Cuando todo el mundo daba por muerto el 'techo de gasto' presentado por la Junta para 2025, requisito preceptivo para tramitar unos nuevos Presupuestos de la Administración Autonómica, el de momento máximo mandatario del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, sorprendía hace unos días dejando caer la posibilidad de permitir a la Junta salvar ese trámite mediante la abstención del grupo socialista en la votación plenaria prevista este miércoles en el 'mausoleo' parlamentario de Villa del Prado.
Bien es cierto que una de las contrapartidas exigidas al PP para esa abstención es de imposible cumplimiento: que los diputados nacionales del PP electos por Castilla y León hagan lo mismo en el Congreso cuando el gobierno de Pedro Sánchez vuelta a presentar el 'techo de gasto' a aprobar para poder tramitar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. Tudanca sabe que eso no ocurrirá de ninguna de las maneras.
Por el contrario, la otra “reciprocidad” planteada, la de que el PP facilite la aprobación de los Presupuestos municipales en los ayuntamientos en los que el PSOE gobierna en minoría, sería perfectamente factible.
Curiosamente, ya es casualidad, los dos principales ayuntamientos en esa circunstancia resultan ser los de León y Palencia, al frente los cuales están sendos alcaldes, José Antonio Diez y Miriam Andrés, ediles que, por puro posicionamiento basado en otras claves, respaldan sin reservas al actual secretario autonómico del PSOE. El miércoles saldremos de dudas si, descartada por completo la aceptación de la primera exigencia, Tudanca se conforma con la segunda, si es que el PP accede a ella.
En realidad, la Junta preferiría ver rechazado el “techo de gasto” para poder endosar a la oposición la responsabilidad de que no prosperen las inversiones contenidas en ese ficticio 'anteproyecto' presupuestario con el cual nos ha tenido entretenido en las últimas semanas. Así lo ha visto claramente el político más repudiado por el PP, que no es otro que el procurador del Grupo Mixto Francisco Igea, exvicepresidente en el gobierno de coalición PP-Ciudadanos, partidario de dejar que la Junta presente un verdadero Proyecto de Presupuestos que no le ahorre a Fernández Mañueco el fracaso de su posterior rechazo en el debate de las enmiendas a la totalidad. Veremos qué deciden Tudanca y su núcleo duro de aquí a la votación prevista a mediodía del miércoles.
Entretanto, la calma chicha impera entre los socialistas de Castilla y León tras el nuevo calendario fijado para la celebración de las primarias previas al próximo congreso autonómico. Tudanca ni confirma ni descarta su candidatura a un cuarto mandato al frente del PSCyL, lo que supondría todo un récord en un político que no ha logrado gobernar. Y nadie da un paso al frente como eventual candidato que afronte una renovación tras un ciclo de 10 de años con manifiestos síntomas de agotamiento.
Por su parte, al menos hasta hoy, Mañueco y los suyos no han cargado las tintas sobre el 'caso Errejón'. No sé si porque no es imputable directamente al PSOE y Sumar ni siquiera cuenta con representación en el 'mausoleo', o porque no han considerado prudente hurgar en la herida del machismo instalado en el seno de la casta política. Para esto último tienen sobradas razones, máxime después de que, vía cinematográfica, haya retornado a la actualidad el 'caso Nevenka', en el que el PP en general, y el de Castilla y León en particular, tuvo un comportamiento infame hacía una víctima que militaba en sus propias filas.
No se olvide que cuando estalló y se juzgó el caso ya ocupaban relevantes cargos públicos el propio Mañueco y su teórico número dos en el partido y actual vicepresidente primero de las Cortes, Francisco Vázquez, y, cómo no, el actual consejero de Economía y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo. Si a ello se añade que preguntan a la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, por el protocolo interno del PP para afrontar situaciones como las protagonizadas por Errejón y contesta que tiene que consultarlo... Sin olvidar que Iciar Bollaín tuvo que rodar Nevenka en Zamora al no obtener licencia para el rodaje por parte del gobierno municipal de Ponferrada, que preside el 'popular' Marco Morala.