Nueve municipios de Castilla y León están en riesgo de confinamiento mientras otros en los que ya se ha procedido a su cierre perimetral no consiguen reducir los contagios o la incidencia. La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, ha comentado este jueves, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que hay preocupación por Cacabelos y Ponferrada (León), Cervera de Pisuerga, Aguilar de Campoo y Villarramiel (Palencia), Guijuelo (Salamanca), Riaza (Segovia) Mota del Marqués (Valladolid) y Benavente (Zamora) y que son zonas donde debe extremarse la precaución.
Pero, además, en algunos de los municipios ya confinados la evolución no es buena. En Pedrajas de San Esteban, en su tercera semana del segundo confinamiento, la incidencia acumulada es muy elevada a pesar de la leve tendencia decreciente, por lo que es difícil que se levanten las medidas. Miranda de Ebro (Burgos), confinada desde el pasado 27 de septiembre, también evoluciona lentamente en la tasa de contagios, al igual que el municipio leonés de San Andrés del Rabanedo, que mantiene una incidencia muy alta.
Los municipios cerrados que experimentan mejora son Ìscar (Valladolid) también en su segundo confinamiento y San Pedro de Latarce, confinado desde esta semana .
También hay riesgo en las capitales de provincia. En Ávila hay 455 casos por 100.000 habitantes, aunque la tendencia es a la baja, en Burgos es de 414 y está aumentando; en León, confinada, es de 594 y creciente; en Palencia es de 631 y la tendencia es contenida; en Salamanca, confinada a partir del viernes, es de 504 y con tendencia creciente; en Segovia la incidencia es de 255 casos y tendencia creciente, en Soria es de 177 y creciente; en Valladolid 437 y decreciente y en Zamora 306 y creciente.