Óscar Puente: “La salida de Ábalos del Gobierno ha sido rara, chirría un poquito”
Para Óscar Puente (Valladolid, 1968) no hay mayor privilegio que ser alcalde de su ciudad, cargo que ostenta desde 2015 gracias una coalición con una confluencia de Izquierda Unida. Está tan cómodo en su despacho de la Plaza Mayor —cuyas molduras acaba de repintar de blanco— que asegura haber negado dos veces a Pedro Sánchez cuando este le propuso ser ministro. Lleva apoyándole desde que se enfrentó al aparato del partido. En 2017 fue designado portavoz de la Ejecutiva federal, cargo que solo ha ejercido en contadas ocasiones y que ahora abandona para liderar el PSOE de la provincia de Valladolid.
Tuitero polémico, reconoce que entra fácilmente al trapo. Han sido sonados sus desencuentros en esta red social con el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, con cruce de insultos incluidos. En los últimos meses, el regidor vallisoletano ha sido también foco de los ataques de la extrema derecha tuitera, hasta el punto que se ha querellado contra el tuitero Alvise Pérez, después de que este publicara unas fotos de sus vacaciones en las que se le veía conduciendo el vehículo de un empresario. Reconoce que fue un “error” utilizar ese coche prestado, pero denuncia que el acoso al que se ha visto sometido está motivado por sus decisiones políticas.
¿Abandona la portavocía de la Ejecutiva Federal del PSOE para ser secretario general del partido en la provincia de Valladolid o es al revés?
Yo podría haber seguido en la Ejecutiva, pero no como portavoz, porque obviamente no estaba ejerciendo esa labor. Así que no le encontraba mucho sentido a seguir en la Ejecutiva o mantenerme en ella con una responsabilidad menor. Creo que poco podía aportar ahí. He cerrado mi etapa en ese proyecto, que comenzó cuando Pedro Sánchez ganó las primarias de 2017. A eso se suma que en Valladolid hay un reto bonito como es recuperar la Diputación después de casi 30 años de gobierno del PP. Soy más útil aquí que en Madrid, allí no hago ninguna falta.
¿Y por qué da el paso ahora?
Porque es el momento. Hace 21 años me presenté. Entonces tenía 31 años, y en aquel momento no estaba preparado para el cargo. Ambicionaba la secretaría del partido, pero no estaba preparado. Ahora la situación es completamente opuesta. No es mi ambición ser secretario provincial, pero es la responsabilidad que me toca asumir. No es una decisión únicamente mía, sino fruto de conversaciones con muchos compañeros que llevan meses diciendo que hay que fortalecer el partido en Valladolid.
¿Entonces deja la Ejecutiva Federal para apoyar al partido desde las estructuras locales?
Es una decisión autónoma. He reflexionado sobre qué es lo que era más conveniente para el partido. Lo he hablado con Pedro [Sánchez], Adriana [Lastra] y Santos [Cerdán], y aunque el partido tiene el Ayuntamiento de la capital, debe reforzar las estructuras orgánicas, porque solo de las instituciones no se vive. Tenemos el Ayuntamiento, pero debemos reforzar las estructuras internas. Todo forma parte de un puzle, y aunque haya recibido el apoyo de Madrid en mi decisión, es algo muy autónomo.
Sánchez prepara una renovación casi total de la dirección del PSOE después de la efectuada en el Gobierno y usted, que está desde el principio como otros 'sanchistas', parece que no va a tener sitio, ¿Qué opina de la renovación?
Los primeros compases demuestran que las decisiones que ha tomado Pedro van en la buena dirección. A mí el cambio en La Moncloa en cuanto a la jefatura de gabinete me gusta. A pesar de que mi relación con Óscar López no es la mejor del mundo, tiene más sentido que el jefe de Gabinete sea un hombre de partido y no un asesor externo [Iván Redondo]. Óscar López tiene muy buena cabeza, y creo que ahora están en mejores manos que en las que estaban. Los cambios de Gobierno aportan frescura, una nueva dinámica y un nuevo impulso. Y eso, sumado al final del proceso de vacunación y al inicio de una recuperación económica muy intensa, hacen pensar de forma optimista en el futuro.
¿Le pareció extraña la salida de José Luis Ábalos?
Honestamente sí, ha sido una salida rara. Su marcha ha sido, no voy a decir traumática, pero chirría un poquito. He podido hablar con él, pero creo que es algo que tiene que ver con la toma de decisiones de un presidente. Seguro que la decisión no se ha tomado de una manera frívola, sino que ha sido meditada. Yo también hago listas y elijo a mi equipo y muchas veces uno toma decisiones que desde fuera no se entienden. Espero que el tiempo ponga las cosas en su sitio. José Luis es una persona tremendamente valiosa y espero que siga dando juego al partido. Tiene mucho que aportar.
