Una instrucción interna de Sanidad de Castilla y León obliga a hacer test de antígenos a todo el que vaya a urgencias hospitalarias

Una orden interna de la Consejería de Sanidad de Castilla y León obliga a hacer test de antígenos a todo paciente que acuda al servicio de Urgencias de los centros hospitalarios o a los Puntos de Atención Continuada de los centros de salud. La instrucción, a la que ha tenido acceso elDiario.es es del 28 de enero, está firmada por el director general de Planificación y Asistencia Sanitaria, y de la misma nada se dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de cada jueves y en la que tanto el vicepresidente, Francisco Igea, como la consejera de Sanidad, Verónica Casado, informaron de la grave situación epidemiológica de Castilla y León.

El documento, remitido ese mismo día, indica expresamente que “siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea en el uso de los test de antígenos para la detección del Coronavirus, como medida que se ha mostrado eficaz en el control de la pandemia, y en un contexto epidemiológico como el que presenta nuestra Comunidad en el momento actual, se indica la realización de cribado oportunista por infección de Coronavirus a todo paciente que acuda presencialmente a los Puntos de Atención Continuada o a los Servicios de Urgencias Hospitalarias, por cualquier motivo, mediante la realización de un test antigénico”. Es decir, que un paciente que acuda al hospital por una posible fractura, una hemorragia o un empeoramiento de una patología crónica tendrá que someterse a la prueba. Hasta el momento, las pruebas de COVID se realizaban a personas que acudían con fiebre, diarrea o dificultad respiratoria y que pasaban por un circuito COVID. Además se practicaba el test a quienes sin síntomas de esta enfermedad requerían ingreso por otra distinta. Lo mismo ocurría en los Puntos de Atención Continuada, en los que los pacientes con síntomas de coronavirus eran atendidos en zonas distintas.

Esta nueva pauta se adopta, según la instrucción “en la confianza de que esta medida contribuirá a la detección de casos asintomáticos y permitirá el aislamiento precoz de las personas afectadas, así como la detección y cuarentena de sus contactos”.

La instrucción, que se ha remitido a las gerencias de los hospitales no ha sentado muy bien a sus profesionales. Fuentes médicas han indicado a este diario que sospechan que el propósito real es “descargar el trabajo de los cribados masivos” en el personal de los hospitales, cuyos servicios de urgencias se encuentran o colapsados o al borde estarlo, a la vez que se ahorra el coste contratar personal voluntario para los cribados.