Izquierda Unida y Podemos han alcanzado un acuerdo para concurrir conjuntamente a las elecciones de Castilla y León. Por primera vez las dos formaciones han llegado a un pacto para compartir una única lista electoral en esa autonomía. La coalición conformada por los dos partidos mantendrá la marca de Unidas Podemos, según exponen fuentes de la dirección de Podemos.
Este acuerdo lleva tiempo fraguándose. En las últimas semanas se han reunido en una mesa interterritorial cuatro líderes de cada partido, según informan fuentes cercanas a la negociación, que se ha dilatado por cuestiones ajenas al programa económico o a las listas electorales.
Finalmente, las direcciones autonómicas de las dos formaciones han acordado que Podemos encabece las listas de Valladolid, León, Salamanca, Soria y Zamora, y que Izquierda Unida esté al frente de las candidaturas de Burgos, Ávila, Palencia y Segovia, según fuentes cercanas a la negociación. A falta de que se celebren las primarias, Pablo Fernández se perfila como el candidato de la coalición.
A esa candidatura se sumará Alianza Verde, el nuevo partido ecologista que lidera el diputado de Unidas Podemos en el Congreso, Juancho López Uralde. Según exponen fuentes de la dirección del partido de Ione Belarra, no será la única incorporación, aseguran que también contarán con representantes de la sociedad civil. “Podemos, IU y Alianza Verde ya han empezado a trabajar en la construcción de una candidatura abierta y plural, que se va a plantear como un proceso de escucha a la sociedad civil y la ciudadanía castellano leonesa”, indican.
Desde IU también valoran de forma positiva esta alianza. “Parece que somos una de las grandes olvidadas y es positivo que tengamos un debate propio y alternativas de futuro y transformar algo que lleva en inacción 37 años”, ha destacado el coordinador general en Castilla y León, Juan Gascón.
Ante el batacazo electoral que protagonizaron las dos formaciones en 2019, dirigentes de Podemos dan por hecho que al menos el escaño de Valladolid está asegurado.
En los últimos comicios autonómicos, la candidatura del partido de Belarra consiguió dos representantes. Con este resultado perdieron ocho escaños, en 2015 —momento de apogeo de la formación— obtuvieron diez procuradores. Hace dos años, la única política de Podemos que obtuvo su escaño a la primera fue la burgalesa Laura Domínguez, que ya ha anunciado que no repetirá en febrero. El de Pablo Fernández, portavoz nacional del partido y coordinador autonómico, se logró por León días después de las votaciones gracias al voto en el extranjero y el recuento de algunas mesas donde se habían observado errores. En ese momento el procurador de Podemos reconoció que su entrada en las Cortes era “una buena noticia dentro de los nefastos resultados” obtenidos.
Por su parte, Izquierda Unida se quedó sin representación en las Cortes, a pesar de que aspiraba a tener grupo propio y contaba con un procurador en el parlamento autonómico.
En las últimas elecciones autonómicas fue imposible alcanzar un acuerdo entre IU y Podemos, que proponía que el exprocurador de IU José Sarrión ocupara el segundo puesto en la lista de Valladolid, que iría encabezada por un representante de Podemos. IU rechazó esa propuesta y concurrió con Anticapitalistas, el Partido Castellano Tierra Comunera y Alternativa Republicana, bajo el lema ‘En Marcha Castilla y León’; mientras Podemos firmó su coalición con Equo. Finalmente ni Podemos ni IU obtuvieron un escaño en Valladolid. El último escaño por Valladolid se lo llevó el PSOE, por 17.041 votos. Si las dos formaciones se hubieran aliado en Valladolid y los votantes hubieran mantenido su apoyo, la coalición habría sacado un escaño.
Ahora, la apuesta de Podemos e IU es una confluencia. La portavoz de la dirección federal de IU, Sira Rego, destacó hace un par de semanas que en Castilla y León su formación está “plenamente” implicada en “los procesos unitarios de la izquierda transformadora de nuestro país”.
Desde Podemos situaron la convocatoria electoral de Castilla y León como “el primer paso del frente amplio” que abandera Yolanda Díaz. Fernández expuso en la sede nacional de la formación que llevaban semanas trabajando en una candidatura de unidad, donde pretendían que también se integrasen colectivos de la sociedad civil. El líder autonómico del partido de Belarra asume este proceso como un “proyecto ilusionante”, que abrirá el camino para el desarrollo de un frente amplio nacional.
Sin embargo, desde el equipo de Díaz -que no milita ni en IU ni en Podemos- se alejan de estas pretensiones. El entorno de la vicepresidenta segunda insiste desde hace tiempo en que su objetivo son las elecciones generales de 2023 y que el proceso de escucha comenzará tras este periodo vacacional.
“Nuestra presencia en la candidatura expresa que Unidas Podemos es ya un espacio verde que asume esas luchas de forma propietaria. No hay futuro para Castilla y León sin políticas verdes”, indican fuentes de la formación de Uralde, que destacan que su partido “representa la necesidad y la urgencia de que la lucha contra la crisis ecológica sea central en las políticas del siglo XXI”.