¿Y la forma en la que se produjo la salida?
Eso son detalles entre ellos. Yo me quedo con la parte sorprendente de que un miembro tan poderoso, tan fuerte dentro del Gobierno, haya salido de una manera que quizá no se ha explicado todo lo bien que hubiera sido deseable. Pero repito, creo que José Luis tiene una capacidad impresionante y estoy convencido de que tendrá un desempeño en el futuro importante. Es un activo que tiene mucho que decir en el PSOE.
El PSOE ha presentado una querella contra el tuitero Alvise Pérez por los ataques vertidos hacia usted, ¿cómo le gustaría que acabase?
Si le dijera como quiero que acabe... [Ríe]. Espero que se haga justicia. Creo que es muy preocupante que haya personas sembrando el odio a base de falacias. Es una gente a la que la verdad le importa un pimiento. Hace unos días, cuando Alvise Pérez declaró por la PCR de Salvador Illa, no tuvo ningún problema en reconocer que la había publicado sabiendo que era falsa. Más allá de si es el autor o no, que ya se determinará, el delito de falsedad documental es muy particular. Lo relevante aquí no es quién realiza la falsificación sino quién la utiliza y quién se aprovecha.
Alguna vez ha comentado que actitudes como estas le parecen peligrosas para la convivencia, ¿a qué se refiere?
Este señor manda un mensaje que cala en el resto de la sociedad y eso es muy peligroso, porque abre la puerta de par en par al totalitarismo. Se nutre de estos argumentos: “El sistema falla, es corrupto, nosotros somos los buenos”. Cuando ellos son los más corruptos y los más vendidos. No es tolerable ni admisible.
¿Cree que debería algún cambio legislativo para abordar situaciones como esta?
En este momento solo se le puede poner fin a través de los tribunales y sí, creo que la legislación tiene que cambiar. No puede ser que un señor difunda noticias de las que nueve de cada diez son falsas y una tergiversada. No puede ser que para desprenderse de este tipo de calumnias uno tenga que acudir a los tribunales y obtenga una solución a saber cuándo. Tiene que haber una legislación que impida este tipo de prácticas. La realidad ha cambiado enormemente y la Ley no se ha adaptado a ello. Hay que ir por la vía civil, pero ¿ese señor es solvente? ¿va a tener dinero para afrontar las demandas? Tiene pendiente las de Salvador Illa, pero también las de Manuela Carmena, Ana Pastor, seis contra José Luis Ábalos y las mías.
Usted acudió a la Justicia después de que publicasen las fotos de sus vacaciones, pero desde hace tiempo le han puesto en el punto de mira
Yo asumo que con determinadas decisiones te pones en la diana. Como remunicipalizar el agua en Valladolid, eso es poner una pica en Flandes. Yo soy muy incómodo porque he tomado decisiones que tienen una traducción practica muy importante para este país, no solo para mi ciudad. El ejemplo del agua lo van a seguir otras ciudades porque ven que ha funcionado. Luego también sucede que soy muy beligerante. Soy incómodo. Pero equivocan si creen que me van a hacer retroceder o cambiar. Al revés, para mí esto es un acicate.
¿Piensa que ha actuado irreprochablemente en los asuntos que denunciaban? Como cuando fue criticado por pasar sus vacaciones en el yate de un empresario al que el Ayuntamiento compró mascarillas durante la pandemia, o con que otro le dejara un coche de alta gama.
Lo del yate Formentera ya lo expliqué. Estuve con un amigo de hace mucho tiempo, pero no solo en julio. También en enero, febrero y en marzo. Es mi amigo, sí, y se le compraron mascarillas en un momento en el que no había, en el que era imposible conseguirlas. Lo del Mercedes es un error y lo he explicado. Es un error absurdo que no tiene ninguna trascendencia administrativa. La empresa [Grupo Recoletos] no tiene contratos con el Ayuntamiento, no tiene concesiones. ¿Tiene licencias? Claro, si hacen un hospital y construyen una marquesina deben tener una. Pero no hay nada que lleve a pensar que es una contraprestación de algo. Es una cosa ridícula. ¿Que lo podríamos haber evitado? Sí, claro que sí. ¿Que le hemos dado munición a quien no debíamos? También.
¿Pero entiende que salten dudas?
Yo entiendo que haya gente que se rasgue las vestiduras porque me ve conducir un coche prestado de alta gama de hace siete años, que por cierto no vale lo que se ha publicado. Pero, por favor, que no lo hagan los que tenían por héroe al anterior alcalde [Javier León de la Riva]. Para que nos pongamos en situación, aquí, en este mismo despacho había un señor que en su momento fue vicepresidente de Caja Duero. Y se fue a comprar una casa en el edificio de Caja Duero y pidió una hipoteca a Caja Duero, y el Ayuntamiento dio una licencia para que pudiera construirse cinco áticos sobre el edificio en el que él se compró la casa. Y llegó un tribunal que dijo que eso era ilegal. Y se tardó cinco años en ejecutar la sentencia, pero acabó siendo condenado por desobediencia. Eso era lo que pasaba aquí. Eso sí era un conflicto de intereses. Ese era el nivel.
Uno ve a Ayuso pasando las vacaciones en casa de Nacho Cano y es guay porque los de derechas son guais y tienen derecho a tener amigos guais. Pero nadie se para a pensar en los negocios que tiene en Madrid
El PP, al menos en Valladolid, comenzó dándole alas a los bulos de Alvise y parece que se ha frenado
Creo que se han dado cuenta de que seguir por esa línea no los llevaba a ningún lado. Arrimarse a estos personajes no les viene bien. El otro día en el pleno, el concejal de Vox en Valladolid examinó la documentación y aseguró que no había nada que decir. He echado en falta esa actitud por parte del PP. ¿Que es criticable lo del coche? Perfecto. Pero decir que hay una vinculación entre ese grupo empresarial que justifique que el coche es una contraprestación no hay por dónde agarrarlo. Uno ve a Ayuso pasando las vacaciones en casa de Nacho Cano y es guay porque los de derechas son guais y tienen derecho a tener amigos guais. Pero nadie se para a pensar en los negocios que tiene en Madrid. En los contratos con el Ayuntamiento y con la comunidad. Pero los demás sí. ¿Por conducir el coche de un empresario ya nos hemos vendido? Es el reflejo de lo que es el poder en este país. El poder es de la derecha, que le corresponde, y los demás somos unos usurpadores.
Después de los desencuentros entre PP y Ciudadanos en el Gobierno autonómico parece que Castilla y León se ve abocada a un adelanto electoral, ¿cree que vamos a elecciones?
Sí, sin duda.
Si la solución a la decadencia de esta tierra la van a dar los decadentes más decadentes del PP, aviados vamos
¿Cuándo cree que serán?
Depende de dos actores imprevisibles. Aquí tenemos una situación compleja y extraña. Ciudadanos prometió que no daría cuatro años de prórroga al PP, pero lo que hizo fue echarse a sus brazos justo después de las elecciones. Llevan dos años de muy mala convivencia, que ha empeorado después de la moción de censura que presentó el PSOE de Luis Tudanca y que ha fracturado Ciudadanos [una de sus diputadas autonómicas se pasó al grupo mixto]. Ahora tienen un conflicto interno brutal que sí o sí nos aboca al anticipo electoral. Pero es imprevisible cuándo será el adelanto, porque los dos actores son imprevisibles.
El PSOE ganó las últimas elecciones autonómicas de Castilla y León, algo que no sucedía en casi treinta años. ¿Cree que volverá a pasar si se adelantan los comicios?
El PSOE ganó las elecciones en 2019 y ahora con un Ciudadanos, que tiende a desaparecer, no veo las razones para que el PP crezca. Este Gobierno no ha mejorado en nada a los anteriores. Así que no veo razones para que el PP pueda tener un mejor resultado. En dos años nada ha mejorado. La pandemia se ha gestionado bastante mal y seguimos desangrándonos poblacionalmente. Es un gobierno formado por lo peor de lo anterior. El Gobierno del PP en esta tierra es tremendo. Uno puede reconocer que Juan Vicente Herrera [el anterior presidente de la Junta de Castilla y León, también del PP] tenía liderazgo y peso político. Pero ahora están los segundos y los terceros espadas de aquel Gobierno: lo peor, lo menos talentoso y lo menos capaz. Si la solución a la decadencia de esta tierra la van a dar los decadentes más decadentes del PP, aviados vamos.
Si Ciudadanos desaparece, el vicepresidente Igea, se va para casa, ¿le echará de menos como antagonista político?
No tengo mal concepto de él, aunque pueda parecer que sí. Tiene un carácter muy complicado. Es un hombre muy visceral, se calienta mucho. Tampoco es que yo sea un hombre muy frío, quizá por eso hemos chocado. Pero no tengo nada en su contra. Quizá el único reproche político que le haría es que no fue lo valiente que tuvo que ser cuando Albert Rivera le dijo que había que dar el Gobierno de la Junta al PP. Ahí me decepciono porque parecía un hombre con criterio y con discurso propio. El hecho de que fuera a unas primarias a enfrentarse a un peso pesado como era Silvia Clemente y que las ganara después de todo lo que pasó, nos hizo pensar que era un hombre diferente. Pero luego la decepción fue monumental, porque después de prometer que no le daría cuatro años más de vida a un PP moribundo, tardó 24 horas en abdicar de sus principios.
Castilla y León es una comunidad muy dividida, y se ha acusado a Valladolid de centralismo, ¿qué opina de ese argumento?
No tiene fundamento. Valladolid juega el rol que le corresponde en función de muchas circunstancias. La primera es la geográfica: no tenemos la culpa de estar a una hora de la mayoría de las capitales de provincia de la Comunidad. Amazon ha instalado un centro logístico aquí porque era el lugar que le venía mejor, y ha sido sin hablar con nadie, porque pensaba que esta era la ubicación más rentable. Más allá de eso, que me digan dónde están los beneficios de la Junta para Valladolid, porque llevo seis años de alcalde y las inversiones están por verse.
¿Y por qué cree que buena parte de otras provincias observan este perjuicio?
Hay un componente irracional y sentimental muy grande. Si analizamos las cifras, este sentimiento no está sustentado. Me sabe mal tener que decirlo, pero muchas veces la gente se irrita en base a cosas que no son objetivas. Es muy cómodo ese discurso, pero es irresponsable. Creo que además vivimos en una Comunidad sin sentimiento de comunidad. Es muy difícil aglutinar un discurso autonómico en una región en la que no se cree.
Que se apueste por descentralizar en Castilla y León no me parece mal
El PSOE de Castilla y León va a proponer en su documento político que se trasladen consejerías autonómicas a otras provincias. ¿Qué le parece?
A mí me parece bien. Que se apueste por descentralizar en Castilla y León no me parece mal. Pero ¿va a mejorar la situación económica de esas ciudades? Pues rotundamente no. León está cayendo a plomo, por población y en actividad económica y es muy preocupante. Entiendo la situación de frustración y angustia que se siente en la provincia, pero eso no se va a mejorar con una consejería. ¿Puede mejorar la percepción que los leoneses tienen sobre la Junta? Lo veremos. Pero económicamente no va a suponer nada.
¿Y entonces qué debe hacerse?
León tiene un problema porque ha perdido un sector importante como es el minero y no ha encontrado un motor que sustituya a ese que acaba de gripar. Hay proyectos interesantes, como la central de calor de La Robla. Yo no puedo hacer un discurso de mayor apoyo para León. Creo, de verdad, que la solución en esos territorios no es mirar a Valladolid. León tiene unas potencialidades en cuanto a recursos naturales, en cuanto a masa forestal, que les puede servir para apostar por la biomasa. Los fondos europeos deberían ir a compensar esos territorios y a construir el tejido económico que les falta. Si hay que desequilibrar por ahí, a favor de León, hágase. Soy el primero que lo defiende. Pero dejemos de pensar en quitar a Valladolid cosas como una consejería. Pues nada, que se la lleven.
Siempre dice que no hay más privilegio que ser alcalde de su ciudad. ¿Qué legado le gustaría dejar?
Es pronto decirlo. Estamos a mitad de mandato y creo que queda otro todavía. Del legado hablaremos por lo menos en seis años. Creo que estamos avanzando para convertirnos en una ciudad más dinámica, mas moderna, más saludable y con más oportunidades. Me gustaría avanzar en la integración ferroviaria, en la creación de la zona de una zona de bajas emisiones y en movilidad sostenible. Lo que creo que sucede es que se está produciendo un cambio de mentalidad en la ciudad en el que los ciudadanos y el gobierno municipal van de la mano.
Gobierna desde hace seis años con Valladolid Toma la Palabra, confluencia de Izquierda Unida. ¿En el Valladolid de Óscar Puente cuánto hay de ellos?
Hay bastante. Nos han ayudado mucho a ser valientes y nosotros a ellos a ser realistas. Porque la valentía sin rigor está abocada al fracaso. Hay mucho de ellos en cosas como la remunicipalización del agua o la de los servicios funerarios. Pero, por ejemplo, en materia de movilidad, las concejalías que han impulsado los cambios han sido las del PSOE. Somos un Gobierno bien avenido desde el punto de vista político y personal. Somos amigos. Mi aspiración es lograr la mayoría absoluta, pero me gustaría que esta relación continuase. Yo no sé si ha habido un gobierno de coalición que haya funcionado tan bien en toda España.
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