La Junta de Castilla y León abordará en el Consejo de Gobierno de la próxima semana si impone el pasaporte COVID, de dudosos resultados según el comité de expertos, y si realiza test gratuitos durante el periodo navideño, algo que sí recomienda el comité.
Mientras la incidencia acumulada sigue subiendo y se sitúa este jueves en 274,41 casos en 14 días en Castilla y León y llega hasta los 405,93 en Ávila y a los 343,42 en Valladolid, el Gobierno autonómico no plantea más medidas que el uso de mascarilla en espacios cerrados y la vacunación.
Según ha informado el vicepresidente del Gobierno, Francisco Igea, la tendencia de casos es creciente y se prevén casos de ómicron, aunque el único que había sospechoso ha resultado ser negativo.
Respecto a los test gratuitos -la Comunidad de Madrid ha anunciado que facilitará uno por persona- Igea ha precisado que la Junta de Castilla y León “no se lo plantea” pero que tampoco lo descarta. Aunque sí ha reconocido que el Comité de Expertos lo propuso hace una semana, tal y como publicó elDiario.es, ha comentado que habría que ver cómo se implementa la medida, si es con receta o tarjeta sanitaria y que no es una prestación del sistema de salud. Aunque no se ha mostrado partidario de la iniciativa, hay que recordar que la Junta ha realizado numerosos cribados masivos en poblaciones con alta incidencia, y sin coste alguno para los usuarios. Igea duda de que “un único test” -los expertos de Castilla y León no lo reducen a uno- tenga impacto, ya que habría que decidir cuándo se hace, en qué momento de las fiestas navideñas.
Pero en cualquier caso, ha recomendado el vicepresidente que quienes tengan síntomas catarrales, se hagan un test de antígenos -el coste es de 10 euros- de manera “sistemática”.
El conjunto de pacientes con coronavirus en los hospitales ha pasado de 90 a principios de noviembre a 280 el día 30, lo que supone algo más del triple. El aumento más acusado en las zonas de hospitalización en planta, donde había casi cuatro veces más de pacientes el 30 de noviembre que el día 1 del mismo (243 frente a 66), pero los ingresados con casos graves de COVID-19 solo suponen un 58 por ciento más, al pasar de 24 el 1 de noviembre a 38 el 30 de noviembre.