La Junta de Castilla y León defiende el 'decretazo' de los sanitarios como “paraguas normativo” y reconoce que no avisó a los sindicatos de su publicación

Laura Cornejo

19 de noviembre de 2020 17:03 h

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Los sindicatos desconocían que el decreto que altera las condiciones laborales de los profesionales sanitarios fuese a publicarse en un boletín extraordinario el pasado sábado. La decisión, ha reconocido el vicepresidente Francisco Igea este jueves, se tomó el viernes por la tarde en un comité de crisis. Igea ha comentado que “quizás” ha habido “un problema de comunicación” puesto que no se ha entendido que el decreto, que los sindicatos consideran “un disparo” con “nocturnidad y alevosía”, no es más que un “paraguas normativo” que no cierra las negociaciones. “Si para algo sirve el decreto, no es para maltratar a los sanitarios sino para ayudar a los que necesitan un apoyo especial”, ha asegurado. “No se hará nada sin acuerdo y sin negociación”, ha zanjado.

Según la consejera de Sanidad, Verónica Casado, “el marco jurídico es muy parecido al del real decreto del Ministerio se Sanidad del pasado mes de marzo” y, en este sentido ha recordado que ese decía que se podría imponer la realización de “prestaciones personales obligatorias de trabajo para la consecución de los fines del decreto”. En un desarrollo posterior se precisó que se podían modificar turnos de trabajo en la modalidad de prestación de servicios, lugar o centro de trabajo, la denegación de permisos y licencias y a la “movilidad de trabajadores a centros o instituciones sanitarias que radiquen en un área de salud distinta a la que corresponde el puesto de trabajo”. Aunque Casado ha igualado el decreto ministerial con el firmado por el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, el pasado sábado, las diferencias son evidentes. El decreto de Castilla y León contempla no sólo mover a trabajadores de una zona básica de salud a otra, sino de una provincia a otra si fuese necesario y lo dice explícitamente. Es cierto que el decreto ministerial podía denegar permisos y licencias, pero es que el firmado el sábado afecta también a jubilaciones, a liberaciones sindicales o la flexibilización de de horarios.

Un boletín extraordinario “como tantos otros”

Casado ha insistido en que el decreto permite su desarrollo a través de órdenes, que no pueden hacerse sin decreto. “Lo hicimos de manera extraordinaria porque ya nos corría prisa, lo habíamos tratado en mesas sectoriales y había que cerrarlo pero había que darle forma de norma. No podía ser sólo de la Consejería de Sanidad sino por parte de quien tiene delegada la autoridad, que es el presidente de la Comunidad Autónoma”, ha añadido. La consejera ha recordado que se ha publicado en un boletín extraordinario “como tantos otros”, si bien ha omitido el hecho de que días antes los sindicatos se habían levantado de la mesa sectorial por las medidas que se les pretendía imponer y que forman parte del decreto. “Son muchos los boletines que publicamos en sábado de manera extraordinaria en esta época que nos ha tocado vivir”, ha argumentado. Sobre el hecho de que la Junta, como hace habitualmente no remitiese una nota de prensa como es habitual, ni la consejera ni el vicepresidente se han pronunciado.

Mientras, en toda Castilla y León se han movilizado más de 3.000 sanitarios, 300 en Valladolid, exigiendo la retirada del 'decretazo'.