La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

El PP y Ciudadanos firman este martes su pacto en Castilla y León con sus direcciones nacionales como testigos

El Partido Popular y Ciudadanos firman este martes su pacto de gobierno en Castilla y León. En el acto, que se celebrará en las Cortes de Castilla y León, estarán presentes lo dos negociadores de cada formación: el secretario de Acción Institucional de Cs, José María Espejo, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Su presencia subraya el peso que han tenido las direcciones nacionales de cada partido en un acuerdo que se ha caracterizado por las contrapartidas.

Más poder en diputaciones y menos en la Junta

Mientras se negociaba el pacto que va prolongar al PP en la Junta de Castilla y León, donde lleva 32 años ininterrumpidos, se han cerrado compromisos en ayuntamientos y diputaciones. En Palencia, la alcaldía ha ido a parar a Ciudadanos, donde cuenta con tan sólo tres concejales frente a los nueve del PP. En Zamora, la Diputación Provincial ha quedado en manos del partido de Albert Rivera a pesar de que sólo cuenta con un diputado y que todas las áreas son para el Partido Popular. En Soria, la institución provincial quedó a merced del PP gracias al pacto con un partido local y al cambio de voto del único diputado de Ciudadanos, que llegó a reconocer a la prensa que tuvo que asumir la disciplina de Cs al recibir una llamada de Valladolid en la que se le indicaba que Madrid daba la orden de que apoyase al PP. Que el PP haya podido pactar con Cs ha sido una cuestión de lotes.

El partido de Rivera ha ganado poder en las diputaciones pero lo ha perdido en la Junta de Castilla y León: de las cuatro consejerías que el PP ha cedido, Sanidad es la más fuerte pero también la más complicada en una Comunidad que se caracteriza por el envejecimiento de la población y la dispersión en el territorio más grande de España. El premio de consolación es la vicepresidencia, que recae en el candidato Francisco Igea, y la Portavocía del Gobierno. En esta última es donde se hará notar la total falta de sintonía entre Igea y el futuro presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco: un minuto antes de que Igea respondiese a la prensa al ofrecimiento del PSOECyL para afrontar una negociación, el PP enviaba una nota de prensa informando del acuerdo alcanzado con Ciudadanos.

Otra concesión leve que hace el PP es la creación de una nueva consejería que gestionará Ciudadanos: Transparencia y Regeneración, las dos palabras que más repitió Igea en campaña y siempre en un contexto contrario a alargar la estancia del Partido Popular en el poder.

Que el candidato de Ciudadanos a la Junta de Castilla y León no está cómodo con el PP fue evidente el mismo día en que se reunieron por primera vez las respectivas comisiones negociadoras. El secretario de Acción Institucional, José María Espejo, informaba exultante a la prensa de un “principio de acuerdo” mientras Francisco Igea no podía disimular su malestar. Pero, como él mismo ha dicho, tenía que plegarse a la voluntad de su partido: había un “socio preferente” y no era el PSOE. La presencia de Espejo en las sucesivas reuniones con su homólogo del PP, Teodoro García Egea, apuntalaron un pacto negociado en Madrid. La firma de este martes de Igea y Fernández Mañueco ante ellos dos como superiores, lo confirman.