Mientras la política de pactos se ha impuesto en toda España, el Ayuntamiento de Soria es de las pocas administraciones donde se mantiene la mayoría absoluta. Tras tres legislaturas en solitario de las cuatro que lleva el actual alcalde, Carlos Martínez Mínguez (PSOE), este domingo tratará de revalidarse el cargo.
Los socialistas sorianos obtuvieron en 2019 el 49,52% de los votos y 12 de los 21 concejales. El resultado mejoró al de 2015, en el que Martínez Mínguez consiguió 11 representantes, también al de 2011, cuando el PSOE obtuvo una docena de ediles y el 46% de los sufragios.
La única vez que el alcalde se ha visto obligado a negociar fue en 2007. En esos comicios los socialistas desbancaron al PP del consistorio con 9 ediles. En esa ocasión, el escrutinio arrojó un empate técnico con los ‘populares’, que obtuvieron los mismos ediles. Por primera vez Martínez Mínguez conseguía el bastón de mando gracias al apoyo de Izquierda Unida-Los Verdes y las dos abstenciones de la extinta Iniciativa por el Desarrollo de Soria (IDES).
El 28 de mayo vuelve a hacer ‘reset’ a las cuentas y toca ver si el proyecto del PSOE soriano, con Martínez Mínguez como principal adalid sigue. Las encuestas muestran una victoria socialista, aunque con menos fuerza que años atrás.
Frente al PSOE, el partido que le disputará con más votos la Alcaldía es el Partido Popular. Belén Izquierdo es la elegida para tratar de imponerse a Martínez Mínguez. La número 1 de los ‘populares’ viene del mundo de la empresa y la contabilidad y ha sido presidenta de la Asociación Intersectorial de Autónomos de Soria además de ser profesora asociada en la Universidad de Valladolid.
El Partido Popular para estos comicios ha sabido remendar su escisión interna que dio lugar a la Plataforma del Pueblo Soriano (PPSO). Ambas formaciones decidieron reintegrarse tras 12 años de separación bajo las siglas del PP para reconstruir el centro derecha en la provincia.
Soria ¡Ya! no se presenta para centrarse en las generales
Más allá del bipartidismo PSOE-PP, están otros cinco partidos que se presentan al Ayuntamiento: Vox, Izquierda Unida, Podemos, Ciudadanos y Juntos Por España. La 'sensación' en las elecciones autonómicas de 2022 -con tres de los cinco procuradores que tiene la provincia-, Soria ¡Ya! decidió no presentarse ya que, como explicaron, se van a centrar en las elecciones generales al entender que “van a ser más útiles e influyentes en el Congreso de los Diputados y en el Senado”.
Aunque no han hecho campaña en la provincia, sí han mostrado su apoyo por otros partidos de la plataforma de la España Vaciada, como las visitas de los tres representantes de la Cortes de Castilla y León a Logroño para apoyar al Partido Riojano+España Vaciada o los actos con +Cuenca Ahora o Teruel Existe.
Volviendo a los comicios de mayo, los casos de Izquierda Unida y Podemos también llaman la atención. Aquí el cisma es claro, como en el caso de Zamora: ambas formaciones creen que el espectro de la izquierda tiene más oportunidades si van por separado. La experiencia en otros lugares de ir por cada uno por su lado, como se pudo ver en Valladolid en 2019 donde Podemos —englobada en Sí Se Puede Valladolid— se quedó fuera del Ayuntamiento tras perder tres concejales y VTLP —conjunción de IU y otras formaciones— pasó de cuatro a tres, no resta enteros a mantener el plan. Pero en Soria, como se puede ver con ese resultado de mayoría absoluta frente a los pactos o la victoria de Soria ¡Ya! en las autonómicas de 2022, quien sabe si lo que en los demás sitios es lo común aquí es lo extraño.
Lo que sí que se puede dar, como en el resto de ayuntamientos, es que Vox desplace a Ciudadanos dejándoles fuera de muchas administraciones como se reflejan en las encuestas y en resultados de elecciones autonómicas como las de Castilla y León. En esos comicios solo se mantuvo de procurador Francisco Igea.
Ningún partido se responsabiliza de la falta de inversión en Soria
La ‘cuestión’ soriana, sus grandes problemas estructurales, son comunes y extensibles a toda la provincia. La despoblación y la falta de infraestructuras —e inversión— en ellas son los grandes temas con que los partidos manejan sus programas electorales.
Soria ciudad (39.450 habitantes en 2022) ha perdido desde 2012 un 2% de su población y languidece ante el envejecimiento de sus vecinos y la falta de fe a la hora de invertir. Esto es usado por unos y otros para quitarse el muerto de encima en esta campaña. Con un gobierno autonómico liderado por PP y Vox, precedido por Ciudadanos, y uno nacional con PSOE e Unidas Podemos la culpa es de los demás.
Por ejemplo: el líder del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, criticaba este lunes en una visita a la localidad el abandono de la Junta en materia de Sanidad por los retrasos en sus proyectos. También protestó por la desmantelación de servicios como el cierre temporal de la unidad de psiquiatría del hospital Virgen del Mirón por falta de personal, los retrasos en la reforma del hospital Santa Bárbara, o la ausencia de radioterapia en la provincia a pesar de las promesas de los diferentes Ejecutivos autonómicos.
Tanto el alcalde como el secretario general del PSOE en Castilla y León recordaban que la ciudad tiene “proyectos comprometidos por importe de 250 millones” además de haber conseguido avances en una fiscalidad diferenciada y en la descentralización, con el Centro de Procesamiento de Datos de la Seguridad Social o con un Centro de Acogida a Refugiados.
Frente a este discurso, el del PP. El mismo día, la eurodiputada y exministra de Sanidad, Dolors Montserrat, rebatía todo lo dicho por el PSOE. Para la ‘popular’, también de visita en Soria por la campaña, apuntaba que la llegada de los fondos “ha sido un logro del Partido Popular Europeo” porque gobiernan en Europa. Asimismo, ha tildado de “insuficientes” las ayudas al funcionamiento en las provincias más despobladas de España, entre las que está Soria. Unas descalificaciones que también pronunció el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que en su paseo por el municipio el fin de semana pasado las definió como “una nueva chapuza” que deja “tirada a Soria con la fiscalidad diferenciada”, con una aplicación “raquítica”.
Más allá de los choques en los planos autonómico y nacional entre unos y otros, las esperanzas de Soria pasan porque despegue el polígono de Valcorba y que la ciudad haga valer su posición central en la Península Ibérica para atraer a más empresas y población. También lo hacen con la mirada puesta en la cárcel, en la que según adelantó el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, la apertura en los próximos meses del tercer y cuarto módulo del nuevo centro penitenciario permitirá que cien familias más se instalen en la ciudad.
Esas ‘cuestiones de fe’ también pasan por la mejora de las conexiones de tren, la construcción final de la autovía A-11, que acumula décadas de retrasos y permitiría mejorar las conexiones entre el eje Zamora-Valladolid-Aranda de Duero-Soria, o la Ciudad del Medio Ambiente, un proyecto fallido de la Junta que fracasó, con proceso judicial por medio y un coste millonario. El propio Ejecutivo autonómico trata de mantener con vida a pesar de los costes que ya ha tenido.
También hay otros caballos de batalla, como la polémica por la urbanización del cerro de los Moros. Otros temas para los partidos pasan por los impuestos municipales, como el IBI, que partidos como PP o Vox abogan por reducir mientras PSOE, IU y Podemos que recuerdan la necesidad de estas tasas para mantener los servicios municipales.
En cuestión de igualdad, los bloques también difieren. Los partidos de izquierdas plantean un plan de igualdad municipal, como el PSOE, la creación de un centro para atender a víctimas de violencia sexual (Podemos) o que el consistorio se persone en causas judiciales contra las mujeres, propuesta de IU. Para el PP, la igualdad se extendería también a personas mayores y con discapacidad, Ciudadanos propone un plan de convivencia y medidas contra el racismo. Por su parte, Vox quiere eliminar la Concejalía de Igualdad que el consistorio tiene para sustituirlo por la atracción de empresas.