A las 11:30, la participación en Castilla y León es del 11,31%, según los datos publicados por la Junta.
Es un avance de participación inédito —el primero siempre ha sido a las 14.00 y en esta ocasión ese será el segundo—, por lo que no se puede comparar con cifras previas. Se trata de unas elecciones con especial preocupación por los datos de participación dado que es la primera vez que se separan los comicios autonómicos y los municipales.
Desde la Junta de Castilla y León, señalan que el avance de participación se comunicó en el Consejo de Gobierno de hace dos semanas con la intención de “dar más información” y se da online y no en rueda de prensa porque no hay datos para comparar.
A pesar de ello, desde Unión del Pueblo Leonés (UPL) aseguran que no conocían de antemano que se fuera a publicar un avance de participación a media mañana, lo que califican de “extraño”. Fuentes del partido atribuyen esto “a los nervios del PP”. “No es una cosa habitual y tampoco dice nada porque no son horas habituales para votar. No parece muy lógico”, han explicado desde la formación leonesista.
Una participación dispar
Por provincias la participación es muy dispar. Segovia y Soria encabezan el número de personas que han ido a votar, con el 12,24 y 12,21% de los electores respectivamente que en las primeras dos horas y media de votación han ejercido su derecho. Por contra en la provincia de León, con un día muy desapacible y frío, apenas el 10,01% de los votantes han acudido a las urnas hasta las 11:30 horas.
Ávila (11,91%), Valladolid (11,90%), Salamanca (11,70%) muestran cifras de participación superiores a la media autonómica mientras que Burgos (11,24%), Zamora (10,70%) y León (10,01%) lo hacen por debajo. La diferencia entre la provincia donde más se vota y donde menos es de más de dos puntos porcentuales a media mañana.
La anterior legislatura
El Parlamento de la corta X Legislatura -es la primera que no ha llegado a su fin ya que es la primera vez que Castilla y León celebra elecciones por adelantado y en solitario-también estuvo formado por 81 procuradores tras la victoria del PSOE en las elecciones de 2019, cuando alcanzó 35 procuradores, frente a 29 de PP, doce de Ciudadanos, dos de Podemos-Equo y uno de UPL, Por Ávila y VOX --estas dos últimas formaciones desembarcaron en las Cortes de Castilla y León por primera vez en los anteriores comicios--.
La composición final del Parlamento de la X Legislatura se dirimió tras aclarar días después un “desfase en el voto” en cinco mesas electorales en León --se presentó un recurso contencioso electoral en León--. En la noche electoral del 26 de mayo de 2019 el recuento inicial dio trece procuradores a Ciudadanos, con los que sumaba 42 con el PP, y sólo uno a Podemos, por Burgos.
De hecho, el actual candidato de Unidas Podemos, Pablo Fernández, que se presentó en 2019 por León, se había quedado fuera de las Cortes en el recuento de esa noche electoral e, incluso, de los votos CERA, pero esa revisión del desfase en cinco mesas de León le permitió mantener su acta de parlamentario en detrimento de Ciudadanos, que se quedó definitivamente con doce escaños.
Finalmente, Partido Popular, con 29 procuradores, y Ciudadanos, con doce del recuento final, consiguieron gobernar en coalición tras lograr la mayoría absoluta que se situaba de hecho en los 41 escaños que sumaron.