Castilla y León no hará obligatorio el uso de mascarillas como sí han hecho Cataluña o Baleares. El Consejo de Gobierno de la Junta, sin embargo, sí ha aprobado modificar el acuerdo para la nueva normalidad en la Comunidad: se mantiene la distancia mínima en 1,5 metros y se aclara que en los espacios cerrados se primará, en lugar del aforo máximo, que las personas puedan mantener la distancia estipulada. Las mascarillas, como hasta ahora, serán obligatorias en espacios cerrados y en la calle, cuando no se pueda garantizar la distancia recomendada.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el vicepresidente de la Junta y portavoz, Francisco Igea, ha explicado que el ejecutivo autonómico ha discutido la posibilidad de hacer obligatorio el uso de esta medida, pero que “de momento” no se impondrá como sí ha sucedido en otros territorios. “El cumplimiento está siendo suficientemente bueno y no es momento de imponer medidas coercitivas”, ha señalado.
La Junta prefiere continuar sin obligar el uso porque la situación epidemiológica en la Comunidad es ostensiblemente mejor que en otros lugares. “No es la situación de Cataluña pero sí es recomendable que la población en el ámbito urbano la lleve, aunque estamos en una incidencia muy inferior”, ha explicado. A pesar que tanto Igea como la consejera de Sanidad, Verónica Casado, han defendido que la situación de la Comunidad es mejor que en los sitios donde se ha obligado su uso -la tasa de incidencia se sitúa en el 0,13, frente al 0,75 de la media nacional y la tasa de hospitalización se mantiene por debajo de la medida- ambos han recordado que la posibilidad de que haya un rebrote es alta.
“Hay muchos brotes relacionados con cosas que son fáciles de evitar, como situaciones de ocio, reuniones familiares y ámbitos cerrados”, ha dicho Igea. Para el vicepresidente en este momento es “muy importante mantener las medidas” por lo que insta a las autoridades municipales, policiales a que se impliquen para que se cumplan y que “extremen” las sanciones. “Nos estamos jugando la economía y el futuro de todos. Lo estamos haciendo muy bien pero no es el momento de aflojar”, ha defendido. “En el pasado miramos a China o a Italia con distancia. Ahora no miremos a otras Comunidades como si no pasase nada. Es el momento de extremar las precauciones”.