Castilla y León llevará ante la justicia los pactos del PSOE mientras Mañueco permite insultos de Vox a los socialistas
La Junta de Castilla y León va a llevar ante la justicia “la amnistía y el perdón de la deuda a los socios de Sánchez”. Así lo ha anunciado este sábado el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco (PP), quien ha defendido esta acción frente a lo que ha calificado como “abusos de poder que está cometiendo Sánchez” por los que se está “privilegiando a unos socios y agraviando al resto”. “Ejerceremos desde el gobierno de Castilla y León el liderazgo que nos corresponde para defender a los castellanos y leoneses ante la justicia”, ha indicado.
Para ello, el Ejecutivo va a iniciar el procedimiento para “la impugnación inmediata mediante recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional la materialización formal que se produzca de los acuerdos políticos sobre la amnistía”. Asimismo, presentarán un “recurso contencioso administrativo contra la materialización formal de las medidas financieras y económicas recogidas en el mismo acuerdo político ante el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo o la Audiencia Nacional.
El presidente de la Junta ha tildado de “aberración política” y de “ataque a nuestro estado de derecho” la amnistía planteada. Fernández Mañueco ha explicado que no se van “a cruzar de brazos ni vamos a mirar para otro lado” y que esta “no es una cuestión de subastas, juegos de números, ni una guerra de cifras”, es “una cuestión de principios”. “No puede ser por España lo que va claramente contra España”, ha apostillado.
Sobre la condonación de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), el líder del Ejecutivo autonómico ha aseverado que Sánchez “pagará 15.000 millones de euros a sus socios por los impuestos de todos los españoles para conservar su sillón”. “Ha pasado de una compraventa a una absoluta estafa por los votos. Está pisoteando el esfuerzo de familias, trabajadores, personas, empresarios de Castilla y León”, ha apuntado.
Tras enumerar los 'debes' del gobierno central con Castilla y León -entre los que ha señalado los soterramientos de Valladolid, León o Palencia o la falta del tren directo a Burgos-, Mañueco ha afeado que se vaya a castigar a Comunidad autónoma como Castilla y León que ha gestionado “con eficacia” y que ha sido capaz “de bajar los impuestos conteniendo la deuda y tener los mejores servicios públicos de toda España”.
Insultos de García-Gallardo
Fernández Mañueco, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno extraordinario, ha sido el primer presidente autonómico del Partido Popular en tomar esta decisión al respecto de el pacto entre el PSOE y ERC. Por su parte, la postura del vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, de Vox también ha pasado por la descalificación hacia dirigentes del PSOE. El socio de Gobierno del PP ha cruzado palabras en la red social X con el exalcade de Burgos, Daniel de la Rosa, a quien mando “al cuerno” y llamó “traidor”.
García-Gallardo ha usado este mismo insulto con el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, en una publicación de los socialistas en X. También el vicepresidente de la Junta ha tenido otros episodios de este tipo contra dirigentes del PSOE llegando a acusar al presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, de ser un “traidor y engañaviejas”. Todas estas descalificaciones al hilo del pacto entre los socialistas y los partidos independentistas catalanes.
Preguntado por elDiario.es por los insultos de su vicepresidente, Mañueco ha eludido pronunciarse por los mismo reiterando su mensaje de que “la posición de la Junta de Castilla y León es recurrir la amnistía y al perdón de la deuda a los a los socios separatistas de Sánchez”.
Sin censurar a García-Gallardo, Mañueco ha añadido que “hay dos posturas que defiende España y Castilla y León, la que defendemos los intereses de los españoles y de los castellanos y leoneses, y las que están defendiendo la postura de Sánchez y sus socios separatistas”. Según el presidente de la Junta cuando le paran por la calle, lo que les piden “es que defendamos la igualdad de las personas de Castilla y León en toda España”.
Mañueco tampoco valora que Vox hable sobre un “golpe de Estado” desde “La Moncloa”
El presidente de la Junta tampoco ha querido pronunciarse como Vox sobre que haya un “golpe de Estado” desde “La Moncloa” con el pacto, como aseguró el secretario general del partido de derecha radical, Ignacio Garriga. Cuestionado al respecto, Mañueco se ha vuelto a enrocar en defender las acciones judiciales que la Junta va a tomar y ejercer “el liderazgo que nos corresponde”. “Estamos convencidos que la democracia y que el Estado de Derecho triunfarán”.
El líder del Ejecutivo de Castila y León también ha anunciado que van a reclamar la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera para discutir con todas las autonomías las cuestiones del pacto que afecten al conjunto de las autonomías. Mañueco ha advertido que la quita de la deuda de la Comunidad “no es una cuestión de cifras” ante la posibilidad de que exijan la condonación total o parcial de las obligaciones de pago. Asimismo, ha insistido, como suelen hacer varios miembros de su gobierno, en la reforma del modelo de financiación autonómico.
La amnistía fiscal, la de 1977 “no tienen nada que ver” con la de este pacto
En la ronda de preguntas hechas por los medios, Mañueco ha diferenciado entre la amnistía de 1977 o la fiscal de Montoro con la propuesta por el PSOE y los partidos catalanes. Ambas, según el presidente de la Junta, “no tienen nada que ver”. “La única que tiene algo que ver es una ley de Amnistía de 1977 que fue formalizada si no me fallan los datos por la inmensa mayoría del Congreso de los Diputados. No es de una parte de España contra otra parte de España. Fue todo el o la inmensa mayoría del parlamento, y además fue la transición de un régimen dictatorial a favor de un régimen democrático. En esta ocasión, Alianza Popular se abstuvo en la votación y evitó desarrollar el texto.
García-Gallardo: “Es el momento de la unidad nacional. ¡España, despierta!”
Tras el Consejo de Gobierno extraordinario, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León ha subido un vídeo en su cuenta de X alentando al “pueblo español” a que diga no a Pedro Sánchez y sí a la continuidad histórica de España“ . García-Gallardo ha urgido a ”alzar la voz en las calles“ y ha señalado a que ”es el momento de la unidad nacional. ¡España, despierta!“.
El vicepresidente autonómico ha explicado que hace dos días pidió a Fernández Mañueco celebrar el Consejo de Gobierno extraordinario para fijar la postura de la Junta en torno “a la unidad nacional, a la separación de poderes, al Estado de Derecho y a la igualdad de todos los españoles”.
García-Gallardo ha apelado “a la unidad nacional, a la separación de poderes, al Estado de Derecho y a la igualdad de todos los españoles” en su mensaje y ha hecho un llamamiento a “decir no a Pedro Sánchez y sí a la continuidad histórica de España”.
Tudanca asegura que Mañueco es “preso” y “rehén de la extrema derecha, de los fascistas”
Tudanca ha afirmado este sábado que el presidente de la Junta de Castilla y León está “ preso” y es “rehén de la extrema derecha, de los fascistas, porque después de que gritaran ayer vivas a Franco ya se les puede llamar fascistas”, informa EFE.
En declaraciones a los periodistas, el líder socialista ha asegurado que García-Gallardo, es “el que manda, el que dice cómo y cuándo convocar consejos de Gobierno y alienta y convoca manifestaciones, como la de ayer en Madrid, de odas a un dictador, en las que se insultó a los socialistas, con amenazas y gritos de traidores a la patria, además de criticar al Rey y pretender llevar a la cárcel al presidente del Gobierno”.
Por eso, ha pedido al PP reflexión, porque “este camino de crispación y odio no va a hacer más que romper este país”. Tudanca ha reconocido que se sabía que la investidura iba a ser difícil por “la crispación que durante los últimos años ha traído la extrema derecha a Castilla y León y a España”, pero también porque el resultado de las elecciones ha dejado un Parlamento “muy complejo”; pero solo había dos alternativas, o un gobierno del PP con Vox o un gobierno progresista.
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