaje a los independentistas: “Pierda toda esperanza”