La tasa de incidencia acumulada de casos diagnosticados de COVID-19 en los últimos siete días en Castilla y León se ha multiplicado por dos, al pasar de 36 casos por 100.000 el pasado martes a 79 este jueves, algo que no se observó ni siquiera en los inicios de la segunda y tercera ola de la pandemia -en la primera, las administraciones todavía no aportaban datos de incidencia-.
Eso sí, como se puede observar en la estadística de Situación epidemiológica del COVID-19 en Castilla y León, el repunte de positivos no repercute por el momento en la situación de los hospitales, pues las cifras de ingresados siguen a la baja.
El gran volumen de casos diagnosticados y notificados este jueves, en cifras máximas desde mediados de febrero, ha elevado las tasas de las incidencias acumuladas, ya que el registro a 14 días también ha pasado de 68 casos por 100.000 a 108.
De hecho, con ese ritmo de incremento de los casos, el número reproductivo básico instantáneo (RT), que refleja el promedio de personas a las que puede llegar a infectar cada positivo, ha alcanzado su máximo desde que se ofrece este indicador (20 de mayo de 2020), al alcanzar el 2,2, por lo que cada persona contagiada puede propagar la enfermedad a una media de otras dos, actualmente.
En la incidencia acumulada a 7 días, que se sitúa este jueves en 79 casos por 100.000, se observa una duplicación de la tasa en dos jornadas, algo que no sucedió en la tercera ola --a primeros de enero-- ni en las fases iniciales de la segunda, en agosto de 2020, cuando las tasas se multiplicaron por dos en cinco días. Por ejemplo, del 6 al 11 de agosto del pasado año la incidencia semanal pasó de 27 a 54 casos por cada 100.000.
Las tasas se han duplicado en estos dos días en casi todas las provincias, e incluso triplicado, como ha ocurrido en Zamora, que pasa de 30 por 100.000 el martes a 98 este jueves; también se registran incrementos destacados en Salamanca, de 27 a 70; en León, de 54 a 135; o en Valladolid, de 32 a 68 casos.
De hecho, León ha vuelto a situar esta tasa, la incidencia a 7 días, en nivel de riesgo 4 (muy alto), al superar los 125 casos por 100.000. Por el momento, el resto no llegan a ese escalón, aunque se quedan en nivel 3 (alto) Zamora, con 98; y Burgos, con 96.
A continuación, todavía con el indicador en nivel 2 figuran Salamanca, con 70; Valladolid, con 68; Palencia y Soria, con 44; y Ávila, con 28. Mientras que Segovia es la única provincia que mantiene un nivel bajo, con 21 casos por 100.000.
En el caso de la incidencia acumulada a 14 días, el impacto del incremento de positivos de este miércoles y jueves ya se percibe en todas las provincias, especialmente en Zamora, donde la tasa también se ha duplicado entre el martes (56 por 100.000) y este jueves (114).
En este indicador, León presenta la tasa más elevada, con 182 casos por 100.000 habitantes, en nivel de riesgo 3 (alto). Le siguen, un escalón por debajo, Burgos, con 130; Zamora, con 114; Valladolid, con 98; Salamanca, con 94; Palencia, con 67; Soria, con 64; y Ávila, con 50. La única provincia en riesgo 1 es Segovia, con una tasa de 32.
Por el contrario, los indicadores de ocupación hospitalaria siguen a la baja, y el porcentaje que suponen los pacientes de COVID-19 en las camas de cuidados críticos cae hasta el 9,1 por ciento. En los hospitales de Castilla y León se contabilizan este jueves 36 pacientes con COVID-19, la cifra más baja desde principios de septiembre de 2020. En cuanto a la ocupación de las camas de hospitalización en planta, también ha descendido en los últimos días y se sitúa justo por debajo del 1 por ciento.