A mediodía, la localidad de Mahíde empieza a recuperar su normalidad mientras sigue activo el incendio de la Sierra de la Culebra en la provincia de Zamora, que ya ha arrasado 20.000 hectáreas. Los vecinos han ido volviendo por la mañana a este pueblo de la comarca de Aliste tras ser desalojados la madrugada del jueves al viernes a las 4 de la mañana. La Guardia Civil interrumpió el sueño en un pueblo cercado por el humo del incendio y el riesgo de la llegada de unas incontroladas llamas. Casi dos días después los vecinos han podido volver, aún con miedo por lo vivido. En total, los vecinos de18 localidades han sido desplazados de sus hogares y media docena ya pudieron retornar este sábado al desplazarse los frentes a otras zonas.
Por las calles de Mahíde se ven restos provenientes del incendio, pequeños fragmentos quemados de parte de los pinos y cenizas, con el consiguiente riesgo de crear nuevos focos, lo que motivó también el desalojo de la localidad: “Ha sido una experiencia como las que vemos en la televisión y no nos imaginábamos vivirlo”, explica una de las vecinas que ya ha vuelto, que también denuncia la “mala información y organización” en la gestión del incendio. “A Zamora no la conoce nadie y a Aliste menos”, lamentan para criticar los medios contra el incendio, que consideran insuficientes. “Zamora la que menos cuenta de todas las provincias de Castilla y León”.
La causa oficial del incendio son los rayos de las tormentas secas que se produjeron el pasado miércoles. La ola de calor y unos vientos excepcionalmente fuertes provocaron el resto, unidos a una situación de falta de medios de extinción del Gobierno de Castilla y León que ya ha generado una oleada de críticas. Este sábado el viento es algo más leve, pero los cambios de su trayectoria provocan nuevos frentes, activando unos y apagando otros en cuestión de horas. Rememoran los vecinos de Mahíde que desde la zona de Aliste hacia la Sierra de la Culebra hay dos vientos típicos, el llamado ‘castellano’ que se da por las mañanas y el llamado ‘portugués’ de por las tardes. Su variabilidad ha jugado contra los esfuerzos de los operativos.
Este sábado a las 8 de la mañana el desalojo tuvo lugar en Otero de Bodas, dando dos horas a sus vecinos para recoger lo básico y poner camino hacia Camarzana o Benavente. Tino, un vecino que llegó a Camarzana junto a su mujer y su suegra de 90 años, confesaba temer un poco por su vivienda: “Estamos en la Sierra de la Culebra, ¿tú sabes lo que hay de bosques y maleza?”. “La España vaciada es una vergüenza, solo vienen los políticos a hacerse la fotito para salir guapos, eso es lo que les interesa, sobre todo en Castilla y León”, dice indignado por la situación generada por el gravísimo incendio zamorano.
La Sierra de la Culebra, uno de los lugares ambientales más importantes de la provincia de Zamora, es conocida por ser uno de los hogares del lobo ibérico, convertido en los últimos años en un importante recurso turístico pese a la controversia sobre su caza. Según las estimaciones oficiales de la Junta de Castilla y León, ya hay casi 20.000 hectáreas arrasadas, lo que equivale a un tercio de su superficie. Esta sierra, además, de unión a las comarcas de Sanabria, Carballeda, Aliste y Tábara con Portugal.
En Camarzana de Tera más de 80 personas pasaron la noche en una nave habilitada para acoger a los vecinos de las 14 localidades afectadas por los desalojos. En total, los desalojos han afectado a 1.700 vecinos, incluyendo residentes en un centro de mayores de Ferreras de Abajo que han sido trasladados a la Residencia Los Valles de Benavente. A los vecinos que no han podido contar con ayuda de familiares o amigos cercanos les han dado alojamiento en Camarzana, Benavente y Alcañices.
Cecilia y Julián relatan desde su espera en Camarzana, convertido en hogar temporal, que en todos su años viviendo en Villardeciervos jamás habían visto un incendio similar, que incluso afectó a una vivienda de la localidad anexa al casco urbano. Se temen una vuelta traumática, “Ya nos dicen que nos preparemos para la vuelta”, explican tras hablar con los equipos psicosociales desplazados hasta los lugares de acogida a los vecinos. En esta localidad tuvieron que realizar un cortafuegos alrededor para evitar males mayores. En Cabañas de Aliste el fuego llegó hasta casi el centro de la localidad, calcinando partes de naves agrícolas que se salvaron de milagro gracias al esfuerzo de vecinos y brigadistas.
Mientras unos vecinos vuelven a sus hogares, otros, como los de Olleros de Tera, Calzadilla de Tera y Pumarejo de Tera, han tenido que irse este sábado por la tarde de sus casas por el avance de las llamas y el humo. El incontrolado fuego pone incluso en peligro la circulación entre Zamora y Ourense del AVE, además de ya afectar a las vías convencionales este viernes. El fin de la ola de calor prevista para este domingo es el punto en que ponen las esperanzas vecinos y personal de lucha contra el fuego para poder poner fin a esta pesadilla. De momento el calor y el viento del sábado, aunque más leve que los días precedentes, no ha acompañado para controlar el incendio y el cielo sigue gris ceniza en el noroeste de Zamora